Caja de Ahorros y Monte de Piedad (CASYC)
RESIDENCIAL UNIFAMILIAR
Caja de Ahorros y Monte de Piedad (CASYC)
C/ Tantín 25. Santander
Luis Domenech y Montaner
Monte de Piedad de Alfonso XIII y Caja de Ahorros de Santander/1905-1907
Alejandra Herrero Olavarri
Lluis Domenech y Montaner, considerado en su tiempo como representante en España de un estilo europeo y culto, comenzó su ejercicio en Cantabria de la mano de los marqueses de Comillas, para los cuales realizó varias obras de reforma en las propiedades de la familia. Es por ello que, Don Claudio, el segundo marqués, le encargó el diseño del edificio que materializara el legado de su padre para el Monte de Piedad, en Santander.
La obra arquitectónica de Domenech se vio marcada por un carácter racional-clásico, si bien siempre trató de aportar cierto carácter en el uso del estilo como parte intrínseca de sus diseños. Defendía el uso de las formas que brindaban las nuevas técnicas y experiencias, aportándoles la riqueza de los elementos ornamentales clásicos y de la naturaleza.
Siguiendo el estilo santanderino de Doménech, marcado por la lógica, el edificio muestra una gran solidez en su exterior debido al uso de la sillería de Escobedo y a la clara lectura de su estructura. Como elemento dominante, se alza la torre que remata la esquina achaflanada en la que se produce el acceso principal. Este elemento mantiene presente el legado arquitectónico renacentista español.
Si bien, como muestra en su texto «En busca de una arquitectura nacional», Doménech también buscaba la imagen de una arquitectura española basada de la suma de arquitecturas regionalistas. Por ello, en este edificio aparecen pequeños detalles que buscan definir una arquitectura regionalista montañesa, presentes en su estilo exterior. Así, hacen presencia elementos clasicistas y barrocos típicos de las casonas montañesas, de gran carga simbólica y ornamental, como esculturas, escudos heráldicos, frontones decorados, falsas zapatas, etc., sin perder nunca la nitidez del conjunto.
Cabe destacar también la marcada composición de las fachadas, resaltando especialmente los vanos rectangulares de la última planta, articulados mediante pilastras lisas con sutiles elementos ornamentales.
Así mismo, es de destacar el diseño interior del edificio, del cual Ramón Rodríguez Llera dice en su «Arquitectura Regionalista y de lo Pintoresco», y en base a una publicación de la «Semana veraniega» lo siguiente:
«[…] al alabar las virtudes del edificio, no sólo se sorprendía de lo moderno, elegante e higiénico de todo él, si no que leyó precauciones visionarias de un fenómeno que no tardará en producirse y alterar las tranquilas aguas del eclecticismo local, […]»
08/03/2022