Centro cívico en Brañavieja
OTROS/Multiuso (deportivo, administrativo, religioso y residencial)
Centro cívico
Brañavieja (Hermandad Campoo de Suso)
Ángel Hernández Morales
Diputación Provincial de Santander/1968
Pablo Flor Morales
Este edificio, proyectado en 1968 con Miguel Ángel Sáinz de Varanda, fue concebido como «corazón, mente y dirección de la estación de esquí». Alberga un programa multiuso con dos cuerpos autónomos unidos por un porche, cerrado durante la obra como galería acristalada, que facilita el tránsito a cubierto entre ambos y conforma un espacio exterior de acceso a modo de plaza, inicialmente planteada en forma de U pues el porche también daba servicio a un tercer cuerpo situado al este, consistente en la ampliación como refugio para esquiadores del bar restaurante construido cinco años antes por el ayuntamiento. Esta galería acristalada unifica la imagen hacia el acceso y se ejecuta mediante una delgada carpintería metálica bajo un alero de hormigón armado que amplía su vuelo hacia el norte, soportado por una elegante hilera de jabalcones metálicos.
El primer cuerpo, de planta longitudinal, alberga distintos servicios de la estación (oficinas, taquillas, aseos, alquiler y venta de material, botiquín, puesto de policía y, en planta primera, una serie de apartamentos para personal) Está construido mediante una serie de muros paralelos de hormigón armado dispuestos perpendicularmente a su fachada principal. Cuatro núcleos de escalera independientes dan acceso a los apartamentos de la planta primera, cuyo interior se ve puntualmente entorpecido por estas pantallas de hormigón. La sección, con cubiertas inclinadas a dos aguas, condiciona que los dormitorios queden iluminados a través de una serie de ventanas altas por encima del faldón que cubre la galería inferior.
La capilla es una destilación de sencillez. Su hastial triangular de hormigón armado pintado de blanco puede entenderse como una de las imágenes icónicas del poblado. Interiormente da fondo al presbiterio, con su superficie de hormigón visto bañada lateralmente por la luz natural proveniente de una gran ventana también triangular. A diferencia del otro cuerpo aquí la estructura se resuelve mediante pórticos metálicos que dan forma a una cubierta inclinada a tres aguas, enteramente forrada con tablas de madera en el interior.
Podría hablarse por tanto de una dualidad que se sintetiza en la visión conjunta de los hastiales al noroeste de ambos cuerpos que forman el edificio: la sencillez del triángulo en el presbiterio de la capilla y la compleja sección del otro volumen, unificados mediante la galería que conforma el acceso y una limitada paleta de materiales (cubiertas de pizarra, carpinterías de hierro, revestimiento de tablas solapadas de madera sin cantear, bloque moldeado de vidrio, aleros de hormigón visto y fachadas pintadas de blanco)
Tras el obligado traslado de las pistas a la zona de Calgosa en los años ochenta para disponer de nieves más duraderas y la construcción de un nuevo edificio de servicios, el que fue planteado como corazón de la estación quedó vacío de contenido. Cabe confiar en la capacidad de adaptación de la arquitectura como valor que facilite dotar a este edificio de nuevos usos, conlleve su mantenimiento y consiga revitalizar tan simbólica obra.
