Residencia de Mayores San José

EDIFICACIÓN SANITARIA

Barrio La Iglesia. Barcena (Villacarriedo)

Ángel Hernández Morales

Diputacion Provincial de Santander/1969

Pedro Fernández Lastra

En el barrio de la Iglesia de Barcena de Carriedo, valle del río Pisueña, la Diputación Provincial construye en 1969 una residencia de mayores con un proyecto de Ángel Hernández Morales.

Se trata de un edificio adosado a la casa parroquial y asilo, continuando la alineación señalada por la iglesia del pueblo. Es un edificio pequeño, de dos plantas y forma de L, rodeado de una parcela ajardinada.

Su reducido tamaño o el deficiente estado de conservación, motivado por su falta de uso desde hace tiempo, no impide apreciarlo como un ejemplo en el que se reúnen varias de las cualidades de la obra de AHM. Al contrario, quizás su abandono haya permitido que se conserve en un estado próximo al original, aunque evidentemente muy abandonado.

Uno de sus principales rasgos, que AHM propone en varios de sus proyectos, es la acertada síntesis de tradición y modernidad, como ocurre en este. Comenzando por la cuidada implantación del edificio en el sitio, que muestra como AHM atiende al lugar donde va a intervenir al formar un conjunto urbano con la iglesia y el centro parroquial, manteniendo las alineaciones y respetando la escala volumétrica de estas preexistencias. Y al mismo tiempo, la forma de L de la planta permite configurar espacios exteriores propios de la residencia que dotan de la necesaria autonomía.

El uso de formas tradicionales, volúmenes sencillos, ordenados, con las cubiertas a dos aguas, la galería acristalada, las dimensiones de los huecos, o la propia expresividad de la construcción y de los materiales hacen comprensible el edificio y lo integran en su entorno. Pero al mismo tiempo introduce componentes contemporáneos de ligereza y abstracción mediante la incorporación de nuevos materiales y la forma en cómo estos son utilizados: la pizarra en la cubierta, el acero en la galería, el ladrillo caravista pintado de blanco en las fachadas o la madera de los embonados que definen los tímpanos. Son principios que se podrían adscribir a ideas cercanas del regionalismo crítico.

Otra característica del trabajo de AHM, y que se observa en el edificio, es el uso continuado de un repertorio de detalles constructivos propios, mezcla de soluciones industriales y de artesanía, que repite siempre que el proyecto lo requiere y que identifican de inmediato a los edificios como obras de su autoría. Desde la cerca exterior de tablones de madera, el canalón con sus fijas de acero o el mencionado embonado de madera.

El resultado final es notable y acorde al momento de su construcción: un edificio con una imagen de estilo contemporáneo pero inserto en la tradición del mundo rural: consigue que su presencia no sea en absoluto agresiva con el entorno pero manifiesta la personalidad propia de un edificio público moderno.

La aparente sencillez de esta obra, por lo materiales y conceptos que utiliza frente a otras arquitecturas históricas, revela su fragilidad ante cualquier intervención que lo ignore y que sea poco respetuosa con el edificio, como tantas veces se ha producido en la obra de AHM y en muchas otras de la arquitectura contemporánea.

13/03/2021

43.242874, -3.827772

Iglesia en La Hermida

EDIFICACIÓN RELIGIOSA

La Hermida (Peñarrubia)

Ángel Hernández Morales

Obispado de Santander/1970

Pedro Fernández Lastra

En el centro del pueblo de La Hermida, en una pequeña parcela con caída hacia el rio Deva, Ángel Hernández Morales proyecta en 1970 la iglesia de San Pelayo, unos años después de concluir la que había edificado en Espinama.

La discreta impronta formal de los paños de ladrillo rojo y su ubicación, parcialmente oculta por el cercano caserío y a una cota inferior a la de carretera, hacen que pueda pasar desapercibida, siendo señalada en el conjunto urbano mediante su singular campanario.

