Palacete los Pinares

RESIDENCIAL UNIFAMILIAR

Plaza de Italia. Santander

Valentín Ramón Lavín Casalís

Francisco García/1917

José Carrión Bermúdez

Llamábase «La Alfonsina» a una espaciosa finca que con arranque en la proximidad de la Primera playa del Sardinero subía hasta la loma del Paseo de Pérez Galdós y acababa en el Promontorio, cedida a Isabel II con la intención de establecer en ella la residencia de la familia real durante los veranos y que por pleito pasó a propiedad municipal en 1912 tras los acontecimientos políticos de 1868 que destronaron a la soberana.

En esos años de la segunda década del siglo XX, cuando se acometieron las reformas de El Sardinero, se trazaron nuevas calles en la citada gran finca delimitando un solar entre las calles Duque de Santo Mauro, Luís Martínez y La Cañía (Joaquín Costa), donde su nuevo propietario, el naviero Francisco García, decidió encargar el proyecto de una lujosa residencia a Valentín Ramón Lavín Casalís.

Valentín Ramón Lavín Casalís nace en Santander en 1863 y obtiene el título de arquitecto en Madrid en 1890. Vuelve entonces a su ciudad natal para ocupar el puesto de arquitecto municipal. Desde 1892 realiza una intensa labor como urbanista y arquitecto hasta su jubilación en 1929. Es además profesor primero y director después de la Escuela de Artes y Oficios de Santander, académico de la Academia de Bellas Artes de San Fernando y arquitecto de la Cámara de la Propiedad.

Como dice Ramón Rodríguez Llera, en su libro editado por el Colegio Oficial de Arquitectos de Cantabria y la Universidad de Valladolid en 2003, «En 1915 los arquitectos locales activos, sin excepción, incluyen en sus repertorios soluciones montañesas», coinciden además «con la aparición de algunas grandes fortunas en la ciudad de Santander, prósperos negocios fraguados a raíz de la primera guerra europea. Ellos, fundamentalmente navieros, son la apoyatura principal para crear grandes palacetes regionalistas» y «en la residencia del rico naviero Francisco García se cumplen los presupuestos básicos de fidelidad a los modelos, a la casa-palacio de arquitectura tradicional culta de aire barroco cerca de la silueta del palacio de Soñanes en Villacarriedo (1718)».

La ubicación del edificio se presenta como una referencia en la ciudad. Consta de sótano, planta baja, principal y ático. Realizado todo ello en piedra de sillería. La fachada principal, orientada al norte, tiene una entrada centrada a la que se llega por una escalinata de doble vertiente. El edificio se estructura alternando cuerpos de dos pisos y torres. Abundante decoración mediante columnas en vanos con capiteles corintios, ventanas acabadas en arcos de medio punto, medallones con bustos, frontones, gárgolas con forma de proa de barco, antepechos de piedra, columnas exentas. La coronación de las torres es en terraza, con antepechos de piedra decoradas y pináculos estilizados en los cuatro extremos. El edificio está rodeado por un jardín donde se ubica una importante colección de esculturas.

24/02/2022

43.47101, -3.78190
Mercado de La Esperanza
Edificio Banco Vitalicio