Casas de médicos
EDIFICACIÓN SANITARIA
Casas de médicos en Ruiloba, Treceño, Escalante, Ontón, Lamasón, Gama, Santillana del Mar……
Liandres y otros (Ruiloba y otros)
Ángel Hernández Morales
Diputación Provincial de Santander/1960
Eduardo Fdez.-Abascal Teira
La antigua Diputación desarrolló en los años sesenta una intensa actividad de construcción de equipamientos en numerosos pueblos de la región, entre ellos las casas de los médicos, que incluían el consultorio.
Ángel Hernández Morales proyectó en aquellos años, desde su puesto de funcionario, las casas del médico en Ruiloba, Treceño, Escalante, Ontón, Lamasón en colaboración con Ramón Peredo, Gama, Santillana del Mar…
En la mayor parte de estas obras AHM recurre a una tipología, que ajusta con pequeñas variaciones a las características específicas de cada lugar. El tipo empleado recurre a los sistemas de implantación tradicionales, cuidando especialmente las orientaciones, los volúmenes y las formas esenciales de las viviendas rurales, los caseríos, manteniendo el carácter doméstico y transformando el lugar de trabajo, la cuadra, en el consultorio, que unas veces se dispone bajo la vivienda y otras, la mayor parte, en una construcción adosada.
Los elementales volúmenes, con el cuerpo principal de dos alturas y la construcción adosada de una planta, ambos con cubiertas a dos aguas, y la clara diferenciación de las fachadas: la principal con el asubiadero, la galería y amplios huecos, y los hastiales y la fachada posterior, más cerrados, caracterizan el tipo y se cualifican con el juego de texturas y materiales: ladrillos pintados, cubiertas de pizarra, carpinterías metálicas, tablazones de madera…, habituales en su repertorio lingüístico, próximo a algunas arquitecturas nórdicas, en concreto a algunas obras de Alvar Aalto, como la casa de de Alvi Hirvonen en Pitäjänmäki y la casa del director de Typpi Oy en Oulu.
En Liandres, Ruiloba, el tipo se adapta hábilmente a la topografía, insertando la casa en el terreno, mostrando en el hastial oeste la planta sótano y cuidando especialmente la urbanización: muros de mampostería, escaleras… En Gama AHM plantea una casa más moderna, con cubierta plana. En Santillana del Mar, en el acceso al núcleo histórico, olvida el tipo y recurre a una solución con un lenguaje más contextual -muros de cantería, ladrillos vistos, balconadas y galerías…- ajena a su característico repertorio.
En la actualidad algunas casas mantienen su uso sanitario y otras se destinan a otros usos dotacionales. En general se encuentran en buen estado con numerosas transformaciones superficiales: supresión de tablazones, material de cubierta, pinturas de colores inadecuados…
AA.VV : La Casa en Cantabria 1920-1955. Colegio Oficial de Arquitectos de Cantabria. Santander, 1997.
19/02/2021
Centro de selección y reproducción animal. CENSYRA/ Centro de Inseminación artificial
EDIFICACIÓN SANITARIA
Centro de selección y reproducción animal. CENSYRA/ Centro de Inseminación artificial
Barrio Los Caserios, 124. 39300 Torrelavega. Torrelavega
Ángel Hernández Morales
Diputación Provincial de Santander de Cantabria/1965
Eduardo Fdez.-Abascal Teira
En los años sesenta la Diputación Provincial de Santander dedicó muchos esfuerzos a la mejora de la cabaña ganadera en la región, entre otros proyectos y actividades construyó este Centro de inseminación artificial en Caseríos, al oeste de la ciudad de Torrelavega, que con la construcción en esos mismos años del Mercado Nacional de Ganados, se había convertido en el principal centro ganadero de la cornisa cantábrica y la capital ganadera de la región.
