Casa en Ajo

c/ Pedro de Llabad Camino 396. Ajo (Bareyo)

18.-Tipo de propiedad: Privada

19.- Estado de conservación: Muy bueno

20.- Rehabilitaciones: Reforma en 2005 según datos del Catastro (intervención en cubierta incorporando 3 casetones)

21.-Alguna recomendación para su conservación o mejora: En futuras intervenciones se suprimirán los casetones con el fin de recuperar el aspecto de la cubierta original, se ocultarán las bajantes, se modificará la solución del patín escogiendo materiales más acordes al entorno y se eliminará el pequeño cuerpo añadido a la fachada de acceso.

011.001

Manuel E. Amallo Villalvilla

03.- Referencia catastral: 0551801VP5105S0002XS

04.- Orientación de la fachada de acceso. Sur

05.- Plantas: PB + 1

06.- Fábrica: Fachada sur: Mampostería. Cubierta: teja cerámica mixta y cornisa de piedra moldurada en fachada sur

07.- Huecos:

Fachada sur: Pl. baja: Arco escarzano de sillería por el que se accede a un portal con cinco puertas (2 con arco de medio punto y 1 con dintel de piedra), Pl. 1ª: 2 ventanas con recercado de piedra y moldura tallada en el alféizar.

Fachada oeste: Pl. 1ª: 4 ventanas

Fachada este: Pl. baja: 3 ventanas y una puerta, Pl. 1ª: 4 ventanas y 1 puerta

08.- Ménsulas: 1 ménsula de piedra de doble cuarto de bocel en esquina sur-oeste y otra de un cuarto de bocel en la esquina sur-este, ambas a la altura del forjado de pl. 1ª, que soportan el saledizo del muro de cierre, rematado en su encuentro con la cubierta por una cornisa de piedra moldurada.

10.- Tipo de cubierta: 2 aguas que vierten a suroeste (fachada de acceso) con 1 casetón y noreste con 2 casetones

13.- Accesos: Fachada sur: PL baja: 4

Fachada este: Pl. baja: 1 y Pl 1ª: 1 (a través de una escalera/patín)

14.- Escudos: No tiene.

15.- Corralada: Se encuentra en una parcela de 1.630 m2, según datos del Catastro, que comparte con otras edificaciones. Se ensancha el camino frente a ella.

17.- Alguna otra característica que se deba señalar: Sillares en esquinas. Tiene una edificación (garaje) de 1 altura adosada por su fachada norte de la misma propiedad. También hay un pequeño habitáculo añadido a la fachada de acceso. A unos 20 m de la ermita de S. Juan Evangelista. El Camino de Santiago costero pasa a unos 428 m por el S.

04/04/2020

43.485650, -3.613694

Casa en Villaverde

Villaverde nº 12. (Soba)

Como se ha señalado anteriormente, el estado de conservación general de la edificación es bueno no observándose desplomes en los muros ni abombamientos en la cubierta. Se recomienda una revisión de la estructura interior para proceder, si fuera necesario, a los trabajos de consolidación necesarios para su correcto mantenimiento. Asimismo, se recomienda la reapertura del hueco de acceso original y la recuperación del contorno primigenio de la edificación segregando la parte más reciente.

083.019

Jorge Villamor Cantera

Edificación privada de dos plantas de altura, planta rectangular con orientación este-oeste y en relativo buen estado de conservación. Se encuentra localizada al sur del núcleo de población y junto a un espacio público, de forma triangular y delimitado por dos edificaciones singulares, que, junto a otro de parecida forma y dimensión y secante a este hacia el norte, conforman lo que se podría considerar como plaza principal de la población. Actualmente esta edificación se encuentra unida a la situada al sur de esta por lo que las dos conforman un único conjunto edificado.

El inmueble original cuenta con tres fachadas y una medianera siendo la principal, donde se encontraba el acceso primigenio y dando a un espacio previo de forma triangular que podría haber sido en su momento una corralada, la oeste. La fachada norte es la que da propiamente al espacio público señalado anteriormente y sobe la cual, de forma perpendicular, se encuentra la cumbrera de la cubierta y la fachada oeste, la de menor porte, da a un camino que lleva a la zona conocida como «La Bárcena». Por último, la pared medianera se encuentra al sur de la edificación y es de una longitud similar que la fachada norte.