Más información, textos y fotografías en https://patrimonio.coacan.es/capilla-del-centro-civico-de-branavieja/ y https://patrimonio.coacan.es/edificio-multiusos-branavieja/
Obra seleccionada en el libro «40 x 40. Cuarenta años de arquitectura en Cantabria», que se puede descargar en https://www.coacan.es/colegio-3/comunicacion-y-noticias/notas-y-anuncios/10202-40-obras-x-40-anos-1942-1982-cuarenta-anos-de-arquitectura-en-cantabria
La Fundación do.co,mo.mo_ibérico ha incluido este edificio en su registro de construcciones destacadas del siglo XX en España dentro del apartado «Los equipamientos modernos 1925-1965» http://www.docomomoiberico.com/index.php?option=com_k2&view=item&id=823:edificio-multiusos-branavieja&Itemid=11&vista=1&lang=es
15/03/2021
43.033880, -4.356434
Escuela de Formación Náutico-Pesquera
EDIFICACIÓN DOCENTE
Escuela de Formación Náutico-Pesquera
San Martín s/n. Santander
Ángel Hernández Morales
Diputación Provincial de Santander/1968
Jorge Villamor Cantera
Este edificio, concebido originalmente como Escuela Superior de Náutica antes de su traslado a su ubicación actual junto al Palacio de Festivales de Cantabria, es usado actualmente como Escuela Náutico-Pesquera. Con referencia catastral 6728601VP3162H y localizado en el Muelle de San Martín de Santander cuenta con una superficie total construida de 1.496 m2 y responde a un proyecto de Ángel Hernández Morales finalizado en el año 1968.
El edificio, de una composición sencilla y acabado en ladrillo pintado de color blanco, está conformado por tres elementos muy diferenciados como el propio volumen de aulas volcado al sur con unas terrazas a lo largo de la fachada a modo de puente de mando de un barco, el pequeño volumen lateral donde se encuentran los talleres y la torre lateral recordando el mástil de una embarcación con su cofia de vigía.
Ha sufrido diversas transformaciones que han distorsionado su imagen original como la adición de un volumen en el punto de unión entre la zona de aulas y los talleres, la adición de un anexo lateral en la zona de la escalera para situar la nueva entrada tras una serie de reformas interiores con la intención de ganar espacios administrativos o la sustitución de cierre perimetral original a base de elementos metálicos y de madera por una valla simple metálica. Asimismo, se han añadido una serie de elementos en el exterior de la parcela que distorsionan la vista original.
El interior, con una distribución de espacios sencilla pero muy eficaz, se encuentra en su mayor parte como era originalmente a excepción de un par de divisiones en las aulas, la zona administrativa comentada anteriormente y los talleres a los cuales se les ha añadido un cabrete para ganar superficie de trabajo. La zona del sótano dedicada a instalaciones y almacenes se está reformando actualmente para acomodar los vestuarios y los espacios de almacenaje del material de la Escuela de Buceo.
A pesar de que el edificio se encuentra catalogado por la Fundación DO.CO.MO.MO Ibérico como uno de los escasos ejemplos de arquitectura docente moderna en la región, no tiene ningún grado de protección según el planeamiento municipal. Aumentar su grado de protección sería lo deseable con el fin de garantizar su conservación y restitución de su imagen original.
20/12/2020
43.463301, -3.784301
El edificio se encuentra registrado en la fundación DO.CO.MO.MO. Ibérico en el apartado «Los equipamientos modernos-Nivel B 1925-1965»
Hospital de la Mutua Montañesa
EDIFICACIÓN SANITARIA
Hospital de la Mutua Montañesa
Avenida del Faro 19. Santander
Ángel Hernández Morales
Mutua Montañesa/1969
Jorge Villamor Cantera
Este edificio de uso sanitario y proyectado originalmente como Centro de Prevención y Rehabilitación de Accidentes de Trabajo de la Mutua Montañesa, hoy conocido como Hospital de la Mutua Montañesa, responde a un proyecto de los arquitectos Ángel Hernández Morales y Emilio de la Torriente Castro fechado en el año 1969.
La obra, premiada en un concurso convocado por el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid en el año 1972, acoge en su edificación principal como centro de rehabilitación una gran mezcla de usos (zonas de servicios médicos y de prevención, fisioterapia con gimnasio, terapia ocupacional, dirección y administración, residencia y salón de actos ) implementándose en el territorio de manera escalonada en bancadas desde la parte más alta de la parcela con gran acierto, casi siguiendo las curvas de nivel del mismo con una geometría curvada, con un máximo de cuatro alturas, una disposición eminentemente horizontal y una organización funcional alrededor de un jardín interior. Este juego de desniveles se prolongaba en el resto de la parcela con dos bancadas más en las cuales se situaba una proyectada y no construida piscina exterior, una bolera montañesa, una zona de tiro con arco, una pista de tenis y una pista polideportiva.
