
Iglesia del convento de Carmelitas
EDIFICACIÓN RELIGIOSA
Iglesia del convento de Carmelitas
c) Emilio del Valle 6
José Antonio Olano Moliner
R.R.P.P. Carmelitas Descalzos/1966
Cristina Fuertes Gandarillas
En 1964 el arquitecto burgalés José Antonio Olano Moliner realizó un proyecto de convento e iglesia junto a los ya existentes de los carmelitas, cuya obra se concluyó en 1966.
La iglesia, aunque formando parte del convento, se piensa para el uso público de fieles, por lo que se construye una fachada representativa al exterior con acceso desde la calle. El conjunto edificado ocupa la esquina en la confluencia de las calles Emilio del Valle y Marqués de Reinosa. La iglesia ocupa una posición residual en el extremo oriental de una de las fachadas.
La iglesia posee capacidad para 400 plazas, un coro bajo para 40 religiosos situado detrás del altar mayor, y un coro alto con capacidad de otras 100 personas al que se tiene acceso directo desde la planta primera del convento y desde la misma iglesia por medio de una escalera interior.
La memoria del proyecto menciona el especial cuidado en la iluminación natural de la nave, que consta de una amplia vidriera triangular sobre el acceso principal, de huecos alargados practicados a ambos lados de los pilares de hormigón armado para conseguir una iluminación uniforme, y de un lucernario situado sobre el altar mayor para enfatizar el mismo.
La comunicación de la iglesia y el convento queda defendida de los fieles mediante el muro que respalda el altear lateral izquierdo, mientras que la sacristía queda oculta tras el muro tras del altar mayor.
El templo es un prisma de planta sencilla construido con muros portantes de fábrica de ladrillo caravista de dos astas. La cubierta, formada por tabiquillos y tableros, soportada mediante cerchas metálicas y correas de perfiles laminados en doble T. Cubrición a dos aguas de pizarra y de pronunciada pendiente que busca una relación con la arquitectura tradicional de montaña.
El interior se caracteriza por la sencillez y limpieza del espacio: cuatro fachadas de ladrillo, techo a dos aguas de madera cubriendo las cerchas, presbiterio elevado, resuelve torpemente la cualificación del espacio ritual. La nave unitaria se ilumina con los recursos arquitectónicos anteriormente descritos sin llegar a lograr el efecto buscado por el proyectista. Los solados son terrazo en el interior de la iglesia y granito gris en el exterior.
Más atractiva resulta la fachada. Los dos faldones de cubierta dibujan un frontón que se acristala con una vidriera decorativa, debajo de ella la fachada se estructura en tres bandas verticales, las extremas aparejadas de ladrillo en continuidad con los cierres laterales, y la central donde un bajorrelieve monumental de piedra hace de cargadero al limpio hueco de paso hacia el atrio interior. El alero embonado con madera que remata la fachada se deforma hacia la cumbre donde adquiere mayor vuelo provocando un conseguido efecto de sombra y una presencia urbana.
19/03/2018
42.998477,-4.140834
Pérez Sánchez, Campuzano Ruiz y Martínez Ruiz(1995): «Catálogo monumental de Reinosa», Ayuntamiento de Reinosa, pg. 35
Alonso Ortiz, Luis Alberto(2005) «Arquitectura religiosa en Cantabria. 1956-1970 cambio litúrgico y Modernidad», Curso de doctorado, Universidad Politécnica de Madrid
Ortega, Fray Pedro (1998): «Los carmelitas descalzos en Reinosa». Cuadernos de Campoo, 14, Reinosa, Casa de la Cultura Sánchez Díaz/Ayuntamiento de Reinosa.
Proyecto original año 1965. Archivo Ayuntamiento de Reinosa. Expte. 64.