Iglesia Nuestra Señora de la Asunción
EDIFICACIÓN RELIGIOSA
Iglesia Nuestra Señora de la Asunción
C/ Ceferino Calderón, 3. Torrelavega
José Maria Basterra y Madariaga
Ceferino Calderón/1892-1901
Alejandra Herrero Olavarri
La Iglesia de Nuestra señora de la Asunción se construye en un momento en el que Torrelavega está comenzando a erigirse como núcleo mercantil en la comunidad. En este contexto, la «Junta para la construcción de la nueva Iglesia» justifica la necesidad de su construcción en base al creciente aumento de la población de la Villa, y la obsolescencia de los equipamientos con los que hasta entonces contaba.
Como redactor del proyecto, se elige a José María Basterra, gran referente de la arquitectura religiosa en Cantabria y otras comunidades. Para llevar a cabo la obra, que dio comienzo en febrero de 1892, la Junta instó «a todos, pero a los montañeses especialmente» a contribuir en la medida de lo posible en la financiación del templo. Gracias a las aportaciones de los vecinos, y a una generosa contribución de los Condes de Torreánaz, la iglesia fue concluida en el año 1901.
El edificio, de planta de cruz latina, se conforma como un gran volumen de piedra caliza, organizado en tres naves escalonadas y dos capillas, que se abren conformando el transepto y marcando así el segundo eje trasversal. Su cubierta, es de bóveda de crucería simple.
Su fachada principal refleja dicha estructura interior, mediante tres calles coincidentes con las naves. Las dos naves laterales, de menor tamaño, se conforman por dos cuerpos sencillos, abiertos por un rosetón en el superior y un pequeño óculo en el inferior. En cuanto a la calle central, la mayor de ellas, se compone de tres cuerpos. El cuerpo superior destaca por la presencia de un gran rosetón con vidrieras, en consonancia con los de las calles laterales, y enmarcado en un gran arco. El cuerpo intermedio, más discreto, se compone de una arcada ciega. Por último, el cuerpo inferior conforma el acceso al templo, a través de una triple arcada. En los tres cuerpos, destaca la utilización alterna de dovelas rojas y blancas en los arcos. Así mismo, esta fachada queda fuertemente marcada por la presencia de los arbotantes, y de los estribos en los que apoyan.
Sobre el brazo del crucero que constituye la sacristía, se eleva la torre de planta cuadrada. Esta se conforma por cuatro cuerpos y se remata mediante un chapitel que incluye cuatro pináculos en sus esquinas. Como detalle, para resaltar su presencia y su imagen urbana, se plantan las dos grandes palmeras que enmarcan la perspectiva de la torre desde la calle Consolación.
Esta torre de gran altura, que conforma el principal elemento de referencia del edificio, elevándose sobre el resto de los tejados de alrededor, resulta de la «Batalla de las torres» sostenida por Jesuitas y Obispado en Cantabria.
En cuanto al interior, las naves se separan mediante pilares redondos con semicolumnas adosadas, rematados en arcos escasamente apuntados.
08/03/2022