El resto de los edificios que componían el conjunto original eran el edificio para talleres (con una disposición de las aulas alrededor de un vestíbulo y actualmente en desuso), la vivienda del guarda y la marquesina de entrada. Estos dos últimos, a día de hoy, se encuentran desaparecidos del mismo modo que la pista de tenis y la pista polideportiva que se encontraban en la parte más baja de la parcela y cercana a la entrada siendo sustituidas por dos aparcamientos de vehículos.
El edificio que acoge actualmente el hospital, realizado en estructura de hormigón con cubiertas planas, mampostería de piedra caliza, carpinterías de madera de teka y acabado exteriormente a base de plaquetas de gres de castilla de 20 x 10 cm que le daban su carácter tan singular, ha sufrido durante los últimos años profundas transformaciones tanto en sus instalaciones interiores como en su acabado exterior con la intención de solventar diversos problemas funcionales, de salubridad, accesibilidad y seguridad antiincendios. Como consecuencia de todos estos cambios necesarios, parte de la volumetría original se ha distorsionado así como el juego de texturas que tenía la fachada sustituyéndose por una, mucho más eficaz, pero más plana y homogénea.
20/12/2020
43.482929, -3.788625
Edificio de viviendas en El Sardinero
RESIDENCIAL VIV. COLECTIVA
Edificio de viviendas en El Sardinero
Avenida Reina Victoria 127. Santander
Ángel Hernández Morales
Fernando María de Pereda Aparicio/1969
Jorge Villamor Cantera
Este bloque de viviendas con referencia catastral 7136402VP3173E y localizado en el nº 127 de la Avenida Reina Vitoria de Santander haciendo esquina con la denominada Plaza del Príncipe, cuenta con una superficie de parcela de 1.495 m2, una superficie total construida de 2.021 m2 y responde a un proyecto de Ángel Hernández Morales fechado en abril del año 1965. El promotor de esta operación fue D. Fernando María de Pereda Aparicio.
El edificio, respondiendo al estilo de Ángel Hernández Morales con zócalo de mampostería de piedra, ladrillo cara vista y cubierta de pizarra, es de volumen compacto, se encuentra en un perfecto estado de conservación y se posiciona en un lugar privilegiado de Santander. Cuenta con una estructura metálica y forjados de hormigón, cerramientos exteriores a base de dos tabicones de ladrillo y cubierta a cuatro aguas con diferentes pendientes y revestimiento de pizarra como ya se ha señalado.
Por otro lado, el edificio se posiciona en la parcela de tal manera que se acerca lo más posible al mar liberando la parte trasera para un pequeño parterre y la zona de garajes cerrados situados en el fondo. La planta baja se encuentra dedicada a portal de acceso, local comunitario, local de instalaciones y vivienda para el portero mientras que las tres plantas superiores cuentan con dos viviendas por planta más un ático con una vivienda.
Las viviendas, a excepción del ático que se ha dividido en cuatro viviendas más pequeñas, se mantienen inalteradas y cuentan con superficies comprendidas entre los 65 m2 y los 180 m2 construidos. La distribución interior se organiza alrededor de un vestíbulo de acceso y un pasillo central, perpendicular a la fachada principal, desde los cuales se accede a las diferentes estancias que originalmente eran las siguientes: salón-comedor con chimenea y acceso a la galería exterior, cocina con oficio, aseo y dormitorio de servicio, cuatro dormitorios dobles y dos baños completos.
14/03/2021
43.470776, -3.778466
Residencia de Mayores San José
EDIFICACIÓN SANITARIA
Residencia de Mayores San José
Barrio La Iglesia. Barcena (Villacarriedo)
Ángel Hernández Morales
Diputacion Provincial de Santander/1969
Pedro Fernández Lastra
En el barrio de la Iglesia de Barcena de Carriedo, valle del río Pisueña, la Diputación Provincial construye en 1969 una residencia de mayores con un proyecto de Ángel Hernández Morales.
