El presente trabajo tiene como principal objetivo la puesta en valor del Patrimonio Industrial Cántabro y más concretamente, de los Molinos de Mareas (En adelante MM). Para ello se llevará a cabo en una primera fase, la investigación sobre el estado actual de una selección de MM localizados en nuestra provincia. En una segunda fase se realizarán diferentes estudios con el fin de conversar, dialogar o poner en crisis algunas propuestas arquitectónicas que sirvieran para visibilizar, rehabilitar y/o poner en valor los MM. Finalmente, en una tercera fase, utópicamente se llevaría a cabo la materialización de, al menos de las propuestas.
Este trabajo trata por tanto de acercar a la población en general y, al mundo arquitectónico en particular, un cierto conocimiento sobre los MM con el fin de aportar un granito de arena en su recuperación, así como establecer un debate en la forma de afrontar el gran reto de la rehabilitación de estos artilugios hidráulicos.
EL TRABAJO SE ESTRUCTURA EN 3 FASES:
FASE 01_ Levantamiento arquitectónico de los Molinos. Ejercicio de investigación inicial. Puesta en marcha con el “trabajo de campo”. Palpar la realidad y reflejarla en dibujos descriptivos que nos sitúen en el entorno a intervenir. Se eligen tres localizaciones: (1) Molino de Castellanos, en la ría de La Venera. (2) Molino del Ribero, en Argoños, y (3) Molino de San Juan de la Canal. Fase de vital importancia para el desarrollo del presente trabajo. Servirá como punto de partida para obtener una información actualizada de los MM, a partir de la cual, en las posteriores fases, se seguirá investigando.
FASE 02_ Taller de Proyectos de Rehabilitación patrimonial. Ejercicio de investigación que consistirá en el estudio de los diferentes MM escogidos, y el desarrollo de algunas propuestas que puedan poner en valor estos artilugios. Se trata de generar debate, de proponer, de ejercitar el oficio de la arquitectura en intervenciones en Patrimonio. Las propuestas serán a un nivel de proyecto de ideas. Se debe aclarar en este punto que, dichas propuestas, no tendrán porqué ser proyectos de construcción al uso. Tras el debate surgido durante los talleres, se establecerán los criterios de intervención y las líneas de actuación, pudiendo ser, desde pequeñas intervenciones efímeras que ayuden a comprender el monumento y a darlo a conocer, hasta dotar de actividad el edificio, consolidación de la ruina o adecuación de sus accesos. “Yo diseño utopías, pero utopías construibles siempre” decía Prada Poole.
FASE 03_ Desarrollo y construcción de una de las propuestas arquitectónicas. Se intentará llevará a cabo mediante un taller de construcción que además de transmitir, tanto a jóvenes arquitectos y alumnos como a público en general que quisiera participar, las diferentes técnicas constructivas vinculadas a la propuesta en cuestión, sirva para poner en valor de estos MM como parte del Patrimonio industrial cántabro.
Se toman como punto de partida el trabajo de investigación el TFM (Trabajo Final de Máster) del Máster Universitario de Tecnología en la Arquitectura, línea de Restauración y Rehabilitación de la Universidad Politécnica de Cataluña, con el título: “MOLINOS DE MAREAS EN EL LITORAL NORTE ESPAÑOL. APORTACIÓN AL CONOCIMIENTO, PUESTA EN VALOR Y POTENCIALIDAD DE TRANSFORMACIÓN”, presentado por César Córdoba San Emeterio en Barcelona en 2014. En él se recoge el “Estado de la cuestión” y “Antecedentes” habidos hasta la fecha.
A continuación, con el fin de poner en contexto este trabajo de investigación, se toman algunos extractos del mismo para definir el objeto de estudio:
1. DEFINICIÓN DEL OBJETO
Los molinos de mar son artilugios hidráulicos capaces de transformar el flujo y el reflujo de las mareas en energía mecánica. Esta energía se utilizaba principalmente para la molienda del cereal, pero se han utilizado también para usos como: trabajos de serrería, limpieza y desecación de canales, desecación de pantanos, descascarillado de arroz, molienda de especias, de caolín, de sal y huesos (para hacer fertilizantes), fabricar papel y hielo.
Debido a esta peculiaridad en su fuente de energía, se sitúan en la costa: en las rías, ensenadas, bahías y estuarios, protegidos de las mareas vivas. El emplazamiento del molino era fundamental, por lo que se elegía de forma cuidadosa teniendo en cuenta el desarrollo demográfico y portuario- económico del entorno y sobre todo la amplitud de las mareas en la zona (el máximo aprovechamiento se conseguía en zonas medias intermareales). Estos ingenios proliferaron principalmente en las costas del litoral atlántico europeo, debido sobre todo a la fuerte diferencia entre pleamar y bajamar, pero también se han encontrado indicios de molinos de mareas en el Mediterráneo y aún hoy en día perduran algunos ejemplos en las costas de Estados Unidos.