Todas las fachadas son muros perimetrales de carga a base de mampostería de piedra rejunteada con sillares en las esquinas y cuentan con la siguiente relación de huecos: cinco en la fachada oeste, cuatro en la norte y ninguno en la este. Los huecos son, presumiblemente, los originales y cuentan con jambas, dintel y alfeizar a base de sillares de piedra destacando la puerta de acceso original con un arco de medio punto, los dinteles labrados con forma de arco ojival de algunos de los huecos y las aspilleras abocinadas.

La cubierta es a tres aguas vertiendo a oeste, este y norte y está formada por una estructura de vigas y cabios de madera, apoyada sobre muros perimetrales de carga y pies derechos de madera, con una cubrición tradicional de teja cerámica curva roja sobre base de ripias.

No se observan chimeneas, escudos ni otros elementos singulares como corraladas o portaladas.

04/04/2020

43.19021595085826, -3.5590687595089405

Casa en San Pedro

San Pedro nº 5. (Soba)

El estado de conservación general de la edificación es bueno no observándose desplomes ni patologías en los muros perimetrales salvo por la presencia, en algunos puntos, de manchas de humedad por capilaridad. La cubierta, aunque se encuentra aparentemente en un estado aceptable de conservación, cuenta con varios abombamientos debido a que, puntualmente, la estructura que la soporta ha cedido. También se puede observar la falta de piezas cerámicas en varios puntos así como el desplome, con peligro de derrumbe, de la chimenea. En todo caso, se recomienda una revisión completa y reparación de los desperfectos señalados para evitar daños mayores en el futuro.

083.010

Jorge Villamor Cantera

Esta edificación privada de dos plantas mas bajocubierta y planta de proporción ligeramente rectangular con orientación noreste-suroeste, se encuentra en el límite oeste y en una posición privilegiada dentro de la población de San Pedro de Soba en cuanto a vistas y soleamiento.

La edificación, que salva un desnivel del terreno de una planta aproximadamente entre sus fachadas opuestas, cuenta con una fachada principal de una planta de altura y orientación noreste, que da a una calleja próxima a un espacio con carácter de pequeña plaza rodeada de cuatro edificaciones. En esta fachada principal es donde se encuentra el acceso a la planta superior donde se encontraban las estancias propiamente dichas mientras que en el bajocubierta se encontraban los espacios de almacenaje domésticos y en la planta inferior el espacio para el ganado y los aperos de labranza. Otra fachada principal se puede considerar la noroeste ya que, contando con dos plantas de altura y dando a un espacio previo entre el vial y la edificación a modo de antigua corralada y, a su vez, delimitado por un muro de mampostería de piedra suelta derruido, es donde se encuentra el acceso al espacio para el ganado comentado anteriormente. Aparte de estas dos fachadas señaladas y aunque no tiene accesos de ningún tipo en ella, la tercera fachada principal sería la suroeste por presencia con los huecos de mayor tamaño, su orientación y su soleamiento. Por último, la cuarta fachada que sí se puede considerar secundaria, la suroeste, da a un callejón que separa la vivienda en cuestión de su vecina.

Todas las fachadas descritas son de mampostería de piedra rejunteada parcialmente con sillares de diferentes tamaños en las esquinas y cuentan con la siguiente distribución de huecos: dos en la noreste, cuatro más cinco pequeños huecos de ventilación en la noroeste, nueve en la suroeste y tres en la sureste. Todos los huecos, salvo uno en la fachada noreste, cuentan con jambas, dintel y alfeizar a base de sillares de piedra, así como los accesos que en vez de dintel cuentan con un arco de medio punto también realizado a base de sillares de piedra. Los huecos de ventilación no tienen ningún tipo de jamba o dintel ya que su altura coincide con el tamaño del mampuesto de la hilada correspondiente. Cabe destacar que, en el caso de que el hueco cuente con carpintería, esta es de madera pintada de un llamativo color verde.

La cubierta, que cuenta con una chimenea localizada en la zona de las estancias, es a cuatro aguas y está formada por una estructura de vigas y cabios de madera, apoyada sobre muros perimetrales de carga y dos pies derechos de madera, con una cubrición tradicional de teja cerámica curva roja sobre base de ripias.

No se observan escudos ni otros elementos singulares como corraladas o portaladas.

