Capilla Nuestra Señora del Carmen

EDIFICACIÓN RELIGIOSA

c) Constitución 15 B

Ramón Lavín del Noval (atribuida)

/1957

Cristina Fuertes Gandarillas

 

La reparación de la ermita fue el pretexto para ampliarla incorporando estructuras de hormigón armado que garantizasen un fácil mantenimiento.

La geometría del solar, muy forzada para planear una ampliación, es un triángulo muy agudo definido por dos calles a diferente cota y una medianería. La implantación fue sencilla: una sola nave con ocho cuerpos, el acceso en el vértice y el altar apoyado en el muro medianero. Los cuerpos se ensanchan con el solar y se cubren a dos aguadas, de manera que las cumbres van escalonándose mientras permiten penetrar la luz. Interiormente, a la vez que se avanza hacia el altar, la iglesia gana en anchura y en altura. Para evitar apoyos interiores, las dos aguadas se resuelven con faldones apoyados en cerchas de hormigón armado y directriz quebrada que cargan en los machones de fachada que van resolviendo los recrecidos entre cada cuerpo de nave.

Los elementos estructurales se convierten en el cierre de fachada en los tramos de testero visibles al elevarse el tejado; por los huecos de estas cerchas entra la luz al templo. En el caso de los dos últimos cuerpos que se igualan en altura la cercha central se manifiesta en el interior; y en el muro medianero la cercha mantiene los huecos de entrada de luz, pero se aumenta su canto para formar el cargadero y la embocadura del presbiterio.

La única luz natural que se introduce al templo lo hace por los huecos de las cerchas de cubierta; esta y la presencia evidente de esta estructura caracterizan el interior de la capilla de Mataporquera. Los muros limpios, la presencia de la piedra reutilizada de la antigua ermita en los muros transversales como si fuesen contrafuertes, la renuncia a cualquier referencia de estilo y la inmediatez de la solución constructiva, confieren a este espacio un carácter industrial.

El exterior muestra las contradicciones del momento, con una fachada de ladrillo caravista donde destaca una desproporcionada cruz blanca perforada en el centro para colocar la campana. Quizá para evidenciar el uso se colocó un pináculo de hormigón rematando cada uno de los machones transversales de piedra.

Según el doctorado de Luis Alberto Alonso Ortiz «No está documentada la autoría del proyecto conservándose los planos de obra sin firmar. Se atribuye la obra al arquitecto Ramón Lavín del Noval, pudiendo haberse proyectado por los servicios técnicos de las empresas locales, Cementos ALFA, UNQUINESA y Ferrocarriles de La Robla, cuyos directivos fueron miembros de la comisión para la reforma de la capilla, aportando además dinero, materiales y mano de obra. Podrían ser soluciones estructurales habituales de sus naves.»

23/03/2018

42.873734,-4.163422

Alonso Ortiz, Luis Alberto (2005) «Arquitectura religiosa en Cantabria. 1956-1970 cambio litúrgico y Modernidad», Curso de doctorado, Universidad Politécnica de Madrid.

Archivo parroquial de Santa Eulalia Mártir de Mataporquera.

Hotel La Corza Blanca

EDIFICACIÓN HOTELERA O TURÍSTICA

Poblado Brañavieja 2, Hermandad de Campoo de Suso

Ángel Hernández Morales

CANTUR/1962

Cristina Fuertes Gandarillas

 

Desde su cargo en la Diputación, Morales participa en la construcción de numerosas dotaciones en pequeños núcleos de la región, consultorios rurales, casas de cultura, etc. Interviene directamente en el desarrollo turístico de las comarcas de Liébana y Alto Campoo, teleférico de Fuente Dé y sus equipamientos complementarios, como la ordenación de la estación de esquí de Brañavieja y la construcción de sus servicios.

