Apartamentos de verano Richelieu

EDIFICACIÓN HOTELERA O TURÍSTICA

Avda. Francia 38

Roberto Zataraín Iglesias

Jose A. Rendo Ganso/1963

Roberto Zataraín Martín

Los apartamentos Richelieu responden a la demanda de segunda residencia surgida tras el «boom» del desarrollo turístico que se produjo a principio de los años 60 y que supuso la transformación radical de la Villa de Laredo, oferta demandada fundamentalmente por turistas franceses.

El edificio diseñado por Roberto Zataraín Iglesias en el Arenal de Salvé de Laredo se basa en la utilización de un patrón geométrico modular que mediante la yuxtaposición y asociación de hexágonos regulares generan un patio exterior de acceso a las viviendas presentado como fachada, completada con una expresiva celosía como elemento que garantiza la privacidad de acceso a las viviendas que se estructuran en base a corredores exteriores en cada planta.

Destacable en esta promoción es la investigación de las posibilidades compositivas para implantación de programas residenciales tomando como base del trazado de la planta diferentes geometrías, en este caso hexagonales, pero que en esos momentos era habitual introducir otras como círculos ó combinación de cuadrados, pentágonos etc, con el objetivo de obtener la mejor implantación del programa funcional que se estuviese manejando. Son destacables dentro de este camino los trabajos realizados por Ricardo Lorenzo con sus viviendas hexagonales de 1960 ó las realizadas por el mismo J.A. Coderch con la macla de dos pentágonos en su famosa casa Olano en La Rabia – Comillas en 1957.

Prima la composición, como otros muchos edificios situados en el Arenal de Salvé, con dos claras fachadas, primando el criterio de la búsqueda de las vistas frente a la criterio de la orientación, reservando la fachada sur para disponer la llegada al edificio y los accesos a las viviendas, mientras que en la fachada norte se disponen las piezas vivideras y las terrazas buscando las vistas sobre la playa (hoy manipuladas).

El edificio se compone de 30 apartamentos en 5 plantas y una serie de locales comerciales en planta baja entorno a un eje de simetría en el que se sitúa medio modulo hexagonal que alberga el núcleo de comunicaciones y del que parten las pasarelas de distribución exterior de acceso a las viviendas en una solución poco habitual en la Región pero bastante habitual en otras arquitecturas más propias del mediterráneo, detalle que nos indica que el fenómeno turístico de Laredo supuso no solo la importación del modelo económico sino la importación de modelos arquitectónicos previamente desarrollados en el caso mediterráneo unos años antes.

20/03/2018

43.413287,-3.435741

Calendario 2006 – «Fragmentos de Arquitectura – 11 Arquitectos» – COACan.

Casa Barrenechea. La casa Redonda

RESIDENCIAL UNIFAMILIAR

c) Riego 3

Roberto Zataraín Iglesias

Luis Barrenechea/1975

Roberto Zataraín Martín

 

La singularidad de la esta vivienda viene por su particular geometría basada en la manipulación de la circunferencia como estructura básica para el encaje de un programa de vivienda unifamiliar en dos plantas con una planta sótano destinada a garaje.

La casa se sitúa en un entorno privilegiado sobre la misma ribera de las marismas de Joyel. El arquitecto orienta la casa buscando las magnificas vistas y encarama la casa sobre un pequeño altozano de roca existente en la parcela lo que exige el acceso a la vivienda a través de una escalera semicircular que se traza con el mismo radio que el perímetro de la casa, integrándola en el mismo juego.

El programa se desarrolla entorno al centro de la circunferencia que para dotar de mayor énfasis al esquema de planta es ocupado por una escalera de caracol que permite la comunicación vertical entre las plantas. Los materiales utilizados son el hormigón armado para la estructura y el ladrillo caravista de color claro en las fachadas.