Sobre la escueta parcela, AHM construye una pequeña y concisa iglesia de planta rectangular, confiando a la sección la expresión formal del proyecto. Adosa a su única nave los dos cuerpos que conforman el portal de acceso y la sacristía con el confesionario. La cabecera se prolonga transversalmente hacia los lados para obtener una capilla lateral, consiguiendo un efecto de luz indirecta que amplía visualmente el espacio del altar. Elevando el volumen de la cabecera introduce la luz natural al interior, con un sencillo pero efectivo juego de volúmenes.

La iglesia está compuesta por varios cuerpos maclados o adosados, todos construidos con ladrillo caravista rojo y con sus cubiertas inclinadas a un agua. La austera imagen exterior contrasta intencionadamente con el amable espacio interior, en el que AHM utiliza dos de los materiales habituales de su obra: el ladrillo caravista pintado de blanco en los cerramientos verticales y la madera de cedro para los techos. Estos materiales, con la luz que penetra tamizada por los ventanales y la inclinación del techo focalizado hacia el altar, confieren al espacio una apacible atmósfera muy propicia al ámbito religioso.

AHM, como en tantas otras construcciones, también presta mucha atención a la pequeña escala que forman los objetos y el mobiliario interior: el altar, la peana, las luminarias, el confesionario, etc. Elementos que diseña con gran interés y detalle.

La urbanización está resuelta con unas escaleras de acceso a la plataforma donde se sitúa el soportal que protege la entrada, limitada por una cerca con un tablón de madera ya desaparecido para el que diseña unos soportes metálicos que aún perduran.

El campanario destaca por su presencia en la escena urbana, constituyendo un notable ejemplo de un recurso muy utilizado por AHM en varias de sus obras: un contrapunto vertical y expresivo frente al edificio. Esta torre, muy atractiva en una formalidad que podría considerarse de reminiscencia constructivista, refleja una de las cualidades de la obra arquitectónica de AHM: el rigor estructural y constructivo del que resulta un esplendido efecto plástico. Con la triangulación de los esbeltos perfiles de la estructura metálica, necesaria para la estabilidad del campanario, consigue una potente imagen icónica que atrae la mirada sobre la iglesia. Como se aprecia en los planos del proyecto, su construcción está definida con gran atención al detalle, con una producción ajustada, casi escultórica.

La iglesia se encuentra en un aceptable estado de conservación, pero el campanario necesita una urgente intervención, especialmente volver a ser pintado, para evitar su degradación y perdida.

Más información, texto y fotografías, en el siguiente enlace:

https://patrimonio.coacan.es/iglesia-de-la-hermida/

13/03/2021

43.254797, -4.614694

Centro Psiquiátrico de varones en Parayas

EDIFICACIÓN SANITARIA

Avenida de Juan Carlos I. Maliaño (Camargo)

Ángel Hernández Morales

Diputación Provincial de Santander/1970

Pedro Fernández Lastra

La Diputación Provincial de Santander establece a finales de la década de los años 60 un Plan de Asistencia Psiquiátrica Provincial del que AHM forma parte como responsable de su organización funcional arquitectónica como director de la Oficina Técnica. Dentro de este Plan se prevé un Centro de rehabilitación para varones. En el año 1969 AHM desarrolla este proyecto con la colaboración del arquitecto Miguel Ángel Sáinz de Varanda.

La documentación que se conserva del desarrollo del proyecto refleja el método sistemático con el que AHM afronta su redacción. Realiza numerosas consultas a médicos y psiquiatras, solicita información a colegas especializados tanto nacionales como extranjeros, demanda la adquisición de bibliografía especializada, recopila artículos temáticos, etc.

El Centro está situado en una amplia parcela orientada al Sur en la punta de Parayas. Se mantendrá en funcionamiento durante 41 años hasta su cierre en el año 2016, permaneciendo abandonado desde entonces. Las noticias que se pueden leer en la prensa local aluden a varias razones para tomar la decisión de su traslado al hospital de Liencres, como fueron la falta de funcionalidad de los edificios en relación con las nuevas técnicas de tratamiento psiquiátrico y también por su deficiente estado de conservación al no haberse realizado las necesarias labores de renovación, lo que lo llevó a su declive.