Se construye el hotel fiel a sus principios y preferencias materiales: volumen único, cubierta de hormigón a dos aguas acabada en pizarra y madera en basto recubriendo la fachada recordando a la arquitectura nórdica. Con movilidad de planta y cubierta característicos del movimiento moderno. En 1965 se proyecta la pieza en L y en 1966 y 67 se añade al proyecto el volumen de la cafetería. La cubierta en su aguada norte aparece con un voladizo sorpresivo en las últimas fases de proyecto. La terraza de la cafetería nos recuerda la horizontalidad aún no perdida en la fachada sur, al abrigo de las dos fachadas laterales.

En los años 60 su obra alcanza su plenitud. En cada proyecto, además de resolver correctamente los complejos programas planteados y la relación del nuevo edificio con su entorno, natural o construido, el arquitecto adquiere una manera de hacer arquitectura perfectamente reconocible, que pretende ser moderna sin renunciar a la tradición de la historia y del lugar, buscando ejemplos, mirando al norte, con cierto paralelismo con la arquitectura racional orgánica.

Sus recursos compositivos son la repetición, la modulación, las simetrías parciales, la composición entre partes opacas y transparentes, pesadas y ligeras.

Su obra se caracteriza por el rigor y sinceridad constructiva utilizando indistintamente los viejos y los nuevos materiales, la piedra y la madera, el hierro y el cristal, las cubiertas de madera y las finas membranas de hormigón. Manipula los materiales, buscando texturas en los paramentos, mamposterías, ladrillos pintados, entablillados, cubiertas de pizarras o tejas planas…materiales e incluso formas, que tienen a veces su origen en arquitecturas de montaña.

Su obra, al margen de su valor intrínseco, es hoy un punto de referencia obligada para os que pretendemos intervenir en el territorio de nuestra región.

23/03/2018

43.034810,-4.357601

Fernández-Abascal Teira, Eduardo y Santamaría Muñoz, Pío Jesús (1994):»Ángel Hernández Morales. Razón biográfica, personal y profesional», Revista BAU, 11, Valladolid, COAL/ COACyLE

VV.AA. (2008). I Edición premios de arquitectura ARQAno «Ángel Hernández Morales, arquitecto». Valladolid, COAL, COAG, COAA, COACAN y COACYCLE, pp. 91-97

Allende Valcuende, Jesús Ángel (2000): «Arquitectura moderna en Campoo», Cuadernos de Campoo, 22, Casa de la Cultura Sánchez-Díaz/Ayuntamiento de Reinosa.

Remolina, J.M. 2011. Pautas para la interpretación de la arquitectura de Ángel Hernández Morales (1911-2008), CEM

Viviendas Torres Quevedo

RESIDENCIAL VIV. COLECTIVA

Avda. de Torres Quevedo 19

Ricardo Lorenzo García

/1978

Jorge Villamor Cantera

 

Este bloque de viviendas, proyectado por Ricardo Lorenzo García en la calle Torres Quevedo en el año 1978, se puede considerar como una excepcionalidad poco conocida en el conjunto de su obra y en el entorno del barrio de Cazoña en el que se encuentra.

Situado en una zona elevada de ese barrio, sobre un zócalo de garajes que absorbe el desnivel de la parcela, orientado a sur y con una gran zona verde a sus pies, este edificio de estructura de hormigón y doce plantas de altura puede pasar desapercibido si no fuera por el interés que despierta su esquema de planta. Un esquema en hache con una apertura sutil desde el núcleo de escaleras y ascensores hacia la orientación este y oeste, permitiendo a las cuatro viviendas que tiene por planta tener una orientación norte-sur. Con este recurso tan ingenioso y que bebe directamente de la arquitectura residencial de Hans Sharoun, se consiguen viviendas mucho más iluminadas, ventiladas y, en general, de una mayor calidad que las que se obtendrían con el esquema tradicional de torre.