04/04/2020

43.21868487814905, -3.5296435997358073

Casa en Hazas

Hazas 28. (Soba)

Como se ha señalado anteriormente, el estado de conservación general de la edificación se puede considerar como bueno aunque, por el grado de transformación que ha sufrido, queden pocos elementos originales. Cabe destacar la presencia de manchas de humedad generalizadas en la fachada orientada al noroeste debido a la acción de los vientos y las lluvias y, por otro lado, manchas de humedad por capilaridad con presencia de vegetación y microorganismos en todo el perímetro de la vivienda en su encuentro con el terreno.

083.015

Jorge Villamor Cantera

Esta edificación privada de planta rectangular de la población de Hazas, exenta, con dos alturas y a pesar de que se halla muy transformada y quedan pocos elementos originales, cuenta con un relativo buen estado de conservación. Se encuentra situada al oeste del contorno edificado de los barrios situados al sur de la carretera CA-256 que divide el núcleo y que recorre el valle en sentido este-oeste.

La fachada principal, con orientación noreste, da al callejón de acceso a la vivienda y es donde se encuentran tanto el acceso a la planta baja como el acceso a un espacio privativo, con orientación sureste, donde se encuentra la escalera exterior de hormigón que da acceso a la planta superior. Las otras dos fachadas, con orientaciones noroeste y suroeste, se pueden considerar secundarias y dan a sendos espacios residuales con diferentes geometrías. Por otro lado, los materiales de estas fachadas que actúan como muros perimetrales de carga son, presumiblemente, de mampostería de piedra posteriormente revocada y pintada mientras que el muro bajo que delimita el espacio privativo es de mampostería de piedra rejunteada (salvo el dintel y las jambas que forman la puerta de acceso al mismo que son de sillares y sillarejos de piedra). En cuanto a los huecos hay que señalar que, a pesar de que la fachada principal cuenta con cuatro, la que da al espacio privativo uno y las otras dos secundarias cuentan con cinco, sólo el que da acceso a la planta baja (con jambas y arco de medio punto a base de sillares y sillarejos de piedra) y otros dos de pequeño tamaño en planta baja (cegado) y planta primera (con jambas, dintel y alfeizar a base de sillares de piedra) se pueden considerar originales. El resto son más recientes y de diferentes tamaños sin seguir ningún criterio compositivo.

La cubierta es a tres aguas vertiendo a todas las fachadas menos a la que da al espacio privativo lateral y se encuentra completamente reconstruida con materiales ajenos a lo que se puede considerar una construcción tradicional incluyendo elementos tan dispares como una losa de hormigón armado sobre vigas de madera, sellado con espuma de poliuretano visto y canalón metálico en la fachada principal. Asimismo, se puede observar una chimenea de generosas dimensiones con un singular capuchón metálico, de forma piramidal, para impedir la entrada de agua en esta.

No se observan escudos ni otros elementos singulares como corraladas o portaladas.

04/04/2020

43.19257942457821, -3.5544997664702427

Casa nº 3 en Aja

Aja nº 25. (Soba)

Como se ha señalado anteriormente, el estado de conservación de la vivienda es bueno ya que se halla en pleno proceso de obra de reforma y ampliación y pudiéndose hacer ya poco por mantener el volumen y los huecos originales.

083.014

Jorge Villamor Cantera

Esta edificación privada, de tres alturas y situada en el extremo este de la población de Aja junto a la iglesia de San Andrés, se encuentra en buen estado de conservación ya que actualmente se halla en pleno proceso de reforma y ampliación y, como se verá más adelante, pocos elementos quedan hoy en día de la edificación original.

De planta rectangular y con una orientación norte-sur salvando un desnivel de una planta aproximadamente entre la fachada norte y la fachada sur (siendo esta última la de mayor altura), cuenta con accesos por las dos fachadas señaladas siendo la principal la sur la cual comparte un pequeño espacio-calleja frente a ella con la iglesia de San Andrés. La fachada este se abre sobre un espacio que pudiera haber sido en su momento una corralada de acceso a la vivienda y a una calleja que la bordea delimitada por un pequeño muro bajo de mampostería de piedra suelta y una barandilla conformada a base de troncos de madera. Por otro lado, la fachada norte da a una calleja estrecha y la fachada oeste es una pared medianera que se comparte con otra vivienda y con la cual forma un pequeño conjunto edificado.