En una hermosa finca, próxima al Convento de las Carmelitas, el arquitecto plantea la edificación en la ladera orientada al sudeste, disponiendo una nave baja y alargada con tres crujías en diente de sierra, con luz del noroeste, siguiendo las curvas de nivel, que se conectaba mediante un paso cubierto a la nave de oficinas y laboratorios, de menor longitud y cubiertas a dos aguas. La posición de esta nave, casi exenta con fachada y dos patios abiertos, permite tener amplios ventanales.
La implantación, las expresivas proporciones de los volúmenes, las cubiertas, las siluetas de los hastiales y los materiales habituales en la obra de AHM en esos años caracterizan el Centro. La intervención se completa con la construcción de un edificio de acceso y la cuidada urbanización con los viales, el cierre mixto de acero y madera, y las hermosas puertas atirantadas de acceso rodado y peatonal.
En la actualidad el profuso arbolado oculta la edificación, a pesar de que la autovía A-8 discurre a escasa distancia.
En los mismos años la Diputación promovió y el arquitecto proyectó la granja experimental del Abra del Pas en Mogro, hoy transformada en campo de golf.
Por motivos ajenos ha sido imposible el acceso al Centro, siendo deseable que se visitase y se fotografiase.
19/02/2021
43.352903, -4.015386
Iglesia de Nuestra Señora de Loreto en Laredo
EDIFICACIÓN RELIGIOSA
Iglesia de Nuestra Señora de Loreto
Calle del Padre Ignacio Ellacuria, 117. Laredo
Ángel Hernández Morales
FEMSA/1965
Pablo Flor Morales
Se construyó en 1965 por encargo de Emilio Caprile Poloni, presidente de la empresa FEMSA, instalada diez años antes en Treto. El encargo, «una capilla para el verano», iba asociado a una barriada de 24 viviendas para empleados de la factoría en otra parcela al sur.
Según el arquitecto fue «una obra de gran sinceridad: construir una iglesia dentro de una nave industrial». Presenta una elemental distribución del programa en cuatro volúmenes prismáticos (nave; sacristía y anejos; atrio y coro, y torre campanario exenta) Al oeste, un volumen de hormigón visto picado aloja el porche de acceso, acristalado al norte para orientar la entrada al sur, y un pequeño coro accesible mediante una escalera de caracol. Al pie del muro ciego que cerraba al oeste este volumen y sirve de fondo para la escultura de la virgen, realizada por Jesús Otero, existía un estanque con una forma orgánica.
Como era habitual, el arquitecto utilizó materiales cercanos, en este caso el mismo sistema constructivo en seco utilizado en las naves de la fábrica: estructura metálica con pilares de celosía y cerchas poligonales en la cubierta, fachadas de panel prefabricado de hormigón visto y cubiertas inclinadas de baja pendiente con placas de fibrocemento. Dentro de una radical abstracción y en contraste con el aspecto fabril exterior, el interior consistía en un acogedor espacio iluminado cenitalmente por dos franjas de luz natural en el encuentro entre los laterales de la nave y la cubierta. Todo su interior estaba revestido con tarima encerada, excepto el muro del presbiterio, chapado en piedra de Ontoria con un lienzo central de mármol rojo, donde se recorta una cruz de luz natural, hoy parcialmente oculta tras una escultura. El pavimento interior es continuo de plástico. La torre del campanario fue modificada durante la obra y tras varias alternativas se ejecutó mediante la estructura metálica tubular pintada de blanco que existe actualmente
Diez años después de inaugurarse sufrió una importante reforma sin la participación de Hernández Morales, a pesar de haber estudiado los requerimientos del párroco. En la nave se amplió el coro insertando una entreplanta en forma de U cuyas columnas interrumpen la diafanidad interior, se añadieron naves laterales al norte y al sur abriendo la zona inferior de las fachadas, y se realizaron importantes modificaciones en el volumen de ingreso (se cerró el porche, se añadió una marquesina y se eliminó el estanque) orientando la entrada hacia el oeste. El cuerpo de la sacristía se amplió absorbiendo el volumen exento de la torre y adosando en la fachada este, detrás del presbiterio, un espacio para un transformador eléctrico. No se materializó el proyecto de vestir el edificio, torre incluida, con un lenguaje historicista a base de mampostería de piedra y ladrillo que también hubiese desvirtuado totalmente la imagen exterior.