AHM redacta un proyecto arquitectónico acorde al pensamiento médico del momento. Reparte el programa solicitado en una serie de edificios de baja altura extendidos por la parcela de manera escalonada, algunos concatenados entre sí, con los servicios de administración y elementos comunes en el centro y los de hospitalización a los lados en varias unidades abiertas. Destina otros edificios independientes a unidades de hospitalización cerrada, talleres, labores, etc. Y urbaniza la parcela con zonas deportivas y ámbitos ajardinados.

Todo el conjunto está construido con una fábrica de ladrillo ocre. Introduce otros materiales de manera puntual en los accesos y en las ventanas como azulejos blancos o pavés. La imagen del conjunto es una interesante composición de cuerpos maclados de diferentes alturas con la horizontalidad de las cubiertas planas que se van adaptando al funcionamiento interno y a la pendiente de la parcela. Al disponer los edificios girados respecto al recorrido principal se conforman espacios propios a modo de patios para cada uno de ellos, además de configurar perspectivas variadas y atractivas.

Su falta de renovación y actual abandono permite apreciar muchos de las propuestas de los arquitectos como son las carpinterías exteriores, que se encuentran en su estado original pudiéndose apreciar su composición, o la interesante implantación en la parcela, poco habitual en la región.

13/03/2021

43.416712, -3.821970

Mobiliario y objetos

OTROS/

Ángel Hernández Morales

Diputación Provincial de Santander/Varios

Pedro Fernández Lastra

 

Además de su producción arquitectónica, pero siempre íntimamente ligada a la misma, Ángel Hernández Morales también proyectó mobiliario y piezas de todo tipo, para sus obras o para otros destinos, que muestran su gran capacidad de diseño. Objetos litúrgicos, cruces, bocetos de esculturas, chimeneas, camas, sillas, bancos, butacas, lámparas, apliques, ceniceros, vasos, etc. Su producción es amplia y abarca todas las demandas que se le plantearon.

En el plano arquitectónico también diseña numerosos elementos consustanciales a la obra y a los detalles que demanda la construcción de los edificios, como barandillas, canalones, chimeneas, veletas, cercas, etc.

Dentro de esta producción se puede destacar su relación con el escultor Jesús Otero, al que por su mediación se le encarga la ejecución de numerosas obras para ser incluidas en los edificios que proyectó, como fueron animales para fuentes y miradores, Cristos crucificados, vírgenes y santos para iglesias etc. De ello se pudiera deducir y mantener la hipótesis que Otero también fuera el autor de otros bajorrelieves que AHM incluyó en sus obras con una iconografía menos figurativa, como los de las fuentes de Praves y Caranceja.

13/03/2021

Equipamientos en el medio rural

OTROS/

Ángel Hernández Morales

Diputación Provincial de Santander/Varios

Pedro Fernández Lastra

 

Desde su puesto de arquitecto y director de la Oficina Técnica de la Diputación Provincial de Santander, Ángel Hernández Morales desarrolló entre 1944 y 1981 una labor ingente por toda la región. Afronta con gran maestría un gran número y diversidad de encargos, entre los que se encuentra las dotaciones de equipamiento y mobiliario urbano que proyecta para la Diputación en toda la provincia, y que conforman un destacado conjunto de obras sólido y coherente, ejemplo vigente de integración de la modernidad dentro de un contexto tradicional. Diseña y construye monumentos, fuentes, lavaderos, abrevaderos de ganado, cercas y cerramientos, señales conmemorativas e indicativas de pueblos, de carreteras y puertos de montaña, miradores, bancos, quioscos y templetes, mataderos, asubiaderos, campanarios y pequeñas plazas que aún podemos contemplar en muchos pueblos de Cantabria.