Se trata de un edificio adosado a la casa parroquial y asilo, continuando la alineación señalada por la iglesia del pueblo. Es un edificio pequeño, de dos plantas y forma de L, rodeado de una parcela ajardinada.
Su reducido tamaño o el deficiente estado de conservación, motivado por su falta de uso desde hace tiempo, no impide apreciarlo como un ejemplo en el que se reúnen varias de las cualidades de la obra de AHM. Al contrario, quizás su abandono haya permitido que se conserve en un estado próximo al original, aunque evidentemente muy abandonado.
Uno de sus principales rasgos, que AHM propone en varios de sus proyectos, es la acertada síntesis de tradición y modernidad, como ocurre en este. Comenzando por la cuidada implantación del edificio en el sitio, que muestra como AHM atiende al lugar donde va a intervenir al formar un conjunto urbano con la iglesia y el centro parroquial, manteniendo las alineaciones y respetando la escala volumétrica de estas preexistencias. Y al mismo tiempo, la forma de L de la planta permite configurar espacios exteriores propios de la residencia que dotan de la necesaria autonomía.
El uso de formas tradicionales, volúmenes sencillos, ordenados, con las cubiertas a dos aguas, la galería acristalada, las dimensiones de los huecos, o la propia expresividad de la construcción y de los materiales hacen comprensible el edificio y lo integran en su entorno. Pero al mismo tiempo introduce componentes contemporáneos de ligereza y abstracción mediante la incorporación de nuevos materiales y la forma en cómo estos son utilizados: la pizarra en la cubierta, el acero en la galería, el ladrillo caravista pintado de blanco en las fachadas o la madera de los embonados que definen los tímpanos. Son principios que se podrían adscribir a ideas cercanas del regionalismo crítico.
Otra característica del trabajo de AHM, y que se observa en el edificio, es el uso continuado de un repertorio de detalles constructivos propios, mezcla de soluciones industriales y de artesanía, que repite siempre que el proyecto lo requiere y que identifican de inmediato a los edificios como obras de su autoría. Desde la cerca exterior de tablones de madera, el canalón con sus fijas de acero o el mencionado embonado de madera.
El resultado final es notable y acorde al momento de su construcción: un edificio con una imagen de estilo contemporáneo pero inserto en la tradición del mundo rural: consigue que su presencia no sea en absoluto agresiva con el entorno pero manifiesta la personalidad propia de un edificio público moderno.
La aparente sencillez de esta obra, por lo materiales y conceptos que utiliza frente a otras arquitecturas históricas, revela su fragilidad ante cualquier intervención que lo ignore y que sea poco respetuosa con el edificio, como tantas veces se ha producido en la obra de AHM y en muchas otras de la arquitectura contemporánea.
13/03/2021
43.242874, -3.827772
Iglesia en La Hermida
EDIFICACIÓN RELIGIOSA
Iglesia en La Hermida
La Hermida (Peñarrubia)
Ángel Hernández Morales
Obispado de Santander/1970
Pedro Fernández Lastra
En el centro del pueblo de La Hermida, en una pequeña parcela con caída hacia el rio Deva, Ángel Hernández Morales proyecta en 1970 la iglesia de San Pelayo, unos años después de concluir la que había edificado en Espinama.
La discreta impronta formal de los paños de ladrillo rojo y su ubicación, parcialmente oculta por el cercano caserío y a una cota inferior a la de carretera, hacen que pueda pasar desapercibida, siendo señalada en el conjunto urbano mediante su singular campanario.
Sobre la escueta parcela, AHM construye una pequeña y concisa iglesia de planta rectangular, confiando a la sección la expresión formal del proyecto. Adosa a su única nave los dos cuerpos que conforman el portal de acceso y la sacristía con el confesionario. La cabecera se prolonga transversalmente hacia los lados para obtener una capilla lateral, consiguiendo un efecto de luz indirecta que amplía visualmente el espacio del altar. Elevando el volumen de la cabecera introduce la luz natural al interior, con un sencillo pero efectivo juego de volúmenes.