Más información, texto y fotografías en https://patrimonio.coacan.es/iglesia-de-nuestra-senora-de-loreto
15/03/2021
43.408256, -3.426853
Intervenciones en Fontibre
URBANISMO, ESPACIOS PÚBLICOS Y PAISAJISMO
Intervenciones en Fontibre
Fontibre (Hermandad Campoo de Suso)
Ángel Hernández Morales
Diputación Provincial de Santander/1965
Pablo Flor Morales
La intervención de Hernández Morales en Fontibre formó parte de un amplio programa de impulso turístico en el sur de la región vinculado a la etapa de desarrollismo que el gobierno nacional planificó a finales de los 50 y llevó a cabo durante la década de los 60 a través de la Diputación Provincial. Aquí se aprovechó el simbolismo de la Fons Iber romana para intervenir en el entorno del manantial de La Fuentona, al que hasta entonces se accedía directamente desde el pueblo, urbanizando varios senderos y creando otro acceso desde el nuevo aparcamiento vinculado a la construcción del restaurante, que domina el conjunto desde lo alto de una loma. La intervención, con cierto aire de paisajismo inglés, integró una bolera y un pequeño cementerio situados en la cota superior, cerca de la ubicación de una antigua a torre medieval, y una antigua zona de huertas situada junto al río. La obra de Hernández Morales fue modificada en 1997 pero aún puede identificarse en la traza de algunos senderos, el muro de cierre en mampostería de piedra, el denso bosque de fresnos que tupe la ladera y el Monumento al Ebro, un alegórico bajo relieve del escultor Jesús Otero con una cita de Marcelino Menéndez Pelayo que enfatiza el tono patriótico del momento.
El restaurante es una pieza longitudinal de marcada horizontalidad cuya estudiada implantación conjuga unas buenas perspectivas hacia el parque (tanto desde el bar y el comedor interiores como desde la terraza exterior) con una óptima orientación al sureste, materializada mediante grandes paños acristalados, en contraste con los hastiales ejecutados en mampostería de piedra (más información, texto y fotografías en https://patrimonio.coacan.es/parador-de-fontibre)
Tras la construcción de otros dos edificios públicos en sus cercanías, uno destinado a centro de interpretación propiedad del gobierno regional y otro a oficina de información turística propiedad del ayuntamiento, a esta obra aún silenciosa de Hernández Morales le ha tocado convivir con otras formas de entender la integración de la arquitectura en el entorno, aspecto que él supo destilar gracias a su gran bagaje de conocimientos acerca de la arquitectura tradicional. Parece importante dar a conocer y poner en valor la labor de este arquitecto para evitar que una de sus principales virtudes pueda convertirse precisamente en su mayor fragilidad, procurando que el hilo de la historia siga atento desde una posición culta a los valores del pasado, aunque sea para negarlos conscientemente.
15/03/2021
43.017229, -4.190988
Intervenciones en Brañavieja
OTROS/Urbanismo, hotelero y residencial
Intervenciones en Brañavieja
Brañavieja (Hermandad Campoo de Suso)
Ángel Hernández Morales
Diputación Provincial de Santander/1965
Pablo Flor Morales
El poblado de Brañavieja, vinculado a la estación de esquí de Alto Campoo, se asienta sobre el collado que domina el valle de origen glaciar del río Híjar. Su antiguo circo, dominado por el Pico Tresmares y actual ubicación de las pistas de la estación, está conformado por la Sierra de Peña Labra y la Sierra del Cordel, en cuya ladera al norte del poblado se encontraban las pistas de la estación original.