Las fachadas son de mampostería de piedra rejunteada con sillares en las esquinas y cuentan con nueve huecos en la fachada sur, siete en la este y cinco en la norte. De los huecos mencionados se podrían considerar como pertenecientes a la vivienda original (con jambas, dinteles y alfeizares realizados con sillares o sillarejos de piedra) cinco en la fachada sur destacando un antiguo acceso cegado actualmente y donde se puede ver el arco de medio punto primigenio y tres pequeños huecos en la fachada este donde se pueden ver dos dinteles labrados también con forma de arco de medio punto. Presumiblemente la vivienda original tendría un segundo acceso por la fachada norte pero viendo el grado de transformación sufrido, incluyendo la creación de una tercera planta y la apertura de nuevos huecos en todas las fachadas, no se puede establecer de forma definitiva. También es previsible que los muros perimetrales que originalmente eran de carga hoy en día funcionen como mero cerramiento y que la labor estructural la lleve a cabo un nuevo entramado de pilares y vigas de madera.

La cubierta es a dos aguas, vertiendo a norte y a sur, y se ha reconstruido completamente utilizando técnicas actuales como formación de pendientes a base de tableros de madera de gran formato sobre nuevas viguetas (también de madera) que sustituyen los cabios originales, aislamiento térmico bajo teja, lámina impermeabilizante transpirable y canalones y bajantes metálicas. Por otro lado, no se observa ninguna chimenea ni escudos u otros elementos singulares como corraladas o portaladas.

04/04/2020

43.20066925779617, -3.5211793084540184

Casa nº 2 en Aja

Aja nº 10. (Soba)

Como se ha señalado con anterioridad, el estado de conservación del conjunto es muy deficiente encontrándose apeos tanto metálicos como de madera en diferentes huecos para evitar posibles derrumbes. La cubierta se encuentra parcialmente hundida en varios puntos y la comentada fachada oeste se ha tenido que reconstruir por completo a base de bloques de hormigón para evitar el colapso del conjunto. Se recomienda un examen estructural completo y proceder a una consolidación de los elementos dañados para frenar el proceso de deterioro generalizado.

083.013

Jorge Villamor Cantera

Conjunto de dos edificaciones privadas con diferentes referencias catastrales y en un estado muy deficiente de conservación. Conforman un único volumen construido de planta cuadrada y dos alturas perteneciente a un pequeño conjunto de edificaciones situadas al sur de la población, junto a la carretera de acceso a la misma, con una posición privilegiada sobre el valle tanto por vistas como por soleamiento.

La fachada principal, donde se encuentran los accesos a las viviendas, se encuentra orientada al oeste sobre un pequeño espacio público delimitado por tres edificaciones más, tanto al norte como al sur de este, y presidido por un árbol que acompaña a una de estas viviendas. La fachada norte da a un pequeño callejón que da acceso a la vivienda situada al norte mientras que la sur da a otro callejón que da acceso a un camino vecinal. La fachada oeste, la más transformada de todas, da un espacio ajardinado delimitado por viales y cerrado con un muro de mampostería de piedra.

Las fachadas, salvo la oeste que se ha reconstruido a base de fábrica de bloque de hormigón, son de mampostería de piedra (rejunteada en algunas zonas de la fachada sur) con sillares trabajados en las esquinas y cuentan con cuatro huecos en la fachada norte, ocho en la este, cinco en la sur y cuatro en la oeste. Todos los huecos, salvo los pertenecientes a la reconstruida fachada oeste y uno en la norte que tiene las jambas consolidadas a base de fábrica de ladrillo, se presumen originales con dinteles, jambas y alféizares conformados con grades sillares de piedra de diferentes tamaños. Hay que destacar los huecos de acceso, uno de ellos con arco de medio punto, y la balconada de madera existente sobre este en la planta primera. Dicha balconada cuenta con cinco viguetas en voladizo sobre las cuales se encuentra el suelo a base tablones de madera, dos soportes en los extremos sobre los cuales se apoya la pequeña estructura del tejadillo y una barandilla de protección también a base de listones de madera También hay que recalcar la ventana balconera de la fachada sur y los pequeños huecos de estrecha proporción que existen en tanto en esta fachada sur como la principal (oeste).