Estas viviendas, de superficie similar, pero con dos tipologías diferentes según se encuentren en el sur o en el norte de la hache, constan de salón-comedor, cocina, tres dormitorios, baño y aseo. Las primeras se estructuran a través de un salón pasante y un pequeño pasillo mientras que las segundas se estructuran a través de un pasillo en forma de ele.

A pesar de que en estas viviendas no se reflejan los tradicionales juegos volumétricos y las geometrías curvilíneas tan propias de la arquitectura de esta época de Ricardo Lorenzo, sí se mantienen las carpinterías tan propias de él, el uso de materiales cerámicos en las fachadas y la sutileza en el tratamiento del remate superior de la torre.

20/03/2018

43.457226,-3.841086

Fernández-Abascal Teira, Muruzábal Sitges, Ausúcua García, Venegas Pérez, Villamor Cantera (2012): «Registro de Arquitectura Moderna en Cantabria 1. La vivienda colectiva», Santander, Colegio Oficial de Arquitectos de Cantabria.

Viviendas Menéndez Pelayo

RESIDENCIAL VIV. COLECTIVA

Paseo de Menéndez Pelayo 10.

Juan José Rasines del Castillo

/1965

Jorge Villamor Cantera

 

Este discreto, pero muy interesante edificio de viviendas de ocho plantas, estructura de hormigón y acabado en ladrillo caravista, fue proyectado por el arquitecto Juan José Resines del Castillo en el año 1965. Se encuentra situado en la esquina noreste de la manzana delimitada por el paseo de Menéndez Pelayo y las calles Sol, Valliciergo y Lope de Vega de Santander, en un entorno donde la tónica general son los bloques de vivienda colectiva en manzana cerrada y con un gran número de comercios y bares en los bajos. Precisamente, en la planta baja del edificio, hay un bar en la esquina y una pequeña galería comercial actualmente en desuso.

De las fachadas cabe destacar la utilización del ladrillo caravista, el enfatizado de los pasos de forjado y del remate del edificio. De esta forma se resalta la composición por estratos horizontales que, junto con los entrantes y salientes de las terrazas y los juegos de volúmenes producidos, dotan al conjunto de una gran plasticidad.

Las treinta y dos viviendas que forman el edificio se insertan en la parcela siguiendo su perímetro y creando así un patio interior de generosas dimensiones para uso de los vecinos. En planta, las viviendas se organizan entorno a dos escaleras con accesos desde las calles Sol y Menéndez Pelayo diferenciándose, a su vez, la tipología y tamaño según pertenezcan a una u otra escalera. En total, hay tres tipos diferentes de viviendas siendo las de la calle del Sol más modestas que las que dan al paseo de Menéndez Pelayo.

Las viviendas de la calle del Sol, de tres habitaciones, salón, cocina-comedor y un baño, responden a un esquema en planta muy compacto en el que se minimizan los espacios de circulación mientras que, las viviendas que dan al paseo de Menéndez Pelayo, de cuatro habitaciones, salón, comedor, cocina, baño y aseo, se desarrollan de forma más lineal siguiendo un largo pasillo. En este caso, las viviendas situadas al sur del conjunto son más rectilíneas y las situadas en la esquina tienen forma de ele. Precisamente este desarrollo, junto con los dos retranqueos de la fachada respecto a la alineación de la calle, uno para permitir la iluminación y la ventilación de la escalera principal y el otro para configurar el acceso a uno de los portales, permite resolver la esquina del edificio de forma muy interesante e ingeniosa.

20/03/2018

43.465101,-3.799116

Fernández-Abascal Teira, Muruzábal Sitges, Ausúcua García, Venegas Pérez, Villamor Cantera (2012): «Registro de Arquitectura Moderna en Cantabria 1. La vivienda colectiva», Santander, Colegio Oficial de Arquitectos de Cantabria.