Previamente a su llegada a Santander AHM había realizado proyectos conmemorativos con marcado acento clasicista, de los que se puede destacar su control total sobre todos los aspectos de la obra, desde los más generales a los detalles menores, incluyendo las esculturas o la epigrafía. En sus primeros trabajos en la provincia continúa con este estilo, como se aprecia en el monumento a Carrero Blanco en Santoña o la señal marítima en la entrada al puerto de San Vicente de la Barquera.

Desde principios de los años 50, la arquitectura de AHM evoluciona incorporando a sus obras un lenguaje contemporáneo atento al lugar donde se sitúa, constituyendo éste uno de los rasgos más sobresalientes de su obra.

AHM resuelve estos equipamientos, pequeños de tamaño pero con la misma dimensión arquitectónica que los edificios, con una metodología similar al resto de su obra, que puede ser considerada cercana a un estilo. Los diseña mediante un contenido repertorio de soluciones, contrastadas y confirmadas por el uso, con múltiples variantes que mantienen una imagen común perfectamente identificable, de estética similar, proporcionadas a las condiciones materiales y a la escala de cada entorno.

Utiliza un número limitado de materiales: piedra, hormigón, madera o hierro, con una construcción rigurosa, lógica, y sincera, próxima a la tradicional, pero con recursos compositivos provenientes de la modernidad. Sus obras conjugan, con gran acierto y valor, los principios modernos dentro del contexto histórico de cada lugar. Un arquitecto contemporáneo que utiliza técnicas tradicionales, con un lenguaje actual.

Como ejemplo, la serie de lavaderos constituyen, por si mismos, una lección de conocimiento, solvencia arquitectónica y sensibilidad plástica. Son volúmenes rotundos y geométricos que combinan la ligereza de la cubierta, una fina lámina de hormigón con forma de paraboloide hiperbólico, con la contundente solidez de los muros de mampostería tradicionales, logrando un lenguaje constructivo de gran expresividad, al que añade piezas ornamentales de hierro forjado realizadas con medios artesanales, hoy casi desaparecidas. Pero también sabiendo adaptar el modelo a una arquitectura más tradicional cuando el lugar lo requiere, como es el caso del lavadero de Lafuente.

La perdida y el deficiente estado de conservación de algunas de estas obras no impiden apreciar sus valores intrínsecos. Sirva esta publicación como llamada de atención a su propietario, la Administración Pública, para que tomando conciencia de su valor proceda a su reconocimiento mediante su merecida protección y acometa su recuperación. Con sus proyectos consiguió dotar a la obra pública de esas décadas de una imagen homogénea, coherente y reconocible.

Más información, textos y fotografías, en los siguientes enlaces:

https://patrimonio.coacan.es/lavadero-en-udias-valoria/

https://patrimonio.coacan.es/lavadero-en-barros/

https://patrimonio.coacan.es/lavadero-en-santiurde-de-reinosa/

https://patrimonio.coacan.es/lavadero-en-concha/

https://patrimonio.coacan.es/lavadero-en-udias-pumalverde/

https://patrimonio.coacan.es/plaza-y-quiosco-para-carniceria/

https://patrimonio.coacan.es/refugio-en-paracuelles-gandaras/

https://patrimonio.coacan.es/refugio-en-suano-el-lago/

Es un conjunto de obras seleccionadas en el libro «40×40 Cuarenta años de Arquitectura en Cantabria», que se puede descargar en el siguiente enlace:

https://www.coacan.es/colegio-3/comunicacion-y-noticias/notas-y-anuncios/10202-40-obras-x-40-anos-1942-1982-cuarenta-anos-de-arquitectura-en-cantabria

La Fundación do.co,mo.mo_ibérico ha incluido varios edificios en su registro de construcciones destacadas del siglo XX en España, dentro del apartado de «equipamientos modernos».

http://www.docomomoiberico.com/index.php?option=com_k2&view=item&id=1569:quiosco-para-carniceria&Itemid=11&vista=1&lang=es

http://www.docomomoiberico.com/index.php?option=com_k2&view=item&id=824:tres-lavaderos-y-un-refugio&Itemid=11&vista=1&lang=es

