Casa nº 6 en Novales

La Herreria 36. Novales (Alfoz de Lloredo)

Se encuentra en perfecto estado de conservación, parece que está habitada asiduamente.

068.06

Annibal González de Riancho Mariñas

Se encuentra situada a la vera del camino que une Novales con Cóbreces, con la fachada principal orientada al Sureste. En principio sería una casa con planta rectangular, parece que posteriormente se le añadió un elemento en la parte Suroeste. Esto hace que la planta actual sea en L. La original, después de haber sufrido las transformaciones propias de estas casas, debía tener unas dimensiones de 18,70 m de frente por 14,5 m de fondo. La casa se desarrolla en planta baja, más un bajo cubierta, con esta a dos aguas, que vierten a la fachada principal y a la trasera. En la fachada de acceso, que es de sillería, tiene cuatro huecos, todos puertas, la de acceso a la vivienda con un arco de medio punto con unas grandes y bien talladas dovelas, otra de acceso a la cuadra con un dintel recto, apoyado sobre unas pequeñas y delicadamente talladas ménsulas laterales. Otra puerta de dintel recto, de factura más reciente de acceso a la vivienda y el boquerón del pajar, también de aspecto más reciente. El resto de los huecos de la casa, tanto puertas como ventanas, se ve claramente que son muy recientes, es posible que alguno sea una modificación de otro original más pequeño..

Se aprecia perfectamente como se ha recrecido con mampostería, la fachada de acceso original de sillería, para darle más altura a la cubierta y así el soportal tener más luz.

Ha sufrido la misma transformación que sufren la mayoría de estas casas, se le ha añadido un cuerpo a la fachada de acceso en el lado Nordeste creando el porche y el bajo cubierta.

RC 3842001VP0034S0001BP

11/11/2020

-4.190098 43.383051

Edificio de viviendas en la Plaza del Príncipe

RESIDENCIAL VIV. COLECTIVA

Calle San José 22. Santander

Ángel Hernández Morales

Jose Luís Negrete Bolicón/1948

Jorge Villamor Cantera

 

Este bloque de viviendas con referencia catastral 4827312VP3142F y localizado en el nº 22 de la Calle San José de Santander haciendo esquina con la denominada Plaza del Príncipe, cuenta con una superficie de parcela de 321 m2 y responde a un proyecto de Ángel Hernández Morales fechado en octubre del año 1945. El promotor de esta operación emplazada en la parcela nº 89 de la manzana XI (lote 62 de la zona siniestrada tras el incendio del año 1941) fue D. José Luis Negrete Bolicón el cual adquirió el suelo mediante subasta el 15 de febrero de 1945 por 305.060 pesetas de entonces.

El edificio, el cual es un reflejo de la arquitectura con la que se realizó la reconstrucción de Santander después del incendio, tiene estructura de hormigón, cerramientos exteriores a base de dos medias astas de ladrillo y cubierta con aguadas inclinadas recubiertas de teja cerámica. Cuenta con una planta baja dedicada originalmente a dos locales comerciales con sus respectivos sótanos donde almacenar los productos de venta y siete plantas dedicadas a uso residencial con dos viviendas por planta. Las cinco primeras plantas se pueden considerar como las plantas «tipo» mientras que en la sexta planta se sustituyen los miradores por terrazas y, en la última planta, originalmente se retranqueaban a una segunda alineación de crujías parte de las viviendas conformando unas terrazas que, a día de hoy, han desaparecido sustituyéndose por habitaciones de estas miasmas viviendas. Esta última operación de cierre de terrazas es probable que se desarrollara durante la fase de la obra del edificio.

Las viviendas, con superficies comprendidas entre los 125 m2 y los 152 m2 construidos, contaban inicialmente con vestíbulo, sala de estar, comedor, tres o cuatro dormitorios según el caso, cocina con dormitorio de servicio, baño y aseo. Aparte, ambas viviendas contaban con una galería para tender la ropa que daba al patio del edificio (el cual tenía una cubrición de pavés para iluminar el taller que estaba previsto en la planta baja) y una bajante de basuras para centralizar su recogida en el sótano.