La iglesia está compuesta por varios cuerpos maclados o adosados, todos construidos con ladrillo caravista rojo y con sus cubiertas inclinadas a un agua. La austera imagen exterior contrasta intencionadamente con el amable espacio interior, en el que AHM utiliza dos de los materiales habituales de su obra: el ladrillo caravista pintado de blanco en los cerramientos verticales y la madera de cedro para los techos. Estos materiales, con la luz que penetra tamizada por los ventanales y la inclinación del techo focalizado hacia el altar, confieren al espacio una apacible atmósfera muy propicia al ámbito religioso.
AHM, como en tantas otras construcciones, también presta mucha atención a la pequeña escala que forman los objetos y el mobiliario interior: el altar, la peana, las luminarias, el confesionario, etc. Elementos que diseña con gran interés y detalle.
La urbanización está resuelta con unas escaleras de acceso a la plataforma donde se sitúa el soportal que protege la entrada, limitada por una cerca con un tablón de madera ya desaparecido para el que diseña unos soportes metálicos que aún perduran.
El campanario destaca por su presencia en la escena urbana, constituyendo un notable ejemplo de un recurso muy utilizado por AHM en varias de sus obras: un contrapunto vertical y expresivo frente al edificio. Esta torre, muy atractiva en una formalidad que podría considerarse de reminiscencia constructivista, refleja una de las cualidades de la obra arquitectónica de AHM: el rigor estructural y constructivo del que resulta un esplendido efecto plástico. Con la triangulación de los esbeltos perfiles de la estructura metálica, necesaria para la estabilidad del campanario, consigue una potente imagen icónica que atrae la mirada sobre la iglesia. Como se aprecia en los planos del proyecto, su construcción está definida con gran atención al detalle, con una producción ajustada, casi escultórica.
La iglesia se encuentra en un aceptable estado de conservación, pero el campanario necesita una urgente intervención, especialmente volver a ser pintado, para evitar su degradación y perdida.
Más información, texto y fotografías, en el siguiente enlace:
https://patrimonio.coacan.es/iglesia-de-la-hermida/
13/03/2021
43.254797, -4.614694
Centro Psiquiátrico de varones en Parayas
EDIFICACIÓN SANITARIA
Centro Psiquiátrico de varones en Parayas
Avenida de Juan Carlos I. Maliaño (Camargo)
Ángel Hernández Morales
Diputación Provincial de Santander/1970
Pedro Fernández Lastra
La Diputación Provincial de Santander establece a finales de la década de los años 60 un Plan de Asistencia Psiquiátrica Provincial del que AHM forma parte como responsable de su organización funcional arquitectónica como director de la Oficina Técnica. Dentro de este Plan se prevé un Centro de rehabilitación para varones. En el año 1969 AHM desarrolla este proyecto con la colaboración del arquitecto Miguel Ángel Sáinz de Varanda.
La documentación que se conserva del desarrollo del proyecto refleja el método sistemático con el que AHM afronta su redacción. Realiza numerosas consultas a médicos y psiquiatras, solicita información a colegas especializados tanto nacionales como extranjeros, demanda la adquisición de bibliografía especializada, recopila artículos temáticos, etc.
El Centro está situado en una amplia parcela orientada al Sur en la punta de Parayas. Se mantendrá en funcionamiento durante 41 años hasta su cierre en el año 2016, permaneciendo abandonado desde entonces. Las noticias que se pueden leer en la prensa local aluden a varias razones para tomar la decisión de su traslado al hospital de Liencres, como fueron la falta de funcionalidad de los edificios en relación con las nuevas técnicas de tratamiento psiquiátrico y también por su deficiente estado de conservación al no haberse realizado las necesarias labores de renovación, lo que lo llevó a su declive.