Edificio Noray

RESIDENCIAL VIV. COLECTIVA

Avda. de Pontejos 29

Ricardo Lorenzo García

/1978

Jorge Villamor Cantera

 

Este edificio de viviendas conocido como «Edificio Noray», proyectado por Ricardo Lorenzo García en el año 1978 a la vez que el colegio de los Padres Agustinos de Santander, es uno de sus mejores ejemplos de expresionismo plástico junto al edificio de viviendas situado en la playa de Brazomar de Castro Urdiales, en el que el ladrillo, por su nobleza e identificación con un realismo constructivo, reemplaza al gres blanco y al gresite, utilizados sobre las geometrías funcionales y abstractas de su etapa anterior más racionalista y vinculada al movimiento moderno.

En este edificio se observa una mayor recreación y exageración de las formas curvas, siendo su máxima expresión los grandes balcones orientados a sur, las terrazas de las cocinas y los áticos. Todas estas formas curvilíneas entran en juego con la propia curvatura del edificio en el solar mientras que el plano de fachada se desmaterializa convirtiendo el muro único o continuo en una piel gruesa plegada creando juegos muy expresivos de luces y sombras.

En esta época se ve un aumento del carácter plástico en todas sus composiciones y se mantiene la estructura de estratos horizontales, aunque con una diferente concepción compositiva. A la repetición de elementos superpuestos en cada nivel, repercute la aparición de bandas verticales de luces y sombras, disminuyendo la importancia de la superposición clásica. En este mismo sentido, la cornisa clásica se sustituye por una concepción del remate como cuerpos independientes situados en la parte superior del conjunto.

Las plantas mantienen la construcción moderna anterior, lo cual, aplicado a las viviendas, se reduce a aplicar los modelos aceptados inmobiliariamente en torno a cuatro escaleras y dos viviendas por cada una de ellas. Estas viviendas, resueltas con gran precisión y de generosas dimensiones, responden en su mayoría al programa tipo de salón-comedor, cocina con dormitorio de servicio, cuatro dormitorios, dos baños y un aseo. Sólo en el caso de las viviendas que rematan los testeros del edificio y los áticos se pueden observar variaciones sobre la vivienda tipo tanto en superficie como en morfología.

20/03/2018

43.478891,-3.792650

Apartamentos. Casa redonda.

RESIDENCIAL VIV. COLECTIVA

c) Valladolid 3

Ricardo Lorenzo García

José Luis del Barrio/1964

Silvia Cruz Tomás

 

En el número tres de la calle Valladolid en Suances, se ubica la conocida como Casa Redonda.

El edificio está formado por planta baja destinada a comercios y 5 plantas destinadas a viviendas, con un total de 36. 8 viviendas en las cuatro primeras plantas y 4 en la última. Esta quinta planta, gracias a la que el conjunto adquiere el nombre coloquial de «Casa Redonda», se retranquea 3 metros respecto a la alineación de la fachada del resto del edificio. Este retranqueo se aprovecha como terraza de las cuatro viviendas.

Sus muros ortogonales, quedan inscritos en una circunferencia. Su cubierta es circular y vuela ligeramente sobre la fachada. Su aspecto es rotundo ya que que el canto corresponde al del peto de la cubierta que se forma sobre ella, a la que se accede desde la caja de escaleras. El cuadrado central del conjunto contiene las comunicaciones verticales y está compuesto por 18 pilares cuadrados que sustentan la escalera abierta de piedra artificial. Dicho espacio se prolonga una planta por encima de la quinta, y posee una cubierta circular y concéntrica a la anterior con peto pronunciado para darle también entidad. Los pilares centrales del edificio sobre los que se apoya la escalera abierta, proporcionan una atmósfera teatral de pórticos en ascenso, que filtran la luz y crean un efecto de luces y sombras que recuerdan a algunas pinturas del futurismo italiano o algunas escena de la película Metrópolis (año 1927).