14/03/2021

43.462550, -3.805513

Se encuentra catalogado en el Plan General de Ordenación Urbana de Santander del año 1997 bajo el Nivel de Protección 3: Protección Ambiental.

 

Campus de la UIMP en Las Llamas

EDIFICACIÓN DOCENTE

Avenida de Los Castros, 42. Santander

Ángel Hernández Morales

Ministerio de Educación/1949

Pablo Flor Morales

 

Aparte de su importante labor como arquitecto de la Diputación Provincial Hernández Morales participó activamente en los encargos del Ministerio de Educación para la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, que a principios de la década de los 50 fijó su sede en la zona de Las Llamas, tras haber ocupado provisionalmente el Hospital de San Rafael, el Seminario de Corbán y La Magdalena, cuyo paraninfo también fue obra suya. En Las Llamas fue autor de la ordenación general del conjunto y todas las edificaciones excepto uno de los cuatro pabellones centrales, así como de distintas obras de mantenimiento posteriores.

La ordenación del campus partió de una ambiciosa y rígida propuesta inicial que no llegó a materializarse pero conserva algunos de sus planteamientos (limitación del tráfico rodado en la zona sur, desarrollo en dos ejes principales y espacio central conformado por cuatro pabellones en forma de L destinados a residencia de estudiantes) El primer eje, en dirección sur-norte atraviesa desde el acceso el espacio central, ocupado por un estanque y quedaba rematado por el Monumento al Alférez Provisional, hoy desaparecido, realizado con el escultor Carlos Ferreira de la Torre. El otro eje, menos rígido, discurre en dirección oeste-este, desde la presencia institucional del pabellón central, remarcada por la verticalidad de su torre, hasta la discreta horizontalidad del edificio de comedor y servicios vinculado a la zona deportiva, pasando por la amable domesticidad de los pabellones residenciales, tres de los cuales son obra de Hernández Morales (en los números 2 y 3 colaboró con Alfonso de la Lastra Villa y Ramiro Sáinz Martínez, respectivamente)

El pabellón central, reformado en 1992, alberga los espacios destinados a la actividad académica, oficinas y el paraninfo. Este programa se desarrolla en tres cuerpos diferenciados: uno horizontal para las aulas; el paraninfo, cuyo volumen ciego se esconde en la trasera hacia la vaguada y cierra la perspectiva hacia el oeste desde el estanque; y la torre, que une los dos anteriores y aloja el acceso y las comunicaciones verticales. Hernández Morales proyectó ampliar el primero de estos volúmenes con una cafetería de aire miesiano que no se llegó a ejecutar.

El pabellón de comedor y servicios, reformado en el año 2002, es una pieza con planta en forma de U con cubiertas de baja pendiente que se pega al terreno y se adapta a su desnivel, abriendo su planta inferior, destinada a vestuarios, a las pistas deportivas.

Tan prolongada intervención en el tiempo es útil para ilustrar la evolución de la propia arquitectura de Hernández Morales y su dominio del oficio dentro de distintas corrientes a las que siempre estuvo atento (aparte de otras actividades en el extranjero, su labor como delegado de la Asociación Cultural Hispano Americana le ayudó a estar bien informado de los últimos avances tecnológicos y participar en la intensa relación de la época entre nuestro país y los Estados Unidos) Más que en una mera apariencia, la modernidad de su arquitectura queda reflejada en su evolución desde el historicismo academicista inicial de las residencias hasta el funcionalismo del edificio destinado a servicios, pasando por los primeros pasos hacia cierta abstracción del edificio central.