La utilización del marcado esquema geométrico en la vivienda hay que contextualizarla dentro de una investigación más amplia que el arquitecto desarrolla en su trayectoria profesional mediante la utilización de la geometría como elemento aglutinador de diferentes programas funcionales, fundamentalmente residenciales y que se puede observar en otros trabajos del autor basados en la adaptación de estas geometrías básicas para la resolución de los diferentes programas acometidos, ya sea a través de la cruz (las torres 3X en Laredo), el hexágono (apartamentos turísticos Richelieu en Laredo) la hache (bloque de viviendas en Ampuero) ó la y griega (torres de viviendas en Santander) etc.

La casa Barrenechea es uno de los pocos ejemplos construidos de vivienda con estructura circular que se pueden encontrar en la Región, aunque existen algunos antecedentes como son los desarrollados por Ricardo Lorenzo unos años antes, pero que no llegaron a materializarse, como los proyectos de la casa Cendreros (1960) y de la promoción de casas circulares (1962), todos basados en la manipulación del circulo como estructura compositiva de las plantas.

19/03/2018

43.480034,-3.541533

Colegio San Agustín

EDIFICACIÓN DOCENTE

Avda. de Pontejos 27

Ricardo Lorenzo García y Juan José Resines del Castillo

Comunidad de los R.R. P.P. Agustinos/1973

Mercedes Cobo Sánchez

 

La comunidad de los Padres Agustinos encarga a los arquitectos Ricardo Lorenzo García y José Resines del Castillo, la construcción de un complejo escolar en una zona de Santander donde no existía ninguna Unidad Escolar, para poder continuar con su labor docente en unas instalaciones mayores.

El proyecto alberga, además de las dependencias y anexos docentes, una iglesia y una residencia para los padres agustinos, la cual debe lo más alejada posible del resto, buscando una mayor independencia.

Dadas las características geométricas y físicas del solar se proyecta una construcción lineal en la dirección Este-Oeste, que tiene por objeto lograr la máxima longitud en su fachada Sur, unos 150m, a la que se abren la mayoría de las dependencias que se proyectan. En líneas generales puede decirse que las zonas de enseñanza se ubican en este cuerpo de edificación lineal, y que la capilla y la residencia se desarrollan en otro cuerpo de edificación que forman una «L» con el primero, al Este del conjunto, quedando esta zona más separada del resto.

En la construcción se definen claramente tres cuerpos de edificación escalonados en planta hacia en Sur, cuyo objeto es lograr que las zonas de trabajo y las dependencias más importantes tengan siempre una fachada al sur y otra al Este y al Oeste.

En planta sótano, además de almacenes y servicios generales, se sitúan los patios de recreo cubiertos, que quedan protegidos del viento Norte con una sencilla adaptación del terreno.

En líneas generales aparecen tres zonas diferenciadas por usos:

En la zona Oeste se sitúan las aulas, siempre organizadas por edades (los más pequeños en planta baja) y evitando mezclar locales de distintas áreas en las mismas zonas.

En la zona centro se colocan las dependencias dedicadas a trabajos y actividades comunes, como actividades técnico-profesionales, cafetería, comedor, sala de padres, salas de alumnos, etc., que, sin parecer incorporadas a una zona concreta, faciliten el acceso desde todas. Para proporcionar una buena iluminación en estos espacios amplios, se proyectan patios interiores, a modo de jardines, que creen un ambiente agradable y fresco.

Por último, en la zona Este, además de los despachos se sitúa la residencia de la comunidad y la capilla, que constituye una unidad arquitectónica en sí misma. La capilla está dividida en un pequeño espacio de culto para diario y un espacio mayor, separado con mamparas, que sirve de teatro. Ambas zonas unidas forman una capilla de tamaño adecuado para dar servicio a la zona residencial en la que se ubica el conjunto.

Es un proyecto que se desliga del neoclasicismo y regionalismo imperante, y que asume las teorías del Movimiento Moderno, con la horizontalidad como esquema básico de composición, la cubierta plana, la curva con un gran peso escultórico, la utilización de ladrillo caravista con gran valor expresivo y su flexibilidad para las nuevas formas, volúmenes macizos y vacíos, etc.

19/03/2018

43.478724,-3.792293

Porras, Fernando y Soriano, Federico (1990). » Ricardo Lorenzo 1927-89″. Colegio Oficial de Arquitectos de Cantabria, Cantabria, Circus, pg. 89 a 91.