La cubierta es común a las dos viviendas y cuenta con tres aguas vertiendo a oeste, norte y sur. Está formada por una estructura de vigas y cabios de madera, apoyada sobre muros perimetrales de carga y pies derechos de madera, con una cubrición tradicional de teja cerámica curva roja sobre base de ripias. También hay que señalar que cuenta con una pequeña chimenea en la vivienda norte.

No se observan escudos ni otros elementos singulares como corraladas o portaladas.

04/04/2020

43.19953753202715, -3.522523616355825

Semblanza de la vida y obra del arquitecto Deogracias Mariano de la Lastra López, Santander 1889-1955

Breve semblanza de la vida y obra del arquitecto Deogracias Mariano de la Lastra López, Santander 1889 – 1955

PRESENTACIÓN

Deogracias Mariano de la Lastra López nació en Santander en 1889, hijo de Bernardina y Domingo, maestro cantero de origen trasmerano que tenía un taller de piedra y mármol en la calle Perines. Fue el mayor de los seis hijos del matrimonio. Su biografía y su obra, como la de tantos otros españoles de esa época, estuvo profundamente marcada por las circunstancias históricas y sociales que sucedieron a lo largo de su vida.

De joven fue aprendiz en la cantería de su padre, donde aprendió el oficio y la jerga de los canteros, la pantoja. Continúa sus estudios por el consejo de su maestro de Escuela, que recomienda a su padre que nos los abandone, aunque inicia más tarde de lo habitual su formación académica, obteniendo el título de Arquitecto en la Escuela de Arquitectura de Madrid en 1918.

A su vuelta a Santander se casó con Cecilia Santos en el año 1919, con quien tendría ocho hijos. Residirá permanentemente en Santander –exceptuando los años de exilio en Francia-. Tuvo su estudio de arquitecto en la calle Fernández de Isla nº 9.

Comenzó el ejercicio de la profesión colaborando durante varios años con Eloy Martínez del Valle, arquitecto santanderino con el que su padre había colaborado en varias obras, compaginando esta labor con algunos proyectos propios. Su llegada a Santander coincidió con la muerte del arquitecto castreño Leonardo Rucabado, recibiendo la encomienda de dirigir y finalizar varias de sus obras póstumas e inconclusas, como el Museo de Bellas Artes de Santander, y la Iglesia de San Vicente con el Asilo de San José en Los Corrales de Buelna.

PRIMER PERIODO
En su trayectoria arquitectónica se pueden identificar diversos periodos que señalan su evolución profesional. Se puede establecer un primer periodo que comienza tras terminar sus estudios en 1918, caracterizado por un eclecticismo de corte clasicista, propio de su formación académica, que derivará rápidamente hacia el estilo regionalista siguiendo los postulados propuestos por Leonardo Rucabado. Su honda raigambre en lo montañés le proporcionaría un profundo conocimiento de la arquitectura y gran afecto por lo local que demostró a lo largo de toda su vida cuando la obra o las circunstancias lo requisieron. Hacia el año 1925 –coincidente con la Exposición de Artes Decorativas en Paris- llegaron a España las nuevas ideas de la modernidad arquitectónica, el racionalismo, con la incorporación de nuevas tecnologías y procesos industriales en la construcción. Lastra fue el arquitecto local que asumió con mayor firmeza y convicción el compromiso con esta nueva arquitectura, incorporando a sus proyectos este movimiento, lo que pondrá fin a esta etapa inicial y significará el comienzo de la siguiente.

SEGUNDO PERIODO
Se puede establecer una segunda fase en su trayectoria, que transcurre desde el año 1925 hasta su salida de Santander en agosto de 1937 al exilio, en Francia. Corresponde a una etapa en la que su arquitectura se relaciona con las obras de vanguardia que se están realizando en Europa, que conoce a través de los escasos libros y revistas que le llegan a Santander y que constan en su biblioteca. A pesar de su residencia en una provincia alejada de los centros culturales españoles, no perdió el contacto con sus compañeros de estudios como fueron Rafael Bergamín, Luis Blanco Soler o Manuel Galíndez. Este proceso de adopción del movimiento moderno no produjo la ruptura abrupta con su obra anterior, sino que se realiza hibridando formalmente, de una manera paulatina y progresiva los diversos lenguajes: regionalista, clasicista y racionalista, con el resultado de una arquitectura de gran interés y singularidad, capaz de adaptarse al entorno y al paisaje. Esta evolución no es un mero cambio estilístico –un nuevo ropaje a añadir al variado repertorio, como algún crítico ha dicho-, sino que para Lastra está tramado sobre un soporte ideológico y un compromiso social –muy acorde al pensamiento republicano de la denominada generación del 25–, que representa fiel y honestamente el espíritu de su tiempo. En un periodo asombrosamente breve –alrededor de 10 años–, construye los edificios que conforman un importante conjunto patrimonial, por escaso y vanguardista, que representa los inicios de la arquitectura moderna en la región.