13/03/2021

Publicaciones, escritos y otros textos

OTROS/Publicaciones, escritos y otros textos

Ángel Hernández Morales

Varios

Pedro Fernández Lastra

 

Formando parte integrada en su trabajo, Hernández Morales escribió artículos, redactó informes y memorias y conformó programas de actuaciones que en algunos casos fueron editadas como libros, separatas o publicaciones. Todos tratan de asuntos relacionados con su profesión, pero abarcan diversos campos y temas a lo largo de muchos años. Reflejan los múltiples aspectos e intereses que AHM abordó durante su vida profesional, que eran tan variados como las excavaciones arqueológicas o el análisis del funcionamiento de los aeropuertos.

Publica dos libros:

Juliobriga. Ciudad romana en Cantabria. Excma. Diputación Provincial de Santander y Centro de Estudios Montañeses, 1945.

En un comunicado al CEM AHM expone: «En 1945 expuse en el Centro de Estudios Montañeses mis deseos de colaborar en estas excavaciones. Acogidos favorablemente, acordóse, a propuesta del Dr. Carballo, el que realizara yo las correspondientes a este año.

La Excma. Diputación de Santander proporcionó los medios necesarios para esa última campaña excavadora, mostrando gran interés en que se publicara el resultado de las mismas con el fin de contribuir al conocimiento y divulgación de los valores arqueológicos de la provincia.»

En el archivo familiar se encuentra depositado el manuscrito con correcciones, con una bella encuadernación realizada por su esposa.

La Cripta de la Catedral de Santander. Colegio Oficial de Arquitectos (de Cantabria), 1958.

Estudio de la cripta de la catedral, la iglesia del Cristo, que AHM dedica «A mi profesor D. Leopoldo Torres Balbás, a quien debo mi afición y la ayuda de este estudio.»

En su introducción señala: «La monografía de un edificio debe ser como el proyecto que sirvió para edificarle.»

En ambos casos, además del texto de los informes, incorpora los planos que levanta de los edificios, los dibujos de las formas constructivas y de los objetos, e incluye fotografías de los mismos.

Publica varias separatas de estudios realizados como la que trata de la «Arquitectura rural montañesa» en 1949 para el Centro de Estudios Geográficos o sobre la «Iglesia de Helguera, Molledo» en 1961, para la Real Academia de la Historia.

Publica en la revista Altamira del Centro de Estudios Montañeses, del que forma parte como miembro, diversos artículos como «Una señal marítima en la entrada del puerto de San Vicente de la Barquera» en 1949, «La ermita de San Bartolomé en Oreña» en 1953 o «El hospital de San Rafael» en 1976.

La revista Arquitectura de Madrid publica varias de sus obras y proyectos: en 1947 «Casa Particular en Santander» y «Tienda en Santander»; en 1948 el «Museo del Real Astillero de Guarnizo (Santander)»; en 1953 el «Almacén para patata de consumo en la granja del Hogar Provincial Cántabro (Santander)»: en 1955 «Estaciones Aéreas Provisionales y permanentes en los aeropuertos nacionales» y finalmente en 1974 el «Centro de prevención y rehabilitación de Mutua Montañesa de Seguros (Santander)», en colaboración con Emilio María de la Torriente Castro, que fue galardonado con un Accésit del Premio Nacional de Arquitectura de ese año.

Además de estas publicaciones de índole personal, en el ámbito urbanístico se editan bajo su coordinación varios cuadernos que recogen normas, análisis, estudios y planes como las «Normas Generales de de Urbanización para la provincia de Santander de la Comisión Superior de Ordenación Urbana» en 1948, el «Plan Comarcal de Santander» de la Comisión Provincial de Urbanismo de Santander en 1955 , el «Análisis de Torrelavega» para el Instituto de Estudios de Administración Local en 1956 o el «Plan de Ordenación de Comillas» de la Comisión Provincial de Urbanismo de Santander en 1954.