Archivo municipal de Santander_ Legajos: 1164, nº 1 y nº2

Archivo del C.O.A.CAN.

Iglesia de la Virgen del Faro

EDIFICACIÓN RELIGIOSA

c) Inés Diego de Noval 6. Cueto. Santander

Jaime Carceller Fernández

Ayuntamiento de Santander/1966

Mercedes Cobo Sánchez

 

La Iglesia de la Virgen del Faro es un destacado ejemplo de arquitectura religiosa contemporánea que se encuentra situada en el barrio de Cueto, sobre terreno municipal. El proyecto fue redactado por el arquitecto D. Jaime Carceller Fernández, el cual contó con un escaso presupuesto de un millón de pesetas (unos 6.000 euros). Se trataba de proyectar un recinto de oración ecuménico, dirigido a acoger a personas extranjeras de diferentes confesiones que pudieran estar alojadas en el vecino camping.

La propuesta del arquitecto fue muy audaz. Lo más emblemático es su cubierta, una lámina de hormigón armado que es a la vez estructura y cerramiento, y que alcanza los 10 metros de altura en su centro. Está formada por seis paraboloides hiperbólicos, con los que se cubre el espacio atendiendo al mismo carácter que responde la planta, sin focalizaciones. Su imagen sería la de una «gran carpa» que acogiera a todo aquel que deseara entrar. Además de su potente imagen, esta estructura resultaba barata, resistente, y proporcionaba la máxima amplitud interior, sin pilares ni columnas exentas. Se puede observar la influencia del arquitecto español afincado en México, Félix Candela. Los arquitectos José Enrique Ruiz-Castillo Ucelay y Ricardo Urgoiti fueron becados por la Fundación March para trabajar en Cubiertas Ala, la empresa de Candela en Méjico;  de vuelta en España crearon Construcciones Laminares , s.l, empresa que colaboró con Carceller en dicha obra.

La geometría de la planta es un hexágono, inscrito en una circunferencia de 30m de diámetro, dando lugar a un espacio uniforme, sin focos principales, que respondía al carácter de lugar de oración inter-religioso. Atendiendo a este propósito, la iglesia no fue dedicada a ninguna figura del santoral y en su interior únicamente aparece un Cristo crucificado, en madera, obra del escultor Jesús Otero.

Los huecos que forman la superficie curva de la cubierta entre los apoyos están cerrados mediante un sistema mixto; en la zona inferior se ha realizado un muro de ladrillo caravista, rojo en el exterior y amarillo en el interior, en el que se marcan los tendeles, dejando las llagas a hueso. En cuatro caras de las seis caras existía sobre este cerramiento una cristalera destinada a la iluminación interior. De las otras dos caras, una se destina a la entrada, y otra última cara ciega forma la espalda del altar. En su interior se conserva una base para el altar en forma de gradas realizadas en ladrillo, el altar, un ambón y una peana para el sagrario de hormigón armado.

Por desgracia, esta capilla se fue degradando rápidamente, con graves problemas de aluminosis en su estructura. Finalmente, en 2003, el Obispado de Santander encomendó su restauración a los arquitectos D. Pedro Fernández Lastra y D. Eduardo Cabanas Moreno, los cuales respetaron en gran medida su diseño original. Se abrió de nuevo al público en 2009.

23/03/2018

43.484888,-3.804032

BIEN INVENTARIADO (BOC 27/03/2001)
Disponible en: https://boc.cantabria.es/boces/verAnuncioAction.do?idAnuBlob=163840