TERCER PERIODO
La tercera época en la que podemos clasificar su obra es la correspondiente a los 14 años que discurren entre su vuelta a Santander en abril de 1941 y su fallecimiento en abril de 1955. Una vez retomada con normalidad su actividad profesional, ya mediada la década de los años 40, desarrollará numerosos proyectos tanto en Santander como en la región. Sobre una manera de hacer derivada de toda su experiencia anterior, se superpone un estilismo historicista y académico, también trazado con el rigor y la elegancia que caracterizan toda su obra arquitectónica.

RASGOS DE SU OBRA
Deogracias M. Lastra trabajó a lo largo de su carrera en todas las escalas y tipologías, desde los muebles o las molduras, hasta las opiniones sobre la ciudad, barrios y trazados urbanos, edificios públicos, cines, hospitales, escuelas, viviendas, pabellones, etc. Fue un arquitecto muy dotado para la armonía y la proporción, lo que se aprecia en la composición de los volúmenes, en el orden de las fachadas o en la elegancia y delicadeza de sus molduras, independientemente de cuál fuese el estilo de sus obras. Tenía un gran dominio del ornamento, siempre proporcionado y elegante, que acompaña una rigurosa razón de ser constructiva, que maneja y cuida como elemento fundamental para componer las fachadas. Evoluciona desde unos elementos propios del repertorio regionalista, hasta los más geométricos y abstractos del movimiento cubista, siempre bajo un criterio personal que aparece como hilo conductor de sus proyectos.
Fue un gran dibujante, demostrando su capacidad desde joven, lo que posiblemente contribuyó a la recomendación que su maestro hiciera a su padre para que éste le enviase a estudiar Arquitectura. Sus hijos recuerdan que siempre tenía los lápices afilados, preparados para realizar el croquis de un proyecto o un apunte de lo que observaba.

PRESENCIA SOCIAL Y ACTIVIDAD POLÍTICA
Mantuvo una gran presencia social durante toda su vida. Desde abril de 1931, y durante todos los años de la II República, fue concejal del Ayuntamiento de Santander por el Partido Republicano Radical Socialista, ejerciendo temporalmente como alcalde en varias ocasiones. Durante ese periodo ejerció como interlocutor con Pedro Salinas en el nacimiento de la Universidad Internacional de Verano de Santander. En julio de1937 fue nombrado miembro de la Junta Delegada Provincial de Incautación, Protección y Conservación del Tesoro Artístico de Santander. Por su compromiso político tuvo que exiliarse a partir de agosto de 1937 en Francia junto a su familia –mujer, hijos y varios hermanos- hasta abril de 1941, en que pudo volver a Santander desde Marsella.

Fue firme defensor de la educación como herramienta con la que la sociedad avanza y progresa, tanto cultural como socialmente, entendida como el derecho al que todos los ciudadanos han de acceder, independientemente de su posición social o situación económica. Por ello, desarrolló una importante labor educativa y cultural en la ciudad y en la región, como queda de manifiesto en el impulso que le confirió al Ateneo Popular, del que fue Presidente a partir de 1928 hasta su final en 1937. Tuvo también una gran amistad con artistas, escritores o personalidades coetáneas, como Ricardo Bernardo, Daniel Alegre o Manuel Llano, quien le dedicará su libro Brañaflor: “A Mariano Lastra, entrañable amigo, enamorado de las cosas viejas de la Montaña”.