En el año 2009 se celebró un concurso de ideas para la reordenación del conjunto con objeto de convertirlo en Campus de Excelencia Internacional y abrirlo a la ciudad. La propuesta ganadora, redactada por el estudio del arquitecto Jerónimo Junquera, no se ha llegado a materializar.

19/02/2021

43.472358, -3.795146

Casa de Cultura /Biblioteca y Archivo

EDIFICACIÓN CULTURAL

Calle Gravina, 4 39001. Santander

Ángel Hernández Morales

Diputación Regional de Cantabria/1950

Eduardo Fdez.-Abascal Teira

En los años cincuenta, en la calle Gravina de Santander, en un singular lugar, rodeado de vecinos ilustres como el edificio del antiguo Museo de Bellas Artes, la Biblioteca de Marcelino Menéndez Pelayo, obras de Leonardo Rucabado, y de la menos monumental antigua Casa Museo de Don Marcelino, hoy sede de la Fundación Gerardo Diego, acompañado también de otros edificios residenciales decimonónicos, Ángel Hernández Morales construye la Casa de Cultura, más tarde biblioteca y archivo, tal vez uno los edificios más interesantes de la arquitectura de la posguerra en la ciudad y en la región.

AHM proyecta el edificio, intencionada y delicadamente urbano, organizado en dos cuerpos diferenciados, que conforman una «L», adosándose al Museo y delimitando el jardín, definiendo un fondo/escénico donde aparecen como elementos exentos la Biblioteca y la Fundación. La Casa solo asoma a la calle directamente con su fachada más corta, delimitando el resto de la alineación a la calle con un zócalo/escalinata, que resuelve la diferencia de cotas entre la calle y el jardín elevado.

La distribución de los núcleos de comunicaciones y servicios y la solución estructural, con grandes luces, permite obtener unos espacios diáfanos en ambas alas, adecuados para resolver eficazmente los usos de archivo y salas de lectura.

La Casa tiene cuatro plantas, elevándose otra, a modo de torre en la articulación con el Museo. Prácticamente tiene solo dos fachadas, el fondo del jardín, que repiten a grandes rasgos la composición del Museo, con zócalo, cuerpo intermedio de doble altura y coronación, resueltas con un lenguaje más abstracto y un sugerente trabajo de la piedra caliza, con sillares de punta de diamante en el zócalo, elaboradas pilastras y piezas salientes en cornisa, valorado por la sutil incidencia de la luz. La piedra blanca contrasta con el zócalo de la calle de lajas de piedra rojiza. Las fachadas se ritman y ordenan con «las modernas pilastras» y la variada composición de huecos en altura: pequeños y escasos, salvo las puertas en planta baja, verticales y agrupadas con parteluces en las plantas primera y segunda y más tradicionales en la planta tercera. La torre, ligeramente retranqueada tiene una composición diferenciada. La fachada posterior responde con huecos ordenados, pareados a las soluciones funcionales. Las carpinterías iniciales, ejecutadas con finos perfiles de acero y aperturas proyectantes, introducían cierta vibración. Un edificio poco reconocido, pero de innegable intensidad, con un carácter casi atemporal.

Las fachadas están en buen estado, en la actualidad se está rehabilitando el ala del archivo.

19/02/2021

43.462786, -3.812510

Casa Maurice Depasse

RESIDENCIAL UNIFAMILIAR

Marianela 2, 39005 Santander. Santander

Ángel Hernández Morales

Maurice Depasse/1952

Eduardo Fdez.-Abascal Teira

 

A principios de los años cincuenta, en ese difícil momento en el que los arquitectos debían renunciar al estilo para evitar el estilo oficial, Ángel Hernández Morales, de manera silenciosa, mirando a las arquitecturas domésticas anglosajonas, proyectó esta hermosa vivienda en una amplia finca, situada en una ladera bien orientada, asomada a la bahía de Santander.