«Descripción
La Iglesia de la Virgen del Faro se ubica en la calle Inés del Noval, de Cueto, en el término municipal de Santander.
Se trata de un edificio con forma de hexágono en planta e inscrito en un círculo de 30 metros de diámetro. Consta de una sola altura que conforma un único espacio interior de 10 metros de altura en su centro. En su cara norte se adosa un pequeño volumen que en su día albergó la sacristía y unos baños. Su original cubierta está constituida por una lámina de hormigón que forma paraboloides hiperbólicos, y es a la vez estructura y cerramiento. Los huecos que forman la superficie curva de la cubierta entre los apoyos están cerrados mediante un sistema mixto; en la zona inferior se ha realizado un muro de ladrillo cerámico cara vista con un armado a base de sogas y tizones, resaltando estos últimos, y en el que se destacan los tendeles, dejando las llagas a hueso. El color del ladrillo es amarillo en el interior y rojo en el exterior. En cuatro caras existía sobre este cerramiento una cristalera destinada a la iluminación interior, pero disponiendo de un modo especial el cerramiento
de la entrada y llevando a cabo un cerramiento ciego de ladrillo en la sexta cara, que se dispone en la espalda del altar. En su interior se conserva una base para el altar en forma de gradas realizadas en ladrillo, el altar, un ambón y una peana para el sagrario de hormigón armado.
Representa, tanto por su planta hexagonal como por su cubierta de lámina de hormigón, una tipología formal y estructural muy singular en Cantabria, que ha de ser objeto de puesta en valor y conservación.»

 

Alonso Ortiz, Luis Alberto(2005) «Arquitectura religiosa en Cantabria. 1956-1970 cambio litúrgico y Modernidad», Curso de doctorado, Universidad Politécnica de Madrid

VV.AA. (2014) «Santander, mirar y ver… matemáticas, arquitectura e historia», Santander, Ediciones Universidad Cantabria.

Iglesia de la Bien Aparecida

EDIFICACIÓN RELIGIOSA

c) Alto de los Leones 2

Gabriel de la Torriente Rivas

Obispado de Santander/1956

Mercedes Cobo Sánchez

Este conjunto parroquial se encuentra situado entre la calle Vargas y la calle Alta, con entrada por la Calle Alto de los Leones que las comunica. Se trata de un solar en ladera, lo que obligó a disponer la iglesia sobre un zócalo de planta baja, elevada sobre la rasante de la calle Vargas, con la particularidad que por debajo de la planta de la iglesia hay locales comerciales.

Cuando se construye esta iglesia, el solar se encontraba mucho más apartado del centro de la ciudad de lo que está ahora, en una zona que en los años cuarenta había experimentado un fuerte crecimiento de población. Sin referencias próximas, el arquitecto Gabriel de la Torriente proyecta un espacio religioso prescindiendo de sus alrededores, optando por una arquitectura moderna, donde la simplicidad y la funcionalidad rigen su diseño, entendiéndose como una vuelta a las fuentes primitivas de la vida religiosa.

Aprovecha las ventajas que ofrecen los nuevos materiales y sistemas constructivos, no solo en lo técnico sino también en lo económico, tal y como lo deja reflejado en la memoria del proyecto.

Esta iglesia parroquial es el primer edificio religioso de Santander que rompe con la tradición de iglesias historicistas. Para alejarla de adjetivos que se asociaban a este nuevo estilo arquitectónico, como frío o esterilizado, se recurre a la buena artesanía de los oficios, con una clara intención expresiva en la estructura y en la combinación de materiales, y al empleo de otras artes, como mosaicos y escultura, que participa ya de la plástica moderna.

La iglesia se coloca en un eje perpendicular a la calle Vargas, buscando la mayor expresividad dentro de la urbanización, accediéndose a través de un atrio cubierto. La torre se sitúa en un extremo, a modo de campanil. La planta de la iglesia mantiene los esquemas tradicionales. Se trata de una planta basilical de tres naves, la central con mayor altura, con crucero y ábside de planta trapezoidal. Sin embargo en el interior se suprime cualquier formalismo historicista, sin adornos superficiales. Su estructura de pórticos transversales de hormigón armado se dejan vistos en el interior, a modo de esqueleto, con pilares de sección variable para una mayor esbeltez. El arquitecto coloca en los huecos unos prefabricados de hormigón a modo de vidrieras, de geometrías abstractas, que proporcionan una luminosidad matizada. El muro del presbiterio se destaca con un chapado de paneles de madera donde aparece el Cristo y la Virgen de la Bien Aparecida, patrona de la región.