La estructura está formada por muros de carga de ladrillo ortogonales en 2 direcciones. Los muros parten del espacio cuadrado central de comunicaciones y dividen en cuartos la planta del edificio. Estos cuartos se subdividen en crujías menores mediante muros de carga que se alargan perpendiculares y sobresalen en fachada a modo de costillas. Esto aporta un ritmo vertical a la misma que junto con el retranqueo en las esquinas del plano de fachada genera un interesante juego de sombras. Aparecen vidrios de grandes dimensiones, tan característicos del movimiento moderno, que abarcan el ancho de la crujía. Todas las fachadas tienen el mismo tratamiento.

En planta baja, y para mayor aprovechamiento de la zona comercial, la estructura se apoya en pórticos de hormigón armado.

20/03/2018

43.434047,-4.042772

Torre de D.Borja_ Rehabilitación

EDIFICACIÓN CULTURAL

Plaza Mayor 6

Eduardo Fernández-Abascal Teira
Luis Castillo Arenal

Fundacion Santillana/1982

Silvia Cruz Tomás

 

La Torre de Don Borja es una torre medieval construida en el siglo XV, cuya arquitectura no tiene carácter defensivo, ya que fue concebida como vivienda para Don Francisco de Borja Barreda perteneciente a los Barreda. Fue adquirida más tarde por la familia Güel quien la ofreció como residencia de verano a los Borbones. Posteriormente, los descendientes la vendieron a la Fundación Santillana.

El edificio principal está formado por dos volúmenes unidos por un patio interior. A ambos lados del mismo, se adosan dos edificaciones contiguas: una al este, que pertenecía al conjunto original y otra al oeste que se adquirió posteriormente. Al primer volumen de mayor altura se accede desde la fachada orientada al sur correspondiente a la Plaza Mayor. Este acceso se enmarca bajo un soportal con dos arcos apuntados perpendiculares. En el lateral aparece el soportal perteneciente a la edificación adosada al este e incluida en el conjunto primigenio, con dos arcos de medio punto. Sobre estos, en el primer piso, se asoma a la plaza un balcón corrido. El segundo volumen es el más antiguo y está orientado al norte y al jardín.

En 1981 es fruto de una importante rehabilitación y conservación por la que se otorgó el premio de la Organización Internacional Europa Nostra 1981.

La rehabilitación tenía como objetivo unificar y dar funcionalidad a una construcción que había sido objeto de numerosas reformas y añadidos de la época siguiendo las modas del momento.

La propuesta persigue que el patio sea el elemento que articule los espacios. La Fundación adquiere el edificio contiguo en el lado este que se añade a la rehabilitación, para albergar aquellas funciones que no encuentran espacio en el edificio existente debido a sus dimensiones. Para ello se vacía y se deja como contenedor de los usos que requieren mayores dimensiones como la sala de exposiciones en planta baja, salón de actos en planta primera y biblioteca- sala de lectura en planta segunda. El edificio resultante está compuesto de planta baja, primera y segunda. La cubierta del conjunto es a cuatro aguas.

En la planta baja se ubican los usos de recepción, sala de exposiciones, seminario, almacén oficinas y todos los usos relacionados con la gestión del edificio. A todos ellos se accede desde el patio – museo que los relaciona y estructura. Las zonas de almacén y oficinas poseen además una entrada independiente desde la plaza bajo el soportal con arcos de medio punto y comunicaciones verticales privadas. Desde el patio arranca la escalera principal de comunicación a través de 2 tramos perpendiculares ubicados en el extremo noroeste del mismo. Con ella accedemos a la galería del patio de la planta primera en torno al cual se articula el salón de actos, el segundo seminario y las salas nobles y la biblioteca. Una segunda escalera de 3 tramos conecta la sala de exposiciones con el salón de actos en la parte noreste del edificio contiguo al este. En la planta primera la escalera principal se desplaza a la zona norte y mediante dos tramos paralelos se asciende a la zona de galería y patio cubierto por un lucernario de la planta segunda. Desde aquí se distribuyen los espacios de sala de lectura- biblioteca, despacho y una zona de vivienda en el lado oeste. Los dos últimos cerrados al público. En la zona de despacho, de acceso restringido, se proyecta una escalera de caracol que asciende al nivel superior de la Torre más alta generando un espacio a doble altura.

