EL FERROCARRIL DE ASTILLERO-ONTANEDA
Desde mediados del siglo XIX, los balnearios de Alceda, Puente Viesgo y Ontaneda experimentan un gran aumento de usuarios; Isabel II acudió a los de Ontaneda en el verano de 1876.
A finales de siglo, se produce en la zona oeste del coto minero de la bahía de Santander, un sens ible aumento de la producción de mineral de hierro. Estas circunstancias fueron determinantes para construir el ferrocarril. La sociedad denominada Compañía del Ferrocarril Astillero Ontaneda, se constituye en Santander el 12 de marzo de 1988. En la mente de sus promotores estaba también la posibilidad de prolongarlo, y así unir Ontaneda con Burgos para realizar una comunicación con el Mediterráneo por Calatayud.
La línea, de 35 kilómetros de recorrido, atravesaba los valles de Villaescusa, Penágos, Cayón, Pisueña y Toranzo, con pequeños ramales para los cargaderos de las minas de Liaño y la Nest lé de la Penilla. El autor del trazado fue el ingeniero Rafael Martín Arrúe.
En la obra, caben destacar tres puentes metálicos, el mayor el de la “Esperanza” sobre el río Pas, de 45 metros de luz con una pila intermedia.
Desde el 9 de junio de 1902 en que se abre al público, y hasta que el Estado se hace cargo por el déficit progresivo de la explotación, en noviembre de 1961, los ingresos principales son los obtenidos por los desplazamientos de viajeros, es tos están por encima de los de tráficos de mercancías, principalmente con ganado, productos lácteos y minerales.
En el mes de febrero de 1965, se hace cargo de la explotación FEVE. (Entidad pública dependiente del Ministerio de Fomento) y el 22 de noviembre de 1976 se produce el cierre definitivo del último tramo existente entre Astillero y la Cueva-Penilla.
Las tres primeras locomotoras del Astillero-Ontaneda, fueron de procedencia norteamericana, de la casa Baldwin; llevaban los nombres de Sarón, Astillero y Ontaneda. Las últimas cuatro locomotoras de vapor de este ferrocarril, se adquirieron a la fábrica española, Maquinista Terrestre y Marítima de Barcelona, durante los años 1928 y 1929.
En 1958 comienzan a funcionar dos automotores, de la casa francesa Billard y en ese año, se reciben dos Creusot-Naval, únicas locomotoras de tipo diesel-hidráulico que contó el ferrocarril Los coches de viajeros, todos de bogies con estribos corridos, se encargaron a Bristol Wagon-Carriage y duraron hasta el final de la explotación.
Hoy una gran parte de su antiguo recorrido es una vía verde, y entre sus pocas estaciones preservadas destaca la de Puente Viesgo.
Manuel Lopez Calderon Barreda
- ESTACIÓN LA CONCHA DE VILLAESCUSA L-1_01
- ESTACIÓN DE OBREGÓN L-1_02
- ESTACIÓN DE CASTAÑEDA L-1_03
- ESTACIÓN DE PUENTE VIESGO L-1_04
- ESTACIÓN DE SOTO-IRUZ L-1_05
- ESTACIÓN DE ONTANEDA L-1_06
- PUENTE DE SOLÍA L-1_07A
- PUENTE DE LA ESPERANZA (SAN MARTÍN) L-1_07B