Sin embargo, en 1992 se promueve una reforma de la iglesia financiada con la venta de parte del solar, donde se enmascaran pilastras, entablamentos e incluso la torre campanario, con los lenguajes historicistas de los que se huyó en su origen.

19/03/2018

43.458492,-3.824476

Alonso Ortiz, Luis Alberto (2005) «Arquitectura religiosa en Cantabria. 1956-1970 cambio litúrgico y Modernidad», Curso de doctorado, Universidad Politécnica de Madrid.

Archivo municipal de Santander_ Legajo I-56, nº5

Viviendas de los maestros

RESIDENCIAL VIV. COLECTIVA

Avda. de Valdecilla 27

Fernando Cuerno Cabrero

Cooperativa Montemar (Manuel Pérez García)/1979

Mercedes Cobo Sánchez

 

La Cooperativa Montemar promovió la construcción de 170 viviendas y garajes para sus miembros, casi todos profesores estatales de E.G.B., en un solar propiedad de la «Unión Cervecera Española», con un programa preestablecido que requería viviendas de distintas superficies y distintos programas, dejando a criterio del proyectista la decisión del número de plantas a edificar.

El arquitecto encargado, Fernando Cuerno Cabrero, decide entonces proyectar cinco bloques de once plantas sobre rasante y tres bajo rasante, lo cual le permite liberar de edificación grandes zonas de solar. Un valor a destacar en este proyecto es la urbanización. Aparecen zonas ajardinadas y espacios reservados para personas de edad y un amplio uso del solar para juegos infantiles.

Los cinco bloques están agrupados a su vez en tres volúmenes, elevados mediante «pilotis» sobre un zócalo a dos niveles orientado al sur, organizados en torno a un gran espacio central que se convierte en el principal lugar de relación de los vecinos.

Desde la cooperativa se consideraba imprescindible la construcción de sótanos con garajes individuales y trasteros en conexión con los mismos, por lo que el arquitecto proyecta las tres plantas de sótano uniendo a todos los bloques y manifestándose exteriormente en el zócalo del conjunto. Se accede a ellos a través de una calle interior privada con acceso desde el lado Norte de la parcela, disponiendo de iluminación natural a través de grandes luceras que además poseen un valor plástico y geométrico a destacar en la urbanización.

Todos los bloques son distintos en planta y alzado, con cuatro viviendas por plantas, tres y dos. Además se desarrollan cuatro tipos de viviendas que van desde las mayores de 150m2, con cinco dormitorios, hasta las más pequeñas, de 105m2 con tres dormitorios. Toda esta variedad da como resultado un potente conjunto de volúmenes de gran riqueza plástica y vibración, con un gran juego de entrantes y salientes en fachada, que buscan la posición de mejor asoleamiento y un mayor perímetro para apertura de huecos.

Las fachadas son de paneles prefabricados de hormigón, en las que destaca el color de las carpinterías de madera y las masas vegetales de las jardineras.

15/03/2018

43.454690,-3.831752

Archivo municipal de Santander_ Legajos 2454, 2455 y 2456

Edificio Capitol

RESIDENCIAL VIV. COLECTIVA

c) San Fernando 50-52

Ángel Hernández Morales

D. Florencio Gómez Cuétara/1959

Mercedes Cobo Sánchez

 

Este edificio de 41 viviendas y locales comerciales, construido en 1958, se encuentra ubicado en la intersección de la calle San Fernando y la calle Alonso. Posee una altura de 8 plantas más planta baja, entreplanta, un ático enrasado en fachada y un segundo ático retranqueado una crujía. En planta, realmente se trata de dos sub-bloques independientes, cada uno con dos viviendas longitudinales norte-sur, articuladas en torno a un patio central de 5x5m, zona donde también se sitúa el núcleo de comunicaciones. Son viviendas amplias, de cuatro y cinco dormitorios, dedicándose uno de ellos al servicio. En la distribución de la planta se acerca esta zona de servicio al comedor, independizando el salón, y alejando lo más posible la zona de dormitorios.