AHM redactó con el mismo rigor numerosos informes y memorias e incluso todos los textos que conforman un proyecto, como las mediciones, presupuestos, pliegos de condiciones, etc. que son parte del trabajo profesional, en los que evidenciaba la manera sistemática y ordenada de su proceder en el desarrollo de los proyectos. En el archivo se encuentran numerosas cartas, incluidas copias de las suyas, que muestran la abundante relación epistolar que mantuvo. Guardaba toda la información y documentación de los proyectos en expedientes numerados y encarpetados. Puede ser tanto el programa funcional para organizar el Servicio de Psiquiatría Provincial como la Filosofía y la técnica del banco en la Iglesia Católica: todos están manuscritos para después ser pasados a máquina por sus ayudantes. Son el reflejo de su gran capacidad analítica de los temas tratados para la posterior síntesis y materialización en el proyecto arquitectónico.

13/03/2021

Arquitecturas transformadas

OTROS/

(Otros)

Ángel Hernández Morales

Varios

Eduardo Fdez.-Abascal Teira

 

La arquitectura, que tiene vocación de durabilidad, debe adaptase a los cambios sociales, programáticos, tecnológicos… a lo largo de su vida útil. La necesaria transformación de la arquitectura no debe considerarse como un factor siempre negativo. Las intervenciones pueden suponer la pérdida de los valores de una obra, pero también la respetuosa adaptación o un cambio positivo, que mejore sus características iniciales. Los mecanismos proyectuales de transformación son diversos. Una de las obras más notables de nuestra arquitectura, la Mezquita de Córdoba, tal como la conocemos en la actualidad, es el resultado de diversas transformaciones en el tiempo con criterios y lenguajes diversos, casi contrapuestos.

Las obras de AHM no han sido ajenas a estos procesos, con diferente fortuna. Ente sus obras transformadas, además de algunas descritas de manera pormenorizada en su correspondiente ficha, como el Centro de Formación Profesional de Torrelavega, cabe reseñar el Instituto Laboral de Castañeda, las oficinas de Sotoliva en Santander, el Ayuntamiento de Reocín en Puente San Miguel, el bar cafetería Brisa en Santoña, el Ayuntamiento de Valdáliga en Roiz, las escuelas de Ruiloba, la granja del Abra del Pas, el Museo de Altamira…

El Instituto es un complejo proyecto, que incluye la rehabilitación del Palacio de Larrinaga, la construcción de diversas edificaciones fabriles, con cubierta de dientes de sierra, y establos, la urbanización de la finca con un pabellón de acceso, y la construcción de doce viviendas escalonadas en planta, agrupadas de tres en tres, en una finca situada al otro lado de la carretera. El Palacio ha sido transformado recientemente en Ayuntamiento. En los 50 AHM proyectó en el Puerto de Santander el edificio Sotoliva, un bloque funcional de tres plantas, con dos más en el extremo para formalizar una pequeña torre, con un lenguaje depurado de acero y vidrio. En los 90 Jerónimo Junquera y Estanislao Pérez Pita rehabilitaron el edificio para oficinas de la Autoridad Portuaria, manteniendo su carácter industrial pero adaptándolo a los nuevos requerimientos, en una cuidada operación de restyling. Otro caso bien diferente es el del Ayuntamiento de Reocín, atractivo edificio funcional de AHM, que construyó otros equipamientos menores en «la Robleda», transformado radicalmente con escasa fortuna en un falso intento de contextualización. La cafetería Brisa era un hermoso pabellón, situado en el Pasaje de Santoña, proyectado con el mismo lenguaje moderno y abstracto, un juego de paramentos verticales de lajas de piedra y ventanales con perfiles de acero de suelo a techo, de cuidado despiece, rematados por una fina losa de hormigón de perfiles quebrados. Tras diversas reformas, el edificio fue prácticamente derribado, construyéndose una vulgar cafetería. El Ayuntamiento de Valdáliga es un singular proyecto en el que AHM recurre a un tipo de vivienda tradicional, mezclando elementos arcaicos con tratamientos modernos. Fue rehabilitado y ampliado a principios de siglo XXI por Eduardo Álvarez. Las escuelas de Ruiloba son una obra menor en la que el arquitecto recurre a los sistemas de implantación, volúmenes, elementos y materiales que caracterizaron su estilo en los años 60. Fue reformada en el 97 como albergue con proyecto de Eduardo Fernández-Abascal y Floren Muruzábal, respetando su carácter general En el singular paraje del Abra del Pas, el arquitecto proyectó un edificio menos unitario que el del Centro de Inseminación de Caseríos. Las transformaciones realizadas para convertirlo en el club del campo de golf han sido excesivas, tan solo la casa del director, hoy cafetería, mantiene en parte su carácter original. El inicial Museo de Altamira era un sugerente conjunto conformado por tres pabellones a diferentes alturas, caracterizados por las cubiertas a 4 aguas, las barandas/balconadas perimetrales conectadas mediante escaleras y los grandes ventanales de madera, que tenían cierto aire oriental. Los pabellones fueron fuertemente intervenidos por Juan Navarro cuando proyectó en el año 95 el nuevo Mueso