La iniciativa de crear un asentamiento dedicado a la práctica de deportes de nieve (cuya carretera de acceso se construyó ex profeso y se prolongó hasta la cumbre con la idea de conectarla con Liébana a través de Piedrasluengas y hacer accesible la estación también desde Palencia), arrancó en 1958 con la construcción del refugio del Club Tajahierro, al que luego se unirían el de Solvay (obra de Hernández Morales), el del Club Tres Mares (proyectado por Javier González Riancho y autoconstruido por un grupo de voluntarios locales) y poco después el actual Albergue Juvenil Cantabria, donde se reutilizaron materiales provenientes de la demolición del Hogar Provincial Cántabro, obra de la primera etapa de Hernández Morales en Santander. A estas construcciones se unirían los cuatro primeros refugios particulares levantados a la entrada del poblado.
La creación ex novo de este asentamiento en un lugar despoblado formó parte de un importante plan de desarrollo turístico en el sur de la región (que incluía la rehabilitación del Castillo de Argüeso, inicialmente planteada como parador, la urbanización del nacimiento del río Ebro en Fontibre y el teleférico de Fuente Dé) y supuso un hecho histórico sin precedentes en Cantabria. La ocupación de los terrenos, de propiedad comunal, era autorizada por el ayuntamiento mediante cesiones de uso a 100 años, situación que se mantuvo hasta la aprobación en 1965 de un expediente de desafección de montes de utilidad pública, ya bajo la presidencia de Pedro Escalante Huidobro en la Diputación, momento en el que Hernández Morales proyectó la urbanización del poblado, la instalación del primer telesquí y el primer telesilla (ambos en colaboración con el ingeniero José Calavera Ruiz) y el hotel (https://patrimonio.coacan.es/hotel-la-corza-blanca), cuya construcción se inició poco antes que la del centro cívico, concebido en torno a una plaza pública como corazón del asentamiento. El proyecto de urbanización ordena una serie de viales de uso interno que a partir de la carretera comarcal serpentean adaptándose a la topografía del terreno, ocupado en su cota superior por ambos edificios públicos, para dar acceso a un conjunto de 35 parcelas privadas destinadas a albergar viviendas unifamiliares, en su mayoría aisladas, aunque también planteaba alguna pareada. En la década de los 70 la intervención de Hernández Morales en el poblado se completó con la construcción de tres refugios privados para promotores particulares y la cafetería El Chivo (https://patrimonio.coacan.es/cafeteria-el-chivo-branavieja) en la zona de pistas, según un modelo prácticamente idéntico al de la cafetería de Fuente De.
La baja densidad del conjunto y su uniformidad tipológica fueron alteradas al autorizarse la construcción de varios bloques de vivienda. Sin embargo el cambio más significativo para el funcionamiento del poblado lo supuso el obligado traslado de las pistas a la zona de Calgosa para disponer de nieves más duraderas y el consecuente desplazamiento de actividad a ese área.
15/03/2021
43.033880, -4.356434
Monumento a la Marina de Castilla y al Emigrante Montañés
OTROS/Estación repetidora y, originalmente, museo naval y restaurante
Monumento a la Marina de Castilla y al Emigrante Montañés
Pico Llen, Macizo de Peña Cabarga. Heras (Medio Cudeyo)
Ángel Hernández Morales
Diputación Provincial de Santander/1965
Jorge Villamor Cantera
Este singular edificio situado en el Pico Llen, en lo más alto del Macizo de Peña Cabarga y al sur de la bahía de Santander, responde a un proyecto de Ángel Hernández Morales junto al ingeniero José Calavera Ruiz que, originalmente, contaba con una torre de telecomunicaciones (en uso hoy en día), un pequeño Museo Naval y un restaurante. Se denominó en un primer lugar como «Monumento a la Marina de Castilla y al Emigrante Montañés» para posteriormente conocerse como «Monumento al Indiano».
La torre, de 46, 31 metros de altura y recordando a un faro o a un gran mástil de navío, está formada por un cilindro hueco donde se localiza el ascensor y situándose en su base una estancia de acceso y servicios, un mirador acristalado de planta circular (donde se encontraba el Museo Naval) a media altura y al cual se accede a través de la gran rampa exterior y, en lo más alto de la estructura, un pequeño mirador también circular que hace remate superior del conjunto.
