Clínica Ubarmin
EDIFICACIÓN SANITARIA/ARQCAM.009.0513
Clínica Ubarmin
Carretera Aoiz, s/n. Elcano (Navarra)
Camino Francés
Fernando Redón
SI/Imprescindible
1968
Marta Pérez Rodríguez
El edificio se diseñó para acoger un centro especializado en tratamientos de traumatología y rehabilitación. Pensando, tal vez, en los enfermos que iba a acoger y las largas estancias que su tratamiento podía suponer, está aislado en medio de los campos de cultivo, ofreciendo unas vistas muy agradables en la dirección de los cuatro puntos cardinales.
Con esa ubicación, el arquitecto no tuvo más referencias previas que las paisajísticas y esa situación finalmente propicia la apariencia del edificio, que busca tener personalidad propia y afirmarse fuertemente en ese paisaje, consciente de su autonomía. Así se entiende la respuesta de Redón, que siguió la corriente brutalista entonces en boga, para adoptar una estética próxima a la de las obras de Paul Rudolf o Bakema.
Sobre un cuerpo horizontal extenso iluminado a través de mil quinientos lucernarios, se levanta un volumen vertical de gran contundencia, contraposición entre los dos cuerpos que constituye el argumento central de la propuesta. La base aloja los servicios comunes, los gimnasios y la piscina y el bloque que se eleva sobre él aúna los espacios de hospitalización. Se trata de un volumen contundente con dos caras bien distintas: hacia el sureste y suroeste está fragmentado y abierto, con grandes huecos y con terrazas, mientras que, hacía el noreste-noroeste, adopta un aire de fortaleza donde predomina la vertical, y marcada rugosidad, cercano, sin duda, al brutalismo de Rudolf y Bakema.
La distribución en las plantas de hospitalización refleja con claridad el esquema de espacios servidores y servidos tan característico de la enseñanza docente kahniana de aquellos años, que tan bien conoció Redón, empeñado entonces en la enseñanza en la Escuela de Arquitectura de Navarra. Los corredores son muy amplios y luminosos, y la estructura de malla cuadrada facilita la organización de los espacios a tenor de lo necesario según los usos y cometidos de cada uno de ellos.
Recientemente han clausurado muchos de los lucernarios para mejorar las condiciones térmicas de los locales. Quizás no sea ésta la mejor solución, pero peor sería para la estética del edificio la eliminación de los lucernarios como en alguna ocasión se ha planteado.
José Manuel Pozo. Información obtenida del registro del DOCOMOMO
Estado de conservacion: Bueno
01/03/2020