Para crear un diálogo con lo existente y dotar a los elementos arquitectónicos de sensibilidad y contemporaneidad se cambia la madera de la estructura por el hierro. Se observa en la estructura de cubierta a dos aguas que cierra la edificación contigua que actúa de soporte de la antigua Torre. Los nuevos materiales también aparecen haciendo un guiño en el lucernario que cubre el patio y en distintos espacios del edificio primigenio. El resto de estancias han intentado preservar la esencia que tenían en la antigüedad manteniendo en todo lo posible el mobiliario e introduciendo distintas obras cedidas por artistas

20/03/2018

43.390876,-4.107951

BIC Conjunto Histórico Artístico a la Villa de Santillana del Mar (B.O.E. 3-08-1943)

 

VV.AA. (1990): «PREMIOS ORTEGA FERRÁNDEZ/GONZÁLEZ ALLOZA 84-86-88″, Santandeer, Colegio Oficial de Arquitectos de Cantabria» pg.26 al 29.

Parroquia de Santa Mª de los Ángeles (Franciscanos)

EDIFICACIÓN RELIGIOSA

c) Perines 5

Luis Alústiza Garagalza

R.R.P.P. FRANCISCANOS/1966

Silvia Cruz Tomás

 

En esta época se produce un fenómeno en la arquitectura religiosa y es la voluntad de participar de la modernidad. Los nuevos materiales ofrecen numerosas posibilidades de adaptaciones en planta liberando espacio y permitiendo plantas libres con las que poder innovar en su disposición.

El conjunto está formado por una iglesia, un convento y una residencia de estudiantes. La iglesia la forman 3 plantas sobre las que reposan 4 más correspondientes al resto del conjunto.

Para el proyecto el arquitecto Luis Alústiza contaba con una parcela rectangular que daba a dos calles paralelas en sus frentes menores. Por un lado a la calle Perines y por el otro a la calle de los Indianos. Los lados mayores de la parcela correspondían a las medianeras de las viviendas que ya ocupaban parte de una manzana.

La estructura de la iglesia está compuesta de rotundos pórticos de hormigón armado de gran sección que permiten dejar la planta libre en la zona de liturgia y ordenan el espacio. En total ocho pórticos paralelos a las fachadas que lindan con las calles, cuya crujía central es casi el doble que las demás.

Los accesos al edificio se realizan desde ambas calles y están colocados en la misma posición, creando un recorrido longitudinal que sigue un eje. La zona de liturgia se coloca perpendicular a los accesos, en la zona central de la medianera norte coincidiendo con la crujía mayor. El presbiterio se eleva sobre tres peldaños semicirculares y se apoya sobre un chapado de mampostería para focalizar su atención. Para reforzar la atención se abren unos huecos en el techo de la crujía central para conseguir una iluminación cenital y se orienta el mobiliario compuesto por cuatro filas de bancos hacia la medianería del altar. Aunque no era una tarea fácil la composición del espacio ya que los accesos debían ser por ambos frentes y perpendiculares al eje litúrgico, el arquitecto consigue reforzar la posición del altar mediante estos mecanismos.

Con la necesidad de albergar a más fieles se crea un graderío en voladizo que recorre el espacio longitudinalmente frente al altar y que termina en trazado curvo. A dicho graderío se accede mediante dos escaleras exentas ubicadas a ambos lados del mismo.

Las esculturas del interior son de Jose Luis Iriondo, franciscano.

Las fachadas exteriores se resuelven y componen de igual manera, mediante un pórtico de hormigón armado con cuatro vanos que se cierran con vidrieras obra del artista, también franciscano, Javier de Eulate. Los pilares con caras afacetadas que varían su sección y los arcos poligonales dotan al conjunto de un carácter escultural. La ausencia de ornamento simbólico hace que la iglesia se camufle entre los bajos del resto de viviendas.