En 1973, después de desechar la posibilidad de instalar un segundo repetidor en el edificio, se optó por construir una nueva estructura metálica al suroeste, obra también de Hernández Morales, la cual contaba con una altura total de 73 metros y complementaba a un edificio más bajo de tres plantas donde se encuentran todos los equipos necesarios para su funcionamiento.
El «Monumento al Indiano» y su edificio complementario, construidos en una época en la que se realizaron obras similares como la torre de telecomunicaciones de Berlín Oriental (1969), la torre de telecomunicaciones de Santiago de Chile (1974) o la de Torreespaña en Madrid (1981), salvo para su uso de telecomunicaciones fracasó como referente turístico y cultural estando la instalación hoy en día cerrada y en un deficiente estado de conservación.
14/03/2021
43.379307, -3.778613
Hotel «La Corza Blanca»
EDIFICACIÓN HOTELERA O TURÍSTICA
Hotel «La Corza Blanca»
Brañavieja (Hermandad Campoo de Suso)
Ángel Hernández Morales
Diputación Provincial de Santander/1965
Pablo Flor Morales
El hotel «La Corza Blanca» consiste básicamente en dos volúmenes con cubierta a dos aguas, uno de cuatro plantas destinado a las habitaciones y otro de dos plantas con la zona pública (accesos, servicios, restaurante y cafetería, ambos orientados mediante grandes ventanales hacia el Pico Tres Mares) y de servicio (cocinas, lavandería, etc), maclados en ángulo para conformar un espacio de acceso orientado al sur. Aunque aún es reconocible la imagen original del edificio, algunas de las ampliaciones realizadas para incrementar su capacidad hotelera han desvirtuado su rotunda composición volumétrica, tan característica en la obra de Hernández Morales. Los faldones limpios de la cubierta de pizarra, hoy sustituida por planchas metálicas, han sido colonizados por una serie de grandes buhardillones que sirven a una nueva planta de habitaciones creada en el espacio bajo cubierta. Otro volumen añadido, destinado a núcleo de comunicaciones verticales e instalaciones, se levanta por encima de ambas cubiertas. El volumen de habitaciones se prolongó añadiendo una crujía en la fachada sureste que a modo de gran galería dotó de una nueva imagen a la fachada más visible del edificio. En la planta baja del volumen menor se cerró la terraza y se añadió un cuerpo forrado de mampostería que a modo de basamento eliminó la escalera exterior que daba acceso a la planta primera.
Más información, textos y fotografías en el siguiente enlace https://patrimonio.coacan.es/hotel-la-corza-blanca
15/03/2021
43.034806, -4.357849
Teleférico y otros edificios Fuente Dé
EDIFICACIÓN HOTELERA O TURÍSTICA
Teleférico y otros edificios Fuente Dé
Fuente Dé (Camaleño)
Ángel Hernández Morales
Diputación Provincial de Santander/1966
Pedro Fernández Lastra
En enero de 1962 el ingeniero José Antonio Odriozola Calvo redacta un informe denominado «Consideraciones previas para la instalación de un teleférico entre Fuente-Dé y el Mirador del Cable» dentro de las pretensiones de incrementar el turismo en la zona que propone el Consejo Económico Sindical de Liébana. Es una idea que acoge e impulsa de inmediato Pedro Escalante Huidobro, Presidente de la Diputación Provincial, encargando al Ángel Hernández Morales su desarrollo.