El arquitecto, emplazó con sutil y orgánica delicadeza la casa en la finca, encajando el volumen de la casa en la topografía y manipulando suavemente el terreno de contacto con planos verdes, taludes y muretes de piedra.

La casa desarrolla su programa esencial en una planta, en contacto con el terreno en la fachada norte y elevada respecto al jardín en la zona sur. El acceso se provoca por el vértice nordeste. El despacho con una singular rotonda y el salón miran al sur con una balconada. El dormitorio principal también se abre al sur y el otro dormitorio y la cocina al oeste y al norte, donde se adosa el garaje. En la planta semisótano, aprovechando el desnivel se localizan los espacio de servicio y un curioso jardín cubierto.

La sensible implantación, el juego de volúmenes y elementos: rotondas, frontones, balconadas, variadas buhardillas y cubiertas, y la diversidad de texturas de los materiales: ladrillo, piedra, tablazones de madera, teja cerámica plana, resultan expresivos y amables, sin caer en un excesivo pintoresquismo. La cubierta adquiere un notable protagonismo en el arquitecto aviador, acostumbrado a ver las ciudades desde el cielo.

La casa, apenas intervenida en estos años mantiene casi intacta su singular imagen. El paso de los años ha hecho crecer profusamente el arbolado de la hermosa finca, consiguiendo casi aislar la casa de un entorno excesivamente transformado con la construcción de bloques de grandes volúmenes, algunos interesantes, en los años setenta.

AA.VV : La Casa en Cantabria 1920-1955. Colegio Oficial de Arquitectos de Cantabria. Santander, 1997.

12/02/2021

43.465561, -3.783896

IES Miguel Herrero/Escuela de Formación Profesional

EDIFICACIÓN DOCENTE

Paseo Julio Hauzeur, 59. 39300 Torrelavega. Torrelavega

Ángel Hernández Morales

Ministerio de Educación y Ciencia/1954

Eduardo Fdez.-Abascal Teira

 

El Centro, proyectado por AHM, Manuel Calatayud y Domingo Indalecio de la Lastra en los años cincuenta para la formación profesional, se localiza a la entrada occidental de la ciudad, en un hermoso paseo arbolado, caracterizado entonces por las villas y las fábricas.

Los arquitectos proyectaron el edificio utilizando un claro esquema de cuatro cuerpos diferentes articulados en torno al patio de recreo. Las piezas se alinean a las calles y a los lindes de la parcela, ordenándose ortogonalmente de dos en dos, resolviendo en sus contactos los cambios de geometrías.

El cuerpo norte, con frente hoy a la glorieta, donde se localiza la instalación «mi casa» de Jaume Prensa, tiene una sola planta, en la que se localiza el gran vestíbulo, la administración y las estancias más nobles, entre ellas la iglesia, hoy desaparecida. En el proyecto original este cuerpo formalizaba un patio abierto de acceso. Se accede al edificio, a este cuerpo, a través de dos amplias cancelas acristaladas, que generan un hermoso juego de trasparencias. Desde el vestíbulo se accede también a los cuerpos de las aulas y los talleres. Las aulas se organizan en una pieza de dos plantas situada al este, alineada con la calle, hoy bulevar ronda, conectadas mediante un corredor abierto al patio. Simétricamente hacia el oeste se disponen los talleres, en una sola planta con el corredor que también tiene la fachada al patio. El patio se cerraba al norte con un pequeño pabellón de deportes, conectado mediante galerías, que no se construyó.

Los espacios diferenciados de cada cuerpo manifiestan el complejo y variado programa funcional. El vestíbulo, los corredores, las escaleras, que conectan las dos plantas de las aulas, con el gran hueco de pavés y un cuidado barandal, y especialmente los talleres, con su estructura de dientes de sierra, catorce inicialmente, y la entrada de luz norte, son los espacios más significativos.