AHM redacta un proyecto arquitectónico acorde al pensamiento médico del momento. Reparte el programa solicitado en una serie de edificios de baja altura extendidos por la parcela de manera escalonada, algunos concatenados entre sí, con los servicios de administración y elementos comunes en el centro y los de hospitalización a los lados en varias unidades abiertas. Destina otros edificios independientes a unidades de hospitalización cerrada, talleres, labores, etc. Y urbaniza la parcela con zonas deportivas y ámbitos ajardinados.
Todo el conjunto está construido con una fábrica de ladrillo ocre. Introduce otros materiales de manera puntual en los accesos y en las ventanas como azulejos blancos o pavés. La imagen del conjunto es una interesante composición de cuerpos maclados de diferentes alturas con la horizontalidad de las cubiertas planas que se van adaptando al funcionamiento interno y a la pendiente de la parcela. Al disponer los edificios girados respecto al recorrido principal se conforman espacios propios a modo de patios para cada uno de ellos, además de configurar perspectivas variadas y atractivas.
Su falta de renovación y actual abandono permite apreciar muchos de las propuestas de los arquitectos como son las carpinterías exteriores, que se encuentran en su estado original pudiéndose apreciar su composición, o la interesante implantación en la parcela, poco habitual en la región.
13/03/2021
43.416712, -3.821970
Mobiliario y objetos
OTROS/
Mobiliario y objetos
Ángel Hernández Morales
Diputación Provincial de Santander/Varios
Pedro Fernández Lastra
Además de su producción arquitectónica, pero siempre íntimamente ligada a la misma, Ángel Hernández Morales también proyectó mobiliario y piezas de todo tipo, para sus obras o para otros destinos, que muestran su gran capacidad de diseño. Objetos litúrgicos, cruces, bocetos de esculturas, chimeneas, camas, sillas, bancos, butacas, lámparas, apliques, ceniceros, vasos, etc. Su producción es amplia y abarca todas las demandas que se le plantearon.
En el plano arquitectónico también diseña numerosos elementos consustanciales a la obra y a los detalles que demanda la construcción de los edificios, como barandillas, canalones, chimeneas, veletas, cercas, etc.
Dentro de esta producción se puede destacar su relación con el escultor Jesús Otero, al que por su mediación se le encarga la ejecución de numerosas obras para ser incluidas en los edificios que proyectó, como fueron animales para fuentes y miradores, Cristos crucificados, vírgenes y santos para iglesias etc. De ello se pudiera deducir y mantener la hipótesis que Otero también fuera el autor de otros bajorrelieves que AHM incluyó en sus obras con una iconografía menos figurativa, como los de las fuentes de Praves y Caranceja.
13/03/2021
Equipamientos en el medio rural
OTROS/
Equipamientos en el medio rural
Ángel Hernández Morales
Diputación Provincial de Santander/Varios
Pedro Fernández Lastra
Desde su puesto de arquitecto y director de la Oficina Técnica de la Diputación Provincial de Santander, Ángel Hernández Morales desarrolló entre 1944 y 1981 una labor ingente por toda la región. Afronta con gran maestría un gran número y diversidad de encargos, entre los que se encuentra las dotaciones de equipamiento y mobiliario urbano que proyecta para la Diputación en toda la provincia, y que conforman un destacado conjunto de obras sólido y coherente, ejemplo vigente de integración de la modernidad dentro de un contexto tradicional. Diseña y construye monumentos, fuentes, lavaderos, abrevaderos de ganado, cercas y cerramientos, señales conmemorativas e indicativas de pueblos, de carreteras y puertos de montaña, miradores, bancos, quioscos y templetes, mataderos, asubiaderos, campanarios y pequeñas plazas que aún podemos contemplar en muchos pueblos de Cantabria.
Previamente a su llegada a Santander AHM había realizado proyectos conmemorativos con marcado acento clasicista, de los que se puede destacar su control total sobre todos los aspectos de la obra, desde los más generales a los detalles menores, incluyendo las esculturas o la epigrafía. En sus primeros trabajos en la provincia continúa con este estilo, como se aprecia en el monumento a Carrero Blanco en Santoña o la señal marítima en la entrada al puerto de San Vicente de la Barquera.