A pesar de no figurar formalmente en la denominada “Generación de 1925”-término creado por Carlos Flores en 1961 para reunir a los arquitectos vanguardistas titulados en la Escuela de Arquitectura de Madrid entre 1918 y 1925 que introdujeron el racionalismo en España-, Lastra pertenece, por su obra, pensamiento y año de titulación, plenamente al espíritu de dicho grupo. Fueron un conjunto de arquitectos que conociendo la arquitectura europea del momento intentaron una renovación paralela de la arquitectura española, y que al mismo tiempo apreciaban y conocían la arquitectura propia del lugar y de la tradición. Que Lastra no se encuentre en esta conocida publicación, pasando sus obras más desapercibidas, se debe en buena medida por situarse en una región periférica, fuera de los focos culturales de la época que estaban más centrados en las grandes ciudades españolas.

MARCO ARQUITECTÓNICO
La obra de Deogracias Mariano Lastra se enmarca plenamente dentro de las corrientes arquitectónicas que sucedieron en la primera mitad del siglo XX. Toda ella conforma un conjunto de gran calidad en el que se puede observar la evolución formal y estilística que se produce en el pensamiento arquitectónico a lo largo de ese periodo, acorde a lo que estaba ocurriendo en el resto de España y Europa. En todas las épocas por las que discurre su trabajo, proyecta y construye edificios e intervenciones que merecen ser valoradas y protegidas, tanto desde sus comienzos eclécticos y regionalistas hasta su etapa final, más académica e historicista. Pero singularmente, y a los efectos de su protección y conservación, debemos destacar las obras pertenecientes a sus años racionalistas, entre 1925 y 1937. Por diversos motivos, este periodo presenta una falta de reconocimiento que conlleva su mal estado de conservación o incluso su desaparición –en algún caso reciente, demolidos por parte de su propietario, la Administración Pública-. Se pueden encontrar varias causas: la falta de aprecio generalizado, por desconocimiento, de la arquitectura moderna, su progresiva degradación por la fragilidad de los materiales utilizados y/o de su falta de mantenimiento, lo sutil y delicado de sus composiciones a través del uso del color y de las superficies o, finalmente, la reducción ideológica de lo local y lo propio a un determinado estilo.

Por su innegable valor histórico y arquitectónico, inserto en tan breve lapso de tiempo, por la singularidad de la relación de algunas de sus obras entre el racionalismo y el regionalismo montañés -¡que solo se pudo producir aquí!-, y el escaso y limitado número de obras construidas y conservadas, son razones suficientes para que sean valoradas y consideradas como parte de nuestro Patrimonio arquitectónico, un legado que merece ser identificado, defendido y puesto en valor, por representar arquitectónicamente uno de los momentos esenciales de la historia cultural del siglo XX en nuestra región.

CASA PAREADA EN AVDA. REINA VICTORIA

RESIDENCIAL VIV. COLECTIVA

Calle Reina Victoria 30,32. Santander

Deogracias Mariano Lastra

1930

Ana M. de la Lastra Valdor, Domingo de la Lastra Valdor, Pedro Fernandez Lastra y Guillermo Fernandez Lastra.

 

CASA PAREADA EN AVENIDA REINA VICTORIA, SANTANDER

Edificación de dos viviendas adosadas y simétricas, orientadas con sus fachadas más largas hacia el Norte y el Sur, de manera que una queda situada al Este y otra al Oeste. Tienen su acceso desde la acera Sur dela Avenida de Reina Victoria, en una parcela situada varios metros por debajo del nivel de la acera, de forma que desde el acceso levanta una planta y hacia el Sur, con amplias vistas hacia la Bahía, hacia donde levanta cuatro alturas. Ambas casas comparten un tejado que vierte hacia la fachada Norte con tres pendientes, Norte, Este y Oeste, y hacia el Sur se forma el testero de un tejado a dos aguas, Este y Oeste.

La casa está separada del borde de límite de la parcela con la calle, de manera que el acceso a ambas casas se realiza por una pasarela y escaleras que salvan el espacio entre la acera y la edificación.

Las fachadas están acabadas con enfoscado pintado, con un estilo ecléctico que si bien hacia el Norte recrea molduras, órdenes y aleros propios de la arquitectura tradicional, hacia el Sur utiliza formas dinámicas y desprovistas de ornamentos, propios de la primera arquitectura moderna, que coincidían en los años en que el arquitecto encaraba su construcción.

Ambas casas disponen de amplios jardines hacia el Este y el Oeste con terrazas, bancadas y pérgolas abiertas hacia el paisaje de la bahía.