Para entender la planta baja y entreplanta, tanto en su fachada como en su distribución, debemos conocer que en este edificio se albergó una sala cinematográfica, el magnífico cine Capitol, con un aforo de 1300 personas distribuidas entre el patio de butacas y el graderío. Esta sala constituyó una pieza cultural clave de la vida santanderina y que estuvo funcionando desde 1963 hasta el año 2002, superando en 1978 un incendio que lo arrasó completamente.

Este proyecto realmente es una modificación de un proyecto previo que D. Ángel Hernández Morales redactó en 1956. En el primer proyecto el bloque albergaba 40 viviendas y locales comerciales, tenía una altura menos y no existía la sala cinematográfica. Enseguida surgieron dificultades en la cimentación, lo cual motivó un fuerte retraso en las obras y un encarecimiento del edificio. Buscando una compensación económica, se volvió a encargar al arquitecto la redacción de un segundo y definitivo proyecto, con una planta más y que incluyera una sala cinematográfica en la parte norte del solar que había quedado libre, con la condición de que se pudiera acceder desde ambas calles.

La aparición del cine llevó a una reordenación de espacios. En primer lugar, los vestíbulos principales ocuparon parte de la planta baja y del entresuelo, con lo cual, las cuatro viviendas que en el primer proyecto se situaban en el entresuelo, fueron desplazadas a una planta superior.

En cuanto a la composición de fachadas, la principal de la calle San Fernando no presenta prácticamente variación, a excepción de que la entrada del cine ocupaba las dos alturas de planta baja y entreplanta, para destacar su presencia. Posee grandes y continuas terrazas protegidas de la lluvia con paramentos acristalados en su lateral oeste. Sin embargo, la fachada oeste sí varía respecto al primer proyecto. Para mejorar dicha orientación, el arquitecto utiliza giros de fachada al sur en cada hueco, con lo que consigue: proteger a las ventanas de las lluvias, mejores vistas hacia la calle San Fernando, y una mayor luminosidad. Esta solución supone un enriquecimiento formal y técnico indudable con respecto al proyecto original.

15/03/2018

43.459648,-3.823116

Archivo municipal de Santander_ Legajo 2732 Nº 93

https://escenasdesantander.blogspot.com.es

www.eldiariomontanes.es/culturas

Vivienda director Nestlé

RESIDENCIAL UNIFAMILIAR

DS PENILLA-DISEM 195 Polígono 2 Parcela 66 SAN ANTONIO

Ricardo Lorenzo García

Sociedad NESTLE A.E.P.A./1961

Mercedes Cobo Sánchez

Esta vivienda unifamiliar fue construida para el director de la fábrica N.E.S.T.L.E. ubicada en La Penilla. Fue encargada al arquitecto Ricardo Lorenzo García, en una parcela próxima a la propia fábrica, destacando en la ladera de un monte cercano con orientación oeste.

Desde la propiedad fue impuesta la necesidad de que la vivienda se desarrollase principalmente en una planta elevada sobre el nivel del suelo, proporcionándose mayores vistas sobre la ladera y una mayor presencia desde la carretera de acceso. En la memoria del proyecto, Ricardo Lorenzo deja constancia de que el desarrollo de la vivienda en dos plantas es una imposición, cuya consecuencia directa es que no haya podido lograrse una perfecta adaptación al terreno, ya que la construcción del edificio obliga a excavaciones y desmontes que con otro punto de partida podían haber sido reducidas considerablemente.

La vivienda es resuelta al fin con gran maestría, desde un vocabulario racionalista, con cubierta plana, espacios diáfanos, cuidada modulación y composición de fachadas, con huecos de suelo a techo, y uso de materiales pétreos de fachada en paramentos interiores.

Los necesarios muros de contención del terreno, de mampostería concertada en forma de «lajas», definen la carretera de acceso, los límites de la parcela y la propia casa, a la que entran formando parte de sus cerramientos. Se diría que la planta superior, que contiene el grueso del programa, descansa sobre este basamento pétreo.