La imagen del edificio queda definida por la articulación de los diversos volúmenes con sus diferentes cubiertas. La pieza institucional recurre a formas de la arquitectura tradicional, depurada, con muros cortavientos, espadaña… En la intersección entre el cuerpo de administración y aulas se eleva la pequeña «torre» de la escalera. Los talleres adquieren un carácter marcadamente industrial que contrasta con los otros volúmenes más domésticos. Las fachadas de cada pieza presentan huecos diferenciados, amplios y ordenados en las aulas, que responden a los diferentes usos y espacios.

La rigurosa construcción contribuye a caracterizar el edificio. La mayor parte del edificio original está resuelto con muros de carga. La cubierta ligera del cuerpo de las aulas se apoya en unos singulares arcos de ladrillo. Las fachadas son de ladrillo cara vista, material que aparecía antes también en los paramentos interiores de las circulaciones. La pequeña «torre» y la iglesia están revestidas de lajas de piedra. Las cubiertas del cuerpo de acceso y las aulas estaban terminadas con placa de fibrocemento. Las carpinterías exteriores primitivas, hoy sustituidas, estaban ejecutadas con finos perfiles de acero. Los pavimentos interiores son de terrazo in situ.

La claridad de la ordenación inicial ha facilitado las numerosas transformaciones que ha tenido el Centro – extensiones, elevaciones, transformación de talleres…- , para adaptarse a los diferentes programas docentes. El edificio sigue siendo funcional, hermoso y flexible.

12/02/2021

43.352659, -4.062147

Edificio de viviendas y cine Capitol

RESIDENCIAL VIV. COLECTIVA

Avenida de San Fernando 50 y 52. Santander

Ángel Hernández Morales

Florencio Gómez Cuétara/1956

Jorge Villamor Cantera

 

Este bloque de 41 viviendas (inicialmente de las consideradas de Renta Limitada) y cine con referencia catastral 3524209VP3132D y localizado en los números 50 y 52 de la Avenida de San Fernando de Santander, hace esquina con el Pasaje Alonso y cuenta con una superficie de parcela de 1.757 m2 respondiendo a un proyecto de Ángel Hernández Morales fechado en abril del año 1956.

El promotor de esta operación fue D. Florencio Gómez Cuétara y es un fiel reflejo de la expansión urbana que se produjo en Santander entre los años 1950 y 1970 en el eje que iba desde la Plaza de Numancia y la rotonda de Cuatro Caminos coincidiendo con la apertura de la calle Camilo Alonso Vega. Estos grandes bloques de viviendas sustituyeron a los que había originalmente los cuales eran más modestos y muy similares en tipología, materiales y alturas a los que permanecen enfrente de éstos al comienzo de la calle Vargas.

El edificio, con nueve plantas de altura más dos áticos y estructura de hormigón, se conforma alrededor de los dos núcleos de escaleras de las viviendas (con un patio de iluminación y ventilación asociado a cada uno) y acceso desde la propia Avenida de San Fernando. Las viviendas se sitúan sobre lo que era el acceso y el vestíbulo del cine así como sobre la zona de aseos y guardarropa quedando situados la sala (842 plazas) y el graderío con el ambigú (488 plazas) en el patio de manzana y cubiertos por una sencilla pero interesante cubierta a dos aguas de la que cuelgan los paneles que daban forma al falso techo de la sala.

Las viviendas, con superficies comprendidas entre los 147 m2 y los 217 m2, cuentan con orientación norte-sur desarrollándose a través de largos pasillos y rematándose todas con unas grandes terrazas al sur. Parte de estas terrazas, enmarcadas por dos grandes paños ciegos verticales y por una subestructura metálica que dan todo significado formal a la fachada principal, se encuentran en algunos casos cerradas por añadido posterior distorsionando la homogeneidad de la fachada. En cambio, las terrazas que conforman y dan sentido a la esquina del edificio junto con el pequeño «torreón» superior, se encuentran como eran originalmente. Asimismo, los salientes que dan al Pasaje Alonso y que sirven para iluminar con mayor eficacia a las habitaciones que dan a éste se encuentran igual a como se proyectaron.