Desde principios de los años 50, la arquitectura de AHM evoluciona incorporando a sus obras un lenguaje contemporáneo atento al lugar donde se sitúa, constituyendo éste uno de los rasgos más sobresalientes de su obra.
AHM resuelve estos equipamientos, pequeños de tamaño pero con la misma dimensión arquitectónica que los edificios, con una metodología similar al resto de su obra, que puede ser considerada cercana a un estilo. Los diseña mediante un contenido repertorio de soluciones, contrastadas y confirmadas por el uso, con múltiples variantes que mantienen una imagen común perfectamente identificable, de estética similar, proporcionadas a las condiciones materiales y a la escala de cada entorno.
Utiliza un número limitado de materiales: piedra, hormigón, madera o hierro, con una construcción rigurosa, lógica, y sincera, próxima a la tradicional, pero con recursos compositivos provenientes de la modernidad. Sus obras conjugan, con gran acierto y valor, los principios modernos dentro del contexto histórico de cada lugar. Un arquitecto contemporáneo que utiliza técnicas tradicionales, con un lenguaje actual.
Como ejemplo, la serie de lavaderos constituyen, por si mismos, una lección de conocimiento, solvencia arquitectónica y sensibilidad plástica. Son volúmenes rotundos y geométricos que combinan la ligereza de la cubierta, una fina lámina de hormigón con forma de paraboloide hiperbólico, con la contundente solidez de los muros de mampostería tradicionales, logrando un lenguaje constructivo de gran expresividad, al que añade piezas ornamentales de hierro forjado realizadas con medios artesanales, hoy casi desaparecidas. Pero también sabiendo adaptar el modelo a una arquitectura más tradicional cuando el lugar lo requiere, como es el caso del lavadero de Lafuente.
La perdida y el deficiente estado de conservación de algunas de estas obras no impiden apreciar sus valores intrínsecos. Sirva esta publicación como llamada de atención a su propietario, la Administración Pública, para que tomando conciencia de su valor proceda a su reconocimiento mediante su merecida protección y acometa su recuperación. Con sus proyectos consiguió dotar a la obra pública de esas décadas de una imagen homogénea, coherente y reconocible.
Más información, textos y fotografías, en los siguientes enlaces:
https://patrimonio.coacan.es/lavadero-en-udias-valoria/
https://patrimonio.coacan.es/lavadero-en-barros/
https://patrimonio.coacan.es/lavadero-en-santiurde-de-reinosa/
https://patrimonio.coacan.es/lavadero-en-concha/
https://patrimonio.coacan.es/lavadero-en-udias-pumalverde/
https://patrimonio.coacan.es/plaza-y-quiosco-para-carniceria/
https://patrimonio.coacan.es/refugio-en-paracuelles-gandaras/
https://patrimonio.coacan.es/refugio-en-suano-el-lago/
Es un conjunto de obras seleccionadas en el libro «40×40 Cuarenta años de Arquitectura en Cantabria», que se puede descargar en el siguiente enlace:
La Fundación do.co,mo.mo_ibérico ha incluido varios edificios en su registro de construcciones destacadas del siglo XX en España, dentro del apartado de «equipamientos modernos».
13/03/2021
Publicaciones, escritos y otros textos
OTROS/Publicaciones, escritos y otros textos
Publicaciones, escritos y otros textos
Ángel Hernández Morales
Varios
Pedro Fernández Lastra
Formando parte integrada en su trabajo, Hernández Morales escribió artículos, redactó informes y memorias y conformó programas de actuaciones que en algunos casos fueron editadas como libros, separatas o publicaciones. Todos tratan de asuntos relacionados con su profesión, pero abarcan diversos campos y temas a lo largo de muchos años. Reflejan los múltiples aspectos e intereses que AHM abordó durante su vida profesional, que eran tan variados como las excavaciones arqueológicas o el análisis del funcionamiento de los aeropuertos.
Publica dos libros:
Juliobriga. Ciudad romana en Cantabria. Excma. Diputación Provincial de Santander y Centro de Estudios Montañeses, 1945.