12/02/2021

Arquitecturas perdidas

OTROS/

(Otros)

Ángel Hernández Morales

Varios

Eduardo Fdez.-Abascal Teira

 

El escaso reconocimiento social de la arquitectura moderna ha provocado el abandono, la ruina y/o el derribo de numerosas obras notables construidas en el siglo XX, tanto en el exterior, como en nuestro país y en nuestra región. En algunos casos los derribos están relativamente justificados por la obsolescencia funcional. El Frontón de Recoletos de Eduardo Torroja y Secundino Zuazo, la Pagoda de Miguel Fisac, la casa en la calle del Doctor Arce en Madrid de Alejandro de la Sota o el edificio de la Seat en Barcelona de Cesar Ortiz- Echagüe y Rafael Echaide son una buena muestra de interesantes obras de arquitectura moderna perdidas. La obra de Ángel Hernández Morales no ha sido ajena a esta desidia destructiva.

Ente las obras perdidas más significativas, además de los aeropuertos, recogidos en la ficha correspondiente, cabe reseñar el Almacén para patata de consumo en la granja del Hogar Provincial Cántabro en Santander, la Escuela de Aprendices en Peñacastillo, la sede del periódico Alerta en Santander, proyectada en colaboración con Domingo Indalecio de la Lastra, la capilla de Femsa en Laredo, el local de Alba Films en la antigua Plaza Vieja de Santander, la intervención en el Palacio de la Diputación en Puertochico, los más tardíos edificios del complejo hospitalario de Valdecilla…

El almacén, aparentemente un proyecto menor, es un interesante ejercicio de imaginación, conocimiento bioclimático y tecnología light, para construir una pequeña y eficaz nave agraria con una poética fachada, adosada a otras construcciones de la granja. En la sede del periódico Alerta, los arquitectos recurren, desde los primeros bocetos, a un estilo moderno más depurado, con los pilares de la estructura vistos en la fachada y un tratamiento casi textil de la plementería, con bandas de vidrios y partes opacas, acercándose a la obra de Ludwig Mies Van der Rohe o a la más cercana de Francisco Asís Cabrero. La capilla de Laredo es una obra mínima pero intensa en el paisaje, con los muros de lajas de piedra y una expresiva cubierta de lámina de hormigón, recurso estructural que utilizará AHM en muchos equipamientos rurales. El local de Alba Films es uno de los escasos proyectos comerciales del arquitecto, efímero casi por su propio carácter. Los dibujos del arquitecto con los juegos geométricos de la planta y la perspectiva de la esquina crean un sugerente espacio casi fílmico.

HERNÁNDEZ MORALES, ÁNGEL : Revista Nacional de Arquitectura, nº 143, noviembre 1953, pp 15-17.