Además de este dominio de materiales, la vivienda se estructura como dos volúmenes o cubos adosados, pero con un ligero desplazamiento de uno respecto del otro. Es en este punto central donde tiene lugar el acceso, quedando el volumen norte destinado a garaje, escalera, instalaciones y bodega, y el volumen sur a dos dormitorios con zona de juego y aseo, con una superficie aproximada de 160m2.

La planta superior es algo mayor, de 230m2, quedando ya los dos cubos perfectamente definidos. El volumen norte alberga la sala de estar, comedor, cocina, oficio, biblioteca y escalera, quedando el volumen sur destinado a la zona de dormitorios y baños.

En esta vivienda se observa el gran dominio del arquitecto en el diálogo que mantiene el exterior con el interior. Se percibe en pequeños detalles como el pequeño patio ajardinado que acompaña a la escalera en la planta de acceso, o en la solana que aparece en la fachada principal a la que se accede desde los dormitorios. Pero donde ese diálogo se hace mayor es en el acceso a la vivienda, que se produce en el desplazamiento de los volúmenes y más retranqueada aún. Este juego compositivo es realzado con la prolongación del pavimento exterior hacia gran parte del interior de la casa, o con el entrante que aparece en su fachada trasera. Por último, destaca la disposición de la terraza que acompaña al salón y al comedor, con fachadas acristaladas de suelo a techo desde el interior, pero cerrando su visión hacia la fachada principal, con un muro exterior ciego, prolongación de la fachada oeste y que define claramente el volumen norte.

23/03/2018

43.319678,-3.888744

Abascal-Teira, E. y Santamaría Muñoz, P.J. (1997), «La casa en Cantabria 1920-1995», Santander, Colegio Oficial de Arquitectos de Cantabria, pg. 120.

Archivo Ricardo Lorenzo, Colegio Oficial de Arquitectos de Cantabria

Iglesia Seminario Menor de San Luis

EDIFICACIÓN DOCENTE

DS Argomilla-Disem 168 Polígono 8 Parcela 123, La Puente_39626 Santa María de Cayón

José Manuel Bringas Vega

Obispado de Santander/1960

Mercedes Cobo Sánchez

Cuando el Obispado se está planteando aumentar la capacidad del seminario de Corbán, aparece la donación de una magnífica parcela de 35.0000 m2 en Argomilla de Cayón. Se encarga el proyecto del colegio Seminario menor al arquitecto José Manuel Bringas, el cual propone un espacio religioso en el nuevo seminario radicalmente diferente a los diseñados por él hasta entonces, con un lenguaje y repertorio formal y moderno.

El seminario menor dispone de pabellones de cocinas, aulas, aseos, residencia de estudiantes, de profesores… y por supuesto una iglesia. El conjunto se articula en torno a un pabellón central, de eje norte-sur, al que se van adosando el resto de pabellones, independientes en uso, en forma de espina de pez, con corredores cubiertos en planta baja.

El volumen central se destina a residencia de estudiantes y muestra desde la entrada una gran potencia y presencia. Tiene 12m de anchura y 100m de longitud, con 6 plantas de altura. Sus testeros son ciegos revocados y en sus fachadas se hace visible su estructura de hormigón armado, que la ordena a modo de retícula, con paños llenos, de ladrillo rojizo, y paños vacíos, acristalados.

En el centro de su fachada oeste (acceso principal), se adosa directamente el volumen de la iglesia, situándose en una planta inferior los comedores y otros usos comunes. La pieza de la iglesia tiene un gran protagonismo en el conjunto, con empleo de nuevas formas y destacando por su color blanco. Todos los pabellones poseen cubiertas de faldones inclinados de teja, a excepción de la iglesia, de la nave abovedada. Los muros de fachada se escalonan, recordándonos la iluminación indirecta de la capilla de «Las Aquinas» en Madrid (obra de García Paredes y de la Hoz de 1954), aunque esta vez el acristalamiento se prolonga también en la esquina, con lo que la iluminación pasa a ser directa a la nave.