Las esculturas del interior son de Jose Luis Iriondo también franciscano

20/03/2018

Las vidrieras con las que se resuelve la entrada de luz en las dos fachadas son creación del artista franciscano Javier Álvarez de Eulate (1919 -2012), que fue también el artífice de las vidrieras de la Basílica del Santuario de Aránzazu. Las piezas de vidrio fueron probablemente realizadas , como las de Aránzazu, en las vidrierías de Metz (Francia), empleándose después para su puesta en obra la técnica del hormigón translúcido o “mosaico transparente” como lo denominó el propio artista, técnica consistente en colocar las piezas –teselas- de vidrios gruesos de color incrustadas en el cemento.

Es destacable asimismo el órgano Amezua-Galdós.

Reseña de Román San Emeterio

06/06/2019

43.462724,-3.818283

Alonso Ortiz, Luis Alberto (2005) «Arquitectura religiosa en Cantabria. 1956-1970 cambio litúrgico y Modernidad», Curso de doctorado, Universidad Politécnica de Madrid.

Edificio Telefónica

OTROS

c) Cisneros 76

J.M. Anasagasti López
F. Barandiaran Alday

C.T.N. DE ESPAÑA/1965

Silvia Cruz Tomás

 

El edificio Telefónica de la calle Cisneros Nº 76, posee al carácter industrial de las centrales que la Compañía quiso imprimir en estos años a sus edificios. Responde a la imagen del estilo moderno con limpieza compositiva y una clara simplificación geométrica. El edificio es un volumen rotundo que ocupa el extremo este de una parcela y se adosa, solo en su fachada oeste a un edificio de viviendas. Se alinea a dos calles con orientación sur y este. Al norte linda con el espacio de recreo del colegia Cumbres. Se accede desde la calle Cisneros cuya fachada está marcada por bandas horizontales de vidrio con carpintería de aluminio. Los pilares de hormigón armado marcan otro ritmo vertical que arranca desde la cota de la calle hasta la cubierta. Dicho esquema compositivo se reproduce en ambas fachadas con dos excepciones:

La esquina este de la fachada sur, gira ligeramente hacia el interior para marcar el acceso al edificio, y el tratamiento de la fachada cambia. Aparece una franja de hormigón que desciende desde la cubierta y se pliega a la altura del forjado de la primera planta, creando un voladizo que protege y marca la entrada.

En esa misma esquina es donde se alojan las comunicaciones verticales. Se reflejan en la fachada sur y este mediante una franja de adosado de piedra caliza que abarca el espacio de escaleras y recorre la fachada, de suelo a cubierta.

El edificio primigenio estaba formado por un semisótano, planta baja y dos plantas. En 1965 se lleva a cabo un proyecto para la ampliación de una tercera planta prácticamente libre destinada a la colocación de equipos, que no modificó la distribución general existente.

El edificio posee una estructura de hormigón armado formada por cuatro líneas de pórticos interiores que permiten una distribución de planta libre.

19/03/2018

43.462548,-3.818286

Crisis y renovación. Arquitectura de la CNTE en la transición de la autarquia al desarrollismo. Autor: Fco Javier García Algarra

Casa Gorbeña

OTROS

c) Ramón y Cajal 18

Gabriel de la Torriente Rivas

Ramón Gorbeña/1953

Silvia Cruz Tomás

 

La casa Gorbeña, encargo de D. Ramón Gorbeña para vivienda familiar al arquitecto Gabriel de la Torriente, tiene un origen anglosajón. Es una herencia tardía del estilo Old English de finales del s.XIX en Inglaterra. Las raíces de este estilo es la arquitectura rural, vernácula y popular inglesa.