La construcción del teleférico, que salva un desnivel de 754 metros entre la estación inferior a la cota 1.070 y la superior a la cota 1.824 constituyó un importante reto tecnológico, Dada la singularidad del proyecto en sus aspectos estructurales y constructivos AHM demanda la colaboración del ingeniero José Calavera Ruiz, estableciendo una fructífera relación que se prolongará posteriormente en más proyectos. Como declaró Calavera: «La obra civil, compuesta principalmente por los edificios de ambas estaciones, constituye un caso de estructura de hormigón armado de los más complejos que yo he encontrado a lo largo de mi vida profesional. Esta complejidad surge por un lado de los problemas planteados por los cambios térmicos de la estructura, que son naturalmente muy fuertes. Por otro lado, la abundancia e importancia de las cargas puntuales producidas por las instalaciones mecánicas, muchas de las cuales, aparte de su carácter dinámico tienen componentes horizontales y ascendentes importantes, complicaba el cálculo estructural».
A partir de un modelo de teleférico y de estaciones de la empresa italiana Ceretti e Tanfani, Hernández Morales y Calavera diseñan el conjunto de edificios que lo componen. Para las estaciones se plantea una potente estructura de hormigón armado, cuyos muros paralelos conforman las grandes bocas para la salida y llegada de las cabinas, que reflejan con la forma su función. Resueltas las necesidades de funcionamiento y estructurales, AHM maneja con solvencia la implantación de los dos edificios sobre el terreno, e introduce detalles constructivos y formales que los dotan de una gran expresividad plástica. A la rotundidad volumétrica de la estación inferior, que apunta hacia el farallón del circo de Fuente Dé al que se deberá ascender, se le contrapone la impresión que causa la estación superior, posada en el borde del cortado volcada sobre el vacío hacia el fondo del valle, con ese clasicista frontón que evita la caída sobre las cabinas de la nieve acumulada en la cubierta.
En la estación inferior, el acceso a la plataforma elevada de las cabinas se realiza mediante unas potentes rampas y escaleras de hormigón con unas elegantes barandillas, actualmente ocultas y enmascaradas por los nuevos recorridos construidos posteriormente.
Al elemento central que constituye el teleférico se le añaden dos edificios en el entorno de la estación inferior, una cafetería y la vivienda del director y un refugio de montaña en la estación superior. Se construye también una fuente conmemorativa y alegórica al pie del teleférico. Ese mismo año AHM redacta un «Proyecto de Urbanización del Poblado de Fuente Dé» en el que se incluyen varias parcelas para la venta y construcción de viviendas privadas, que no se llevará a efecto, aunque si redactó algún anteproyecto.
Estos tres edificios responden a un mismo estilo formal y material que reflejan la interpretación de AHM del entorno alpino en el que se encuentran, con referencias a la arquitectura de montaña del norte de Europa. AHM desarrolla una arquitectura propia con elementos contemporáneos que más tarde reutilizará en otros proyectos cercanos, como en la iglesia de Espinama. Cubiertas rotundas con pendientes importantes y aguadas sencillas, con las fachadas compuestas bajo los faldones de modo más libre. Materiales contemporáneos pero que remiten a la tradición, con atención al lugar tanto en su componente icónica y paisajística como en la constructiva y funcional que imponen las condiciones climatológicas, como es la nieve.
Para comunicar la estación superior y el refugio de montaña, salvando un nevero que lo impedía muchos días, se construyó una pasarela de aproximadamente 24 metros de longitud. Se aportan varios planos y documentos como ejemplo de la colaboración de Hernández Morales y Calavera, con los planteamientos del primero y los cálculos del segundo.
La obra de construcción del teleférico finaliza en 1966. En una carta dirigida a Carlos de Miguel, AHM le describe sucintamente el esfuerzo realizado para ello.
Se debe destacar la implicación en esta obra de todos los participantes, debiendo señalar especialmente además del arquitecto Ángel Hernández y el ingeniero José Calavera al aparejador Manuel Carrión, que participó también con AHM en muchas de las obras de la Diputación Provincial. Esta obra es la primera en la que colaboraron Calavera y Hernández Morales, relación que continuará posteriormente con gran respeto, cordialidad y consideración entre ambos -como refleja la correspondencia que se cruzan- en la iglesia de Espinama, en el Monumento a la Marina de Castilla en Peña Cabarga o en las naves para Electra de Viesgo.