FDEZ.-ABASCAL TEIRA, EDUARDO Y SANTAMARÍA MUÑOZ, PÍO: Revista BAU, nº 11, diciembre 1994, pp 86-87

12/02/2021

Arquitecturas para la aviación

OTROS/

(Santander y otros)

Ángel Hernández Morales

Varios

Eduardo Fdez.-Abascal Teira

 

Ángel Hernández Morales se consideró siempre arquitecto y aviador. En 1937 en plena guerra civil, después de reestablecerse en el hospital y tras una conversación en Valladolid con Luis Moya y el ayudante del General José Moscardó, ingresó en la Escuela de Aviación de Logroño. Su sueño se convirtió en una realidad.

La aviación transformó la forma de ver el mundo y la arquitectura a AHM. Desde el avión veía los edificios a vista de pájaro, influyéndole directamente en la concepción del juego de volúmenes y cubiertas en sus proyectos.

El contacto con el mundo de la aviación le proporcionó diversos encargos, los aeropuertos de Parayas en Santander, tanto el provisional como el posterior, Lavacolla en Santiago de Compostela, La Coruña y Vigo, así como otros edificios complementarios en Santiago y Valladolid.

El arquitecto debe inventar una arquitectura, en los años cincuenta con escasos recursos, para estos nuevos equipamientos de una manera casi heroica. La torre de observación acristalada con su característica silueta de pirámide truncada e invertida, se convierte en el elemento expresivo de todos estos aeropuertos.

En el primer Parayas la torre se adosa a un pabellón de cubierta a dos aguas asimétricas con los elementos y materiales habituales en su obra. El segundo proyecto es más extenso y complejo con volúmenes lineales de alturas diversas y un segundo mirador bajo la torre. En Lavacolla, el aeropuerto con la torre la balconada y las ventanas en esquina, y los habituales ladrillos pintados y tablazones de madera, adquiere un singular carácter de obra pionera de una nueva aventura. En La Coruña, el arquitecto plantea una propuesta más «moderna», con cubiertas planas. En Vigo, construido solo parcialmente, AHM recurre a un planteamiento similar pero más ambicioso. A la torre, más esbelta con un gran ventanal vertical, se adosa un edificio lineal con cubierta plana, parcialmente accesible, contrastando grandes cristaleras con paramento de ladrillo y mampostería.

La torre tomada de la arquitectura histórica regional, de origen medieval, o de estas arquitecturas funcionales, se convierte en un elemento característico en otras muchas obras de AHM.

HERNÁNDEZ MORALES, ÁNGEL : Revista Nacional de Arquitectura, nº 165, septiembre 1955, pp 24-32.

FDEZ.-ABASCAL TEIRA, EDUARDO Y SANTAMARÍA MUÑOZ, PÍO: Revista BAU, nº 11, diciembre 1994, pp 86-87

19/02/2021

Casa nº 2 en Mogro

La Unquera nº 217. Mogro (Miengo)

Ha sido derribada para Ha sido derribada, seguramente para construir otra.

044.002

Javier Sazatornil Pinedo

Esta edificación está situada en el límite del municipio de Mogro formando un pequeño núcleo junto con dos casas. Una de ellas, adosada a sur, forma parte de la misma propiedad. Al este tiene adosada la casa en cuestión recientemente derribada. Al oeste se encuentra una vía de acceso a otra edificación cercana. Al sur de las viviendas discurre una carretera nacional. En el norte se extiende una zona llana de prados.

En las fotos del edificio que existía, se puede ver en la fachada Este un dintel con un bonito arco conopial y una ménsula de cuarto de bocel, propio de esta arquitectura medieval, en el machón que remata el hastial Este de la casa. La tipología de la casa era una Casa Montañesa sin soportal y con una solana corrida a lo largo de la fachada, de finales del XVI. Se confirma la ausencia de chimenea, la característica cubierta a dos aguas y el antuzano. Además en las fotos, antes del derribo, se observa el recrecido del hastial que tenía cuando en su día fue rehabilitada y posiblemente cuando se le añadió ese hueco con el dintel de arco conopial como he dicho, más o menos, a finales del XVI.

07/04/2020

43.428527, -3.966322