Iglesia Espinama
EDIFICACIÓN RELIGIOSA
Iglesia Espinama
Espinama
Ángel Hernández Morales
José Calavera Ruiz. Ingeniero de Caminos
Donación privada/1966-1968
Fernando García Negrete
En el año 1966, Ángel Hernández Morales recibió el encargo para redactar el proyecto de una nueva iglesia parroquial que sustituyera a la existente puesto que se encontraba muy deteriorada y aún hoy en estado ruinoso. El nuevo emplazamiento se sitúa en un altozano sobre el pueblo de Espinama.
El arquitecto enfoca su diseño de forma muy libre sin dejarse influir por la tradicional arquitectura de este núcleo rural. El programa incluía además un salón social para reuniones y uso colectivo. La conexión de ambos elementos la resuelve el autor de forma muy adecuada al unirlos en L creando un espacio a modo de plaza o claustro, cerrado virtualmente por una galería porticada formada por ligeros pilares metálicos y una fina losa de hormigón.
El cuerpo principal que acoge a la iglesia está formado por una gran cubierta de pizarra a dos aguas y sitúa en su hastial sur la fachada principal. Está formada por un gran muro de mampostería que se curva suavemente para formar el zaguán de entrada mediante una gran cristalera de pavés. El frontón y el lateral de la misma están revestidos por un entablado horizontal con intención decorativa tan típica en otros muchos edificios por él diseñados. Como contrapunto, plantea una torre campanario de hormigón con claro sentido escultórico, recurso que utilizará en otras de sus obras y a la que da acceso mediante una pasarela y una pequeña puerta ojival.
El otro cuerpo de uso social se enlaza perpendicularmente mediante otra cubierta a dos aguas también de pizarra.
La planta de la iglesia está formada por un interesante juego de muros planos y curvos en variadas texturas que rompen la ortogonalidad para introducir los diferentes espacios compositivos: accesos, lucernarios o capillas. El muro de ladrillo que rodea y acoge el altar con su cálida textura se curva suavemente recogiendo la luz que penetra verticalmente desde el oeste en contraposición al resto de los muros de mampostería. La acertada proporción y disposición de los huecos, introduce la luz que matizada por las vidrieras, produce una agradable sensación de tranquilidad y recogimiento. El techo está formado por un entablado de sección quebrada siguiendo la línea de los tirantes de las cerchas que forman la cubierta. El muro oeste se modificó respecto a los planos de proyecto eliminando los pilares exteriores seguramente por economía de medios.
Como en la mayoría de sus obras, el autor diseña pormenorizadamente todos los elementos incluso apliques, atriles, confesionarios etc. Esta obra parece influenciada por algunas de las iglesias realizadas por M. Fisac durante la década anterior.
La estructura metálica la diseñó en colaboración con el ingeniero José Calavera. La iglesia se conserva razonablemente bien pero los espacios exteriores que forman la pequeña plaza y los pórticos perimetrales se encuentran en estado de semiabandono.
19/03/2018
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Remolina Seivane, J.M. (2010): «Iglesia Parroquial». «Equipamientos I. Lugares públicos y nuevos programas. Registro DOCOMOMO Ibérico, 1925-1965», Barcelona, Fundación Caja de Arquitectos, pg. 133.
Alonso Ortiz, Luis Alberto (2005) «Arquitectura religiosa en Cantabria. 1956-1970 cambio litúrgico y Modernidad», Curso de doctorado, Universidad Politécnica de Madrid.
Fernández-Abascal Teira, Eduardo y Santamaría Muñoz, Pío Jesús (1994):»Ángel Hernández Morales. Razón biográfica, personal y profesional», Revista BAU, 11, Valladolid, COAL/ COACyLE
fundación do.co,mo.mo_ibérico (2013). Disponible en:
Archivo de Angel Hernández Morales. Colegio Oficial de Arquitectos de Cantabria.