Los edificios de Fuente Dé se encuentran actualmente muy alterados, con profundas modificaciones que ocultan y distorsionan su imagen original, siendo esta situación una gran pérdida patrimonial.
Más información, texto y fotografías, en el siguiente enlace:
https://patrimonio.coacan.es/estacion-inferior-del-teleferico/
La Fundación do.co,mo.mo_ibérico ha incluido a la estación inferior del teleférico en su registro de construcciones destacadas del siglo XX en España, dentro del apartado de «equipamientos modernos».
13/03/2021
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43.144044, -4.812061
Grupo Santiago el Mayor (barriada segunda)
RESIDENCIAL UNIFAMILIAR
Grupo Santiago el Mayor (barriada segunda)
Barrio de Pronillo s/n. Santander
Ángel Hernández Morales
Constructora Benéfica «Santiago El Mayor»/1967
Jorge Villamor Cantera
Este conjunto de ciento ocho viviendas realizadas en dos fases y localizadas en el Barrio de Pronillo, entre el depósito de agua municipal y el acceso oeste a la Avenida de los Castros de Santander, responden a un proyecto de Ángel Hernández Morales fechado en junio del año 1964. Estas viviendas, de las denominadas de Renta Limitada Subvencionada, formaban parte de la segunda barriada (de dos) que promovió en esta zona de pendiente acusada la constructora benéfica «Santiago el Mayor».
El conjunto, desarrollado en dos fases de nueve bloques la primera y tres la segunda, se encuentra junto a la primera barriada proyectada en la zona por Ángel Hernández Morales, con las mismas orientaciones y con la salvedad de que esta última se conformó a base de bloques de cinco alturas sin ascensor y tres viviendas por planta en vez de las dos alturas y las dos viviendas por planta de la anterior. Todos los bajos de esta barriada se destinaron originalmente a tiendas, garajes y almacenes aunque, a día de hoy, se puede observar que varias de estas plantas bajas se han destinado a viviendas. Los espacios intersticiales entre los bloques se usan fundamentalmente como aparcamientos a excepción de una pista polideportiva, una bolera y dos pistas de petanca situadas en la zona sur y oeste de la actuación. En esta zona y junto al muro que separa la barriada del depósito de agua, se encuentra también una zona de juego infantil y una pequeña edificación que sirve como lugar de encuentro de la asociación de vecinos.
Las tres viviendas por planta, con unas superficies construidas de unos sesenta y cuatro metros cuadrados y con un programa similar de tres dormitorios, cocina, sala de estar y baño, se disponen alrededor del núcleo de escaleras de tal manera que se abran el menor número de huecos de fachada a la orientación norte. También, con esta disposición de las viviendas, los miradores de las salas de estar siempre están orientados al este o al sur.
En cuanto a los sistemas constructivos, la estructura está realizada en hormigón armado con forjados a base de vigueta de hormigón y bovedilla cerámica, los cerramientos exteriores a base de doble hoja de ladrillo cerámico revocado y pintado y las cubiertas, de dos aguas hacia el interior, a base de tabiques palomeros con acabado en chapa de fibrocemento.
20/12/2020
43.462073, -3.832987
Centro Parroquial de Espinama
EDIFICACIÓN RELIGIOSA
Centro Parroquial de Espinama
Espinama (Camaleño)
Ángel Hernández Morales
Diputación Provincial y Obispado de Santander/1968
Pedro Fernández Lastra
Como arquitecto de la Diputación Provincial de Santander, Ángel Hernández Morales
redactó en 1966 el proyecto de un nuevo centro parroquial en Espinama para sustituir a la histórica iglesia de finales del siglo XVI, que se encontraba en un deficiente estado de conservación. Está situado en un altozano que domina visualmente el pueblo, en el lugar donde se ubicaba desde el siglo XVIII el edificio de la Obra-Pía de Espinama, ya entonces arruinado y que fue demolido. El programa solicitado incluía una iglesia, un salón social para reuniones y una escuela unitaria. Las obras del edificio, accesos y la urbanización fueron sufragadas por el matrimonio espinamense formado por Rafael Calvo Briz y María Jesús Briz Calvo. Además AHM construyó cerca la vivienda para maestro, actualmente abandonada y en un deficiente estado de conservación.