14/03/2021

43.459718, -3.823086

4 bloques de viviendas para Electra de Viesgo

RESIDENCIAL VIV. COLECTIVA

Calle Colombia 10, 11, 12 y 13. Santander

Ángel Hernández Morales

Electra de Viesgo/1957

Pedro Fernández Lastra y Pablo Flor Morales

En una ladera orientada al sur y con vistas a la bahía, dominando el antiguo cantil que hoy conforma el espacio ferroviario de Santander, la compañía Electra de Viesgo promovió esta «barriada para sus empleados». Inicialmente la parcela se prolongaba ladera arriba hasta la calle Padre Rábago (actual calle Montevideo, donde aún hoy en día un reconocible elemento de piedra señala su acceso) y en ella se planteaba la construcción de ocho bloques lineales iguales, dispuestos en dos columnas levemente desfasadas. Finalmente sólo se construyeron los cuatro bloques situados a cota inferior. En los dos situados al este, su condición aislada inicial se modificó al adosarse a su testero ciego otros edificios de vivienda levantados poco después en la parcela colindante, donde según los dibujos de Hernández Morales estaba previsto haber dado continuidad a otro vial.

No es desdeñable la participación de Hernández Morales en la promoción privada de viviendas en la capital, casi siempre acogidas a programas de protección pública, tanto para la promotora benéfica Santiago El Mayor en la Bajada de Polio, Pronillo y Nueva Montaña (donde trabajó con distintas tipologías de vivienda unifamiliar) como para distintos promotores privados, localizadas en el entorno de el Sardinero, el Paseo General Dávila ó Canalejas. A pesar de que la discreción tan característica en la arquitectura de Hernández Morales suele hacer pasar desapercibida esta parte de su ingente obra, una mirada atenta puede identificar ciertos invariantes, algunos presentes en esta obra para la Electra de Viesgo.

Así, en sus proyectos de vivienda en bloque lineal donde éste no se presenta aislado es usual encontrar un mismo módulo de viviendas que se agrupa bien yuxtapuesto ó bien arracimado en torno a un núcleo central de escalera, siempre abierto al exterior. Sus cubiertas, generalmente inclinadas de baja pendiente a una o dos aguas (a menudo invertidas en forma de V hacia el interior) y ejecutadas con placas de fibrocemento. Sus fachadas, de ladrillo cara vista texturado, a veces pintado de blanco, con carpinterías de madera, sobre un basamento de hormigón armado lavado y con un hueco vertical unitario para iluminar la escalera, habitualmente resuelto mediante piezas prefabricadas de hormigón. Su estructura, mixta, con muros de carga capuchinos a base de ladrillo en las fachadas exteriores, pórticos interiores y forjados unidireccionales de hormigón armado con losas en los aleros y los balcones, que se giran para singularizarse dentro de las fachadas y se agrupan para conformar grandes cuerpos volados. El especial cuidado que Hernández Morales prestaba en sus bloques de vivienda al balcón como elemento singular de las fachadas es especialmente vulnerable ante la incorporación de estos espacios al interior de las viviendas sin una idea de conjunto. En el interior de las viviendas, baños y cocinas se agrupan para racionalizar el tendido de las instalaciones. Estos núcleos quedan documentados de forma específica y con mayor detalle en los proyectos.

En concreto, estos cuatro bloques tienen cinco plantas con dos viviendas por planta. Son de doble crujía, 9,20 metros de fondo total, lo que posibilita que todas las estancias den frente a las fachadas norte ó sur, donde se alinean los dormitorios, siendo ciegos los testeros este y oeste. Cada planta se compone de dos viviendas simétricas respecto a la escalera central. Una vivienda es de tres dormitorios y la otra de cuatro, al incorporarse el espacio situado delante de la escalera a una de ellas. En la planta semisótano se aprovecha el desnivel del terreno para adosar a la ladera una crujía destinada a trasteros, liberando el resto como espacio diáfano destinado a zona de «recreo cubierto, muy necesario en este clima para los niños, y el portal de entrada por el Sur, con lo que se consigue la mejor orientación para la entrada del bloque».