Destaca también el presbiterio al exterior con un volumen algo más alto que el resto de la iglesia. Su fachada exterior, algo curvada, recibe una luz indirecta que proviene de dos esbeltas vidrieras laterales no visibles por los fieles. Por último, su cubierta es un plano inclinado. Los paramentos interiores están revocados, y el techo de la nave se traza con una bóveda rebajada terminada en madera. Se observan influencias de Fisac en las entradas de luz lateral del presbiterio y el cierre exterior curvado a la iglesia de Arcas Reales de Valladolid (1952), declarada B.I.C. en 2011.

En 1975 las instalaciones dejaron de utilizarse, siendo trasladados los seminaristas al seminario de Corbán. Hoy en día se encuentra totalmente abandonado y en un lamentable estado de conservación, con sus paredes llenas de grafiti y de marcas de partidas de paintball.

23/03/2018

43.307161,-3.893696

Alonso Ortiz, Luis Alberto (2005) «Arquitectura religiosa en Cantabria. 1956-1970 cambio litúrgico y Modernidad», Curso de doctorado, Universidad Politécnica de Madrid.

Conjunto Parroquial de San José

EDIFICACIÓN RELIGIOSA

c) Eusebio Gómez 17

Emilio Mª de la Torriente Castro

D. Eusebio Gómez y Dª Justina Berdia López/1963

Mercedes Cobo Sánchez

 

El aumento de población en los años sesenta, hace necesaria la construcción de una iglesia en esta comarca, que se sitúa en Sarón, junto a la carretera de Villacarriedo, desde la que se accede.

Se encarga al arquitecto Emilio Mª de la Torriente el proyecto de un conjunto parroquial, formado por la iglesia propiamente dicha, un recinto de catequesis o sala de actos, la vivienda del párroco y el recinto externo procesional. El proyecto tiene una gran singularidad en sus formas, por lo que el arquitecto tuvo que defenderlo, inaugurándose finalmente en 1966.

En el conjunto destaca la esbelta torre de hormigón armado, situada al norte y adelantada respecto de la iglesia. Está formada por seis pilares entrelazados con vigas en una composición helicoidal hasta el cuerpo hexagonal de troneras, de cuyos vértices nacen muros radiales en un diseño que recuerda la torre de la iglesia de las Tres Cruces en Imatra, de Alvar Aalto (1955-1958).

Un atrio constituye el elemento de unión de todo el conjunto parroquial, enlazando el campanil exento con el acceso a la iglesia, prolongándose al sur hasta el salón de actos o catequesis, y después, mediante un voladizo, hasta la vivienda del párroco. La sala de catequesis tiene forma de concha y está enlazada, tanto interior como exteriormente, con las dependencias y oficinas parroquiales y la vivienda del párroco.

La iglesia es, lógicamente, el elemento más importante. Tal y como lo describe el propio arquitecto en la memoria del proyecto: «la iglesia tiene forma de campana». La zona de agarre sería el presbiterio y el filo la zona de acceso. Ya en el interior de la iglesia, se sitúa el baptisterio a la derecha y una pequeña capilla a la izquierda. El acceso está situado en el eje central, con bancadas a ambos lados, colocándose el púlpito a la izquierda y confesionarios y coro, en planta alta, a la derecha.

La volumetría de la forma en planta de campana, al exterior, se delimita con dos esbeltos muros curvos de ladrillo, de perfil ascendente, que le confieren un gran protagonismo. Entre los dos muros, una cubierta en cascada permite el paso de la luz a la nave por dos fajas de vidrieras de colores, y desciende hasta la fachada curva y acristalada del acceso. Sin embargo, en su interior descubrimos que los muros no son estructurales. Poseen una única función de cerramiento, perforándose interiormente e incluso desapareciendo. En el interior destaca una potente estructura porticada de hormigón dispuesta en una malla ortogonal que soporta la cubierta. El techo va ascendiendo hasta el altar, la parte más importante de la iglesia, donde destaca por su gran altura interior y por una luz cenital que el arquitecto describe como «dramática».

23/03/2018

43.322702,-3.852593

Alonso Ortiz, Luis Alberto (2005) «Arquitectura religiosa en Cantabria. 1956-1970 cambio litúrgico y Modernidad», Curso de doctorado, Universidad Politécnica de Madrid.

Archivo del C.O.A.CAN.