El centro parroquial fue prácticamente contemporáneo al proyecto que Hernández Morales estaba realizando en Fuente Dé, con el que comparte algunas de sus soluciones constructivas y formales, así como la eficaz y atinada estructura calculada por el ingeniero José Calavera.
Se puede considerar que es una obra de madurez, con pleno dominio de los recursos estructurales, constructivos, compositivos y formales que caracterizan su obra. Organiza los volúmenes de la iglesia y dependencias en forma de L, alrededor de un patio cuadrado con galería porticada de reminiscencias claustrales. El conjunto se inscribe sobre una traza de proporciones áureas, con una retícula ortogonal en la que combina pilares metálicos y potentes muros de mampostería, entre los que destacan los curvos que dan forma a la iglesia. Grandes cubiertas de pizarra a dos aguas conforman su imagen exterior. El campanario exento con una presencia casi escultórica, actúa como contrapunto vertical al conjunto edificado, recurso que utilizará en otras obras de la misma época.
Una construcción sólida y rigurosa que combina indistintamente materiales tradicionales como la piedra, la madera y la pizarra, con otros modernos como el hierro, el hormigón o el ladrillo cara vista, dotan al edificio de su imagen contundente en el exterior, como edificio público, pero amable en su interior, desprovisto de ornamentación para confiar su expresividad a la presencia de los propios materiales.
En esta y en otras de sus obras utiliza de manera recurrente un repertorio de soluciones constructivas y de materiales, que combinan referencias a la vanguardia arquitectónica con otras que pretenden su integración en el entorno tradicional, que va depurando en el tiempo y que convierte a sus obras en reconocibles.
La iglesia de San Vicente Martir tiene una única nave de traza casi triangular, en contraste con el cuadrado del patio, y presenta un carácter orgánico formado por un interesante juego de muros curvos de piedra y ladrillo que se prolongan en su interior, contrastando con el techo de tablas de madera de cedro. El acceso, de personas o de luz, se realiza a través de las aperturas entre estos muros de fachada al ser independientes entre sí, en un juego de vacíos y llenos que utiliza también en otras iglesias coetáneas. «Tratándose de un clima frío, hemos tenido especial cuidado en la disposición de las entradas. Por ello, el acceso a la nave está situado en la zona sur, y lo mismo la entrada a la catequesis cuidadosamente asubiada de los vientos del NW.» (de la memoria del proyecto).
AHM establece una relación muy acertada entre el trazado orgánico de los cerramientos en planta de la iglesia y la geometría de trama ortogonal de las cubiertas inclinadas, leyes compositivas en apariencia distantes, afrontando con ello la realidad del lugar pero también el compromiso de su obra con los tiempos en que se ejecuta.
También diseña el mobiliario interior y los objetos litúrgicos, en hierro y madera, en una acertada síntesis entre función, artesanía y escultura. En el exterior destaca el remate de la torre, habiendo desaparecido la simbólica fuente exterior situada en el centro del claustro. Como en otras obras de AHM, a instancia del arquitecto se contrata al escultor Jesús Otero para que realice las tallas del Cristo crucificado y de la Virgen.
El deficiente estado de conservación de su exterior demanda una restauración urgente que devuelva este edificio a su estado original.
Más información, texto y fotografías, en el siguiente enlace:
https://patrimonio.coacan.es/iglesia-espinama/
Es uno de los edificios seleccionados en el libro «40×40 Cuarenta años de Arquitectura en Cantabria», que se puede descargar en el siguiente enlace:
La Fundación do.co,mo.mo_ibérico ha incluido a este edificio en su registro de construcciones destacadas del siglo XX en España, dentro del apartado de «equipamientos modernos»:
13/03/2021