En un comunicado al CEM AHM expone: «En 1945 expuse en el Centro de Estudios Montañeses mis deseos de colaborar en estas excavaciones. Acogidos favorablemente, acordóse, a propuesta del Dr. Carballo, el que realizara yo las correspondientes a este año.
La Excma. Diputación de Santander proporcionó los medios necesarios para esa última campaña excavadora, mostrando gran interés en que se publicara el resultado de las mismas con el fin de contribuir al conocimiento y divulgación de los valores arqueológicos de la provincia.»
En el archivo familiar se encuentra depositado el manuscrito con correcciones, con una bella encuadernación realizada por su esposa.
La Cripta de la Catedral de Santander. Colegio Oficial de Arquitectos (de Cantabria), 1958.
Estudio de la cripta de la catedral, la iglesia del Cristo, que AHM dedica «A mi profesor D. Leopoldo Torres Balbás, a quien debo mi afición y la ayuda de este estudio.»
En su introducción señala: «La monografía de un edificio debe ser como el proyecto que sirvió para edificarle.»
En ambos casos, además del texto de los informes, incorpora los planos que levanta de los edificios, los dibujos de las formas constructivas y de los objetos, e incluye fotografías de los mismos.
Publica varias separatas de estudios realizados como la que trata de la «Arquitectura rural montañesa» en 1949 para el Centro de Estudios Geográficos o sobre la «Iglesia de Helguera, Molledo» en 1961, para la Real Academia de la Historia.
Publica en la revista Altamira del Centro de Estudios Montañeses, del que forma parte como miembro, diversos artículos como «Una señal marítima en la entrada del puerto de San Vicente de la Barquera» en 1949, «La ermita de San Bartolomé en Oreña» en 1953 o «El hospital de San Rafael» en 1976.
La revista Arquitectura de Madrid publica varias de sus obras y proyectos: en 1947 «Casa Particular en Santander» y «Tienda en Santander»; en 1948 el «Museo del Real Astillero de Guarnizo (Santander)»; en 1953 el «Almacén para patata de consumo en la granja del Hogar Provincial Cántabro (Santander)»: en 1955 «Estaciones Aéreas Provisionales y permanentes en los aeropuertos nacionales» y finalmente en 1974 el «Centro de prevención y rehabilitación de Mutua Montañesa de Seguros (Santander)», en colaboración con Emilio María de la Torriente Castro, que fue galardonado con un Accésit del Premio Nacional de Arquitectura de ese año.
Además de estas publicaciones de índole personal, en el ámbito urbanístico se editan bajo su coordinación varios cuadernos que recogen normas, análisis, estudios y planes como las «Normas Generales de de Urbanización para la provincia de Santander de la Comisión Superior de Ordenación Urbana» en 1948, el «Plan Comarcal de Santander» de la Comisión Provincial de Urbanismo de Santander en 1955 , el «Análisis de Torrelavega» para el Instituto de Estudios de Administración Local en 1956 o el «Plan de Ordenación de Comillas» de la Comisión Provincial de Urbanismo de Santander en 1954.
AHM redactó con el mismo rigor numerosos informes y memorias e incluso todos los textos que conforman un proyecto, como las mediciones, presupuestos, pliegos de condiciones, etc. que son parte del trabajo profesional, en los que evidenciaba la manera sistemática y ordenada de su proceder en el desarrollo de los proyectos. En el archivo se encuentran numerosas cartas, incluidas copias de las suyas, que muestran la abundante relación epistolar que mantuvo. Guardaba toda la información y documentación de los proyectos en expedientes numerados y encarpetados. Puede ser tanto el programa funcional para organizar el Servicio de Psiquiatría Provincial como la Filosofía y la técnica del banco en la Iglesia Católica: todos están manuscritos para después ser pasados a máquina por sus ayudantes. Son el reflejo de su gran capacidad analítica de los temas tratados para la posterior síntesis y materialización en el proyecto arquitectónico.
13/03/2021