23/01/2020

43.463828, -3.786883

CASA DE VECINDAD. JULIAN CEBALLOS 20

RESIDENCIAL VIV. COLECTIVA

C/. JULIAN CEBALLOS 20. Torrelavega

Deogracias Mariano Lastra

1944

Ana M. de la Lastra Valdor, Domingo de la Lastra Valdor, Pedro Fernandez Lastra y Guillermo Fernandez Lastra.

CASA DE VECINDAD EN CALLE JULIAN CEBALLOS Nº 20, TORRELAVEGA

Edificación de imponente volumen en el centro urbano de Torrelavega. Consta de planta baja, con posibilidad de entreplanta o cabrete, planta principal dedicada a oficinas y estudios de profesionales y, sobre ello, cinco alturas destinadas a viviendas. La edificación aparece en proyecto como incorporada a otra situada al Oeste, que formaba esquina con la calle Serafín Escalante, que al parecer no fue ejecutada, si bien forma conjunto con otra situada al Este, que llega hasta la esquina de la manzana.

El bloque realizado está entre medianeras y consta de un portal con la escalera situada en el centro, que se ilumina desde el patio de manzana, con dos viviendas en cada planta que abren sus huecos hacia la calle y el patio de manzana.

De carácter historicista y con el particular estilo ecléctico de su autor, la fachada está íntegramente realizada con enfoscado pintado. Forma volúmenes verticales volados sobre la alineación de calle, soportados con grandes y expresivas ménsulas que se acodalan ocupando buena parte de la altura de la entreplanta, y que recuerdan de los volúmenes de galerías de los edificios de viviendas tradicionales.

Las ventanas se agrupan verticalmente con recuadros que forman bandas a manera de grandes fustes de columnas, que se coronan con un remate que recuerda a un pequeño frontón sobre canecillos, y sobre ello se añade una ventana suelta, que puntualiza el gesto vertical. La última planta forma terraza con balaustrada de fábrica, cuya imagen actúa a manera de cornisa, y su altura de planta en fachada, como arquitrabe que culmina el edificio.

13/01/2020

43.348674, -4.048917

CASA DE VECINDAD. FDEZ. ISLA 27

RESIDENCIAL VIV. COLECTIVA

C/. FERNANDEZ ISLA 27. Santander

Deogracias Mariano Lastra

1932

Ana M. de la Lastra Valdor, Domingo de la Lastra Valdor, Pedro Fernandez Lastra y Guillermo Fernandez Lastra.

 

CASA DE VECINDAD EN CALLE FERNANDEZ DE ISLA Nº 27, SANTANDER

Este edificio de viviendas forma continuación con el adosado a él en la esquina entre las calles de Fernández de Isla y Alcázar de Toledo. Se corresponde con la etapa racionalista y pionera de la arquitectura moderna en la región, caracterizada por la utilización de estructuras de hormigón armado y procedimientos industriales como las fachadas de doble hoja de ladrillo hueco cerámico, la ausencia de ornamentación, los paramentos lisos y las ventanas de guillotina. La edificación carece de aleros y las fachadas se alzan y forman peto sobre la última planta, para resaltar de esta forma sus volúmenes y ocultar un tejado de baja pendiente realizado con placas onduladas de fibrocemento, una novedad en su momento.

Sus fachadas están acabadas con enfoscado pintado. Destaca el elaborado juego de volúmenes en que cuerpos verticales avanzan en vuelo sobre la alineación de la calle unidos por balcones en planta primera, que recuerdan la volumetría de las galerías en las arquitecturas de vivienda tradicional. La fachada se escalona sucesivamente en las últimas plantas, en paralelo los volúmenes entrantes y salientes, lo cual forma un efecto aterrazado que, a pensar de su aparente sencillez, resalta una sorprendente riqueza volumétrica y formal.

Las aristas de los volúmenes en todo el edifico se resaltan con sutiles rehundidos, reservados para ser pintados en color claro, que recuerda a las decoraciones de edificios de la estética Art-Decó y de la primera modernidad centroeuropea, como en el palacio Stoclet de Josef Hoffmann.

De igual manera, las ventanas están unidas verticalmente entre sí con sutiles rehundidos, reservados para ser pintados en color claro, el mismo que el empleado en las aristas.

13/01/2020

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