El edificio se asienta sobre una parcela de 3000 m² y consta de planta semisótano, baja y primera. Responde al prototipo de casa de la alta burguesía , donde las funciones están sabiamente jerarquizadas, pero con una influencia claramente moderna en la distribución por medio de muros de carga y tabiques ortogonales.

La vivienda se compone de tres cuerpos. El central donde se ubica el acceso a la vivienda en su fachada norte. Y dos volúmenes colocados perpendiculares al central, uno a cada lado, y girados 90 grados. El volumen del lado este, se desplaza ligeramente hacia el sur siguiendo su eje longitudinal, mientas que el volumen del lado oeste se desplaza hacia el norte. El volumen central es más ancho y está dividido longitudinalmente por un muro de carga para disminuir su crujía que sirve de apoyo a la escalera principal y marca el recorrido del pasillo que comunica las distintas estancias. Este pasillo que discurre desde el hall de acceso, en ambos sentidos, gira 90 grados al entrar en contacto con los dos volúmenes laterales.

La planta semisótano albergaba los servicios, garaje y dormitorios con baño. La planta baja se destinaba a la zona de recibo con salones, estar, despacho, comedores de niños y adultos, cocina y anejos. Por último en la planta primera se encuentran los dormitorios principales y de los niños con sus respectivos baños.

Las comunicaciones verticales se realizan mediante 2 escaleras. La principal situada en el hall de acceso con dos tramos perpendiculares que abrazan un espacio a doble altura y la de servicio que se ubicaba en la zona este, entre la cocina, office y los anejos, para no interferir con la zona de paso del resto de ocupantes y visitas. El acceso desde la fachada norte a la vivienda está marcado por un gran porche formado por cubierta inclinada con teja plana, que apoya sobre pilares de hormigón. Ocupa la longitud correspondiente a la fachada del volumen central.

Los dormitorios y comedores están orientados al sur, mientras que el acceso, cocina, anejos y comunicaciones se orientan a norte. La ventilación era directa de todas las estancias exceptuando un baño que ventilaba por las chimeneas que se elevaban sobre la cubierta.

La estructura de la vivienda es de pilares de hormigón armado y muros de carga de ladrillo. Los muros de fachada son de 2 astas frenteado con ladrillo de Palencia. Los zócalos de las fachadas son de chapa de piedra caliza al igual que los aleros. La cubierta a dos aguas de los distintos volúmenes es de teja plana tipo inglés, como las empleadas en los antiguos cottages ingleses. Al igual que los adornos de piedra artificial quede las chimeneas.

Otro de los elementos utilizados por el movimiento Old English, son los grandes ventanales miradores que también fueron abundantes en la época Victoriana. Estos miradores volados de planta polígonal , conocidas como «bow window», tienen por objeto crear la ilusión de espacios más voluminosos al exterior, y permiten un mayor campo de visión y flujo de luz en el interior.

Los pavimentos son baldosa hidráulica en exterior, gres en cocina, office y baños y entarimado de castaño en el resto de estancias, escaleras y carpintería al exterior. Las estancias están decoradas en sus paramentos verticales con papeles pintados con escenas de la vida de la campiña inglesa.

Actualmente el edificio alberga el restaurante DeLuz. Con un estado de conservación muy bueno y una reforma que ha salvaguardado la esencia de vivienda que fue. La planta primera ha sido más reformada eliminando tabiques para lograr estancias más amplias, mientras que la planta baja se conserva prácticamente como debió de ser en origen. Exceptuando la colocación de un ascensor que comunica con la planta semisótano y cumple con la accesibilidad a

20/03/2018

43.469679,-3.781152

VV.AA. (1996) «Guía de Arquitectura de Santander. 100 edificios mirando al sur en una bahía del Norte», Santander, Colegio Oficial de Arquitectos de Cantabria, pg.167

Abascal-Teira, E. y Santamaría Muñoz, P.J. (1997), «La casa en Cantabria 1920-1995», Santander, Colegio Oficial de Arquitectos de Cantabria, pg. 105