Los MM están formados por un edificio o molino, con sus artificios y maquinarias muy similares a las habidas en un molino de río; un dique o calzada, que podrá servir además de conexión entre un lado y otro de la ría si el dique es pasante o azud; y el estanque, también denominado presa o caldera, donde acopiar el agua.
Su funcionamiento es muy sencillo: consiste en permitir el llenado del estanque en las pleamares a través de una compuerta o compuertas de entrada que se autocerraran posteriormente gracias a la presión del agua durante el reflujo. Cuando el desnivel entre estanque y mar es suficiente, el agua acumulada se hace pasar por saetines o saetillos (las compuertas de salida), moviendo así los rodetes, ruedas o rodeznos, que transmiten el movimiento a las muelas (solera y rodadera) del molino. El grano de maíz se introducía en las tolvas para que fuera penetrando, a través de la canaleta, por el seno u ojo de la piedra superior móvil (corredera, rodadera o volandera) y, una vez activado el mecanismo hidráulico, se muele al friccionar con la piedra inferior fija llamada solera.
Un pequeño torno o llave de alivio permitía asentar o levantar la piedra volandera, regulando el espesor de la molienda, fina si era para el consumo humano o más basta si era para alimento de los animales. La harina era desalojada por las canaletas en las harineras o harneros, de donde se extraía con una paleta. Se calcula que en molienda fina se molían 10 kilos/hora de maíz y en general, los molinos funcionaban en torno a 12 horas al día, cuando el coeficiente de mareas era igual o superior al 65-70. El mantenimiento del MM consistía en: “repicar” las muelas que se desgastaban con el uso y había que volver a dar relieve, mantener limpias las ruedas hidráulicas de algas y caloca, sacar tierra de la represa un día en cada marea muerta, etc.(molinos de marea en Trasmiera. Cantabria)
Los molinos, generalmente pertenecían a los señores feudales, monasterios o abadías en cuya jurisdicción se encontrasen. La gente llevaba a moler allí su grano y a cambio del servicio pagaban al señor una parte de la harina. De alguna manera, los MM se convirtieron en centros de reunión, para mujeres principalmente ya que eran las encargadas de recoger el grano, y teniendo en cuenta que la molienda variaba su horario en función de las mareas, eran habituales las visitas con nocturnidad por parte del género masculino.
2. ESTADO DE LA CUESTIÓN
Dicho TFM tomaba en consideración a su vez, los trabajos realizados hasta el momento, dividiendo las aportaciones en tres grupos:
3. PROBLEMÁTICA PENDIENTE
Podemos afirmar que, a pesar de los esfuerzos realizados en los últimos años para su recuperación, han desaparecido muchos MM y la mayoría de los que quedan actualmente se encuentran en estado ruinoso, salvo las excepciones ya citadas anteriormente.
Cabe decir también que, si bien es verdad que se han restaurado y rehabilitado muchos de estos artilugios, la mayoría de las actuaciones no son socialmente rentables y no han conseguido reavivar el molino como centros sociales que fueron en sus orígenes. Nos encontramos con edificios vacíos y con usos prácticamente excepcionales.
Es notable el hecho de que, a pesar de existir algún proyecto, todavía ningún MM ha sido transformado para la producción de energía eléctrica, aunque sí ha sucedido con algún molino fluvial.
La primera aproximación al objeto de estudio se realizó mediante una búsqueda exhaustiva de los diferentes artilugios, o noticias de los mismos, habidas en el norte español.
Se documentaron un total de 124 Molinos de mareas, de los cuáles más de la mitad se encontraban desaparecidos en 2014.
Tal y como se puede observar en el gráfico, 22 de los restantes molinos habían sido restaurados o habían sufrido pequeñas transformaciones a lo largo de los años, la mayoría, ampliaciones o adecuaciones al nuevo uso. Algunos de estos MM siguen conservando la maquinaría en buen estado y sería posible recuperar el uso original, a otro ritmo y con otro fin por supuesto.
Como podemos ver en el segundo gráfico, lamentablemente la cifra de MM en estado de ruina volvía a estar en la misma proporción que los desaparecidos históricamente. Se trata, como veremos posteriormente, con espacios de tremendo valor histórico y arquitectónico, abandonados a las inclemencias del tiempo y olvidados de las rutinas socio-culturales (olvidados por supuesto de las rutinas alimenticias para las que fueron construidos).
En el siguiente trabajo de investigación, como ya se adelantaba anteriormente, se han escogido tres localizaciones de la provincia de Cantabria: Molino de Castellanos en la ría de la Venera, El Molino del Ribero en Argoños, y el Molino de San Juan de la Canal en Santa Cruz de Bezana.
A continuación se mostrará un LEVANTAMIENTO ARQUITECTÓNICO DEL ESTADO ACTUAL de los tres molinos, a partir del cual se podrá empezar a trabajar en propuestas para su recuperación, puesta en valor, o que servirá, al menos, como aporte al conocimiento de los mismos.