Hernández Morales dotó a estos cuatro edificios de intenciones plásticas y formales enriquecedoras, como se puede apreciar en los planos y las fotos antiguas. Destaca el contraste entre los materiales y los colores de las fachadas, con paños de ladrillo caravista pintado de blanco y revestimientos puntuales de mosaico vítreo de diferente color para cada uno de los bloques (violeta, azul, gris y caramelo) Los balcones girados con la metalistería de las barandillas, la carpintería con contraventanas exteriores, el tabique curvo de pavés de vidrio para la iluminación natural del vestíbulo dentro de las viviendas, las lajas de piedra señalando los portales, la definición de los pasamanos de la escalera, etc.

Actualmente los edificios se encuentran profundamente alterados, aunque aún se pueden apreciar rasgos del proyecto y la obra construida como su límpida definición volumétrica con cubierta a un agua y las fachadas laterales ciegas sobre el basamento que absorbe la pendiente. Una mirada atenta permite descubrir gestos o imágenes originales en algún balcón, en la textura del hormigón, en alguna barandilla de las escaleras y en los machones de piedra que ornamentan el portal. El paso del tiempo, la modesta construcción y la falta de un mantenimiento adecuado motivó la aparición de diversas patologías que ha provocado que en varios edificios se haya revestido el ladrillo caravista, se hayan sustituido la carpintería con las contraventanas exteriores y las barandillas, haya desaparecido el revestimiento de mosaico vítreo ó se hayan cerrado balcones.

Más información, texto y fotografías en https://patrimonio.coacan.es/edificio-calle-colombia-santander

15/03/2021

43.455823, -3.824207

Ampliación casa de cultura en Reinosa

EDIFICACIÓN CULTURAL

Calle Ramón Sánchez Díaz, 1. Reinosa

Ángel Hernández Morales

Ayuntamiento de Reinosa/1958

Pablo Flor Morales

 

El edificio se encuentra en el centro histórico, al final de una estrecha calle perpendicular al Camino Real que desembocaba en el canal que partiendo del río Ebro alimentaba el molino de Federico Amor. Se levanta frente a la Casuca Ascensión, primera casa de cultura en España. En origen su fachada sur era una trasera sobre ese antiguo curso de agua. Tras la urbanización y peatonalización del entorno del río hoy se trata de la fachada más visible y sirve de fondo a la escultura de un oso multicolor, obra de Okuda, quien meses después complementó su figura con un mural sobre esta fachada.

Ramón Sánchez Díaz, escritor reinosano, tuvo que exiliarse en Francia y al regresar a España pudo recuperar su casa familiar, requisada durante la Guerra Civil y convertida en sede de Falange Española, antes de donársela a la Diputación Provincial de Santander con objeto de dedicarla a un fin social. Fruto de esta donación existe un primer proyecto de Hernández Morales para adecuar su interior como biblioteca en 1954. Cinco años después el arquitecto realizó la ampliación en un nuevo edificio independiente frente al anterior. Más allá de la distribución del programa, realizada desde un criterio funcionalista para completar las necesidades espaciales de la biblioteca, en las dos fachadas exteriores más visibles desde la calle Hernández Morales hizo un elaborado ejercicio de composición. Reinterpreta el lenguaje regionalista de la Casuca Ascensión, tomando ésta como referencia material, no figurativa, mediante nuevos tratamientos de los mismos materiales (basamento de mampostería de piedra en lajas, aplacado de piedra) y cuidados detalles en la elaboración de los elementos que aparecen en la fachada de acceso (los soportes para los mástiles de las banderas, el rótulo de hierro forjado ó el pedestal para un busto de Sánchez Díaz realizado por el escultor Jesús Otero) El abstracto hueco relieve con gresite parece replicar el panel de cerámica de Talavera existente en la Casuca Ascensión. El patrón geométrico se repite en el sutil bajo relieve incrustado en la propia modulación del aplacado de la otra fachada que forma la esquina más visible desde la calle. Quizá podría interpretarse conceptualmente que el mural de Okuda ha venido a completar en la tercera fachada el carácter eminentemente plástico que Hernández Morales imprimió a las dos fachadas principales pero, si de resaltar su escultura se trataba, quizá el modesto revoco pintado de aquella fachada trasera hubiese supuesto un fondo más neutro que el colorido mural con el que su figura parece empastarse.

Como en otras de sus obras destaca la sencillez volumétrica exterior a partir de una cubierta simétrica a dos aguas con planos limpios acabados en pizarra y delgadas losas de hormigón en los aleros. Las fachadas se resuelven con finas carpinterías de hierro y piedra con distintos tratamientos, excepto la trasera revocada y pintada.

Más información, texto y fotografías en https://patrimonio.coacan.es/ampliacion-casa-de-cultura-reinosa

15/03/2021

43.000558, -4.137200

Grupo Santiago el Mayor (barriada primera)

RESIDENCIAL VIV. COLECTIVA

Barrio de Pronillo s/n. Santander

Ángel Hernández Morales

Constructora Benéfica «Santiago El Mayor»/1958

Jorge Villamor Cantera

 

Este conjunto de sesenta y cuatro viviendas realizadas en dos fases y localizadas en el Barrio de Pronillo, entre el depósito de agua municipal y el acceso oeste a la Avenida de los Castros de Santander, responden a un proyecto de Ángel Hernández Morales fechado en abril del año 1958. Estas viviendas, de las denominadas de Renta Limitada Subvencionada, formaban parte de la primera barriada (de dos) que promovió en esta zona de pendiente acusada la constructora benéfica «Santiago el Mayor».

El conjunto, de planta simétrica y articulado alrededor de un gran espacio público central presidido, durante la fase de proyecto, por una escuela infantil y finalmente ejecutada una plaza con una iglesia, está formado por dieciséis pequeños edificios con orientación norte-sur, de dos alturas y con cuatro viviendas cada uno.

Estas viviendas, a las cuales se accede por sendas escaleras y vestíbulos laterales situadas en los testeros de los edificios, podían adaptarse a tipologías de dos, tres o cuatro dormitorios según fuera el caso. Se proyectaron como unidades mínimas conformadas por un espacio principal que hacía las labores de sala de estar, cocina y comedor, un pequeño baño y los propios dormitorios. Asimismo, y a pesar de su pequeña superficie (alrededor de setenta metros construidos), todas las viviendas contaban con una terraza en su orientación sur que hacía las labores de zona de tendido de ropa o simplemente de disfrute. Por desgracia, prácticamente la totalidad de las terrazas se han cerrado con la intención de ganar más espacio para el interior de la vivienda. A pesar de ello, hay que señalar que los cierres se han realizado con ladrillos cara vista similares al resto de las edificaciones dotando al conjunto de cierta homogeneidad no muy alejada de la imagen original.

En cuanto a los sistemas constructivos, aparte del ladrillo cara vista de color rojo ya señalado, cabe destacar las cubiertas a dos aguas realizadas con teja cerámica también de color rojo, los zócalos de mampostería de piedra y las escasas carpinterías y barandillas originales que quedan de madera pintada de color blanco. Casi la totalidad de las carpinterías se han cambiado a modelos de PVC, de color blanco en su mayoría, por lo que junto con los cierres de ladrillo señalados refuerzan la imagen homogénea del conjunto.

20/12/2020

43.462508, -3.823086