SAN VICENTE DE LA BARQUERA «Genealogía Marina»

Ponente: Roberto J. Zataraín Martín – Arquitecto.

Fecha: 19 de Junio de 2014.
Organiza: Colegio Oficial de Arquitectos de Cantabria.

1 – PRIMERAS SENSACIONES

Cuando me invitaron a dar la charla comentamos que el ciclo pretendía dar una explicación de las distintas ciudades desde el conocimiento pero también desde el sentimiento que los ponentes (casi todos arquitectos) teníamos de ellas, pues bien como ya he dicho no he sido residente en la Villa pero si recuerdo vivamente mis primeras imágenes y vivencias de la Villa de San Vicente que ahora contaré.

Pensando en como plantearme explicar a alguien como es una ciudad, son precisamente estas primeras vivencias lo primero de lo que se suele echar mano, nuestras propias sensaciones en definitiva. Si bien he dicho que yo no conozco la ciudad como residente, si que recuerdo las primeras vivencias que tengo de cuando visité por primera vez San Vicente de paso hacia algún otro lugar que no recuerdo. Mi primer y más marcado recuerdo es el intentar atravesar sin respirar el Puente de la Maza, llegando de viaje por la antigua carretera nacional Santander-Oviedo en compañía mis padres y hermanos cansados del coche y del viaje, por aquel entonces mucho más penoso que ahora. Pero además recuerdo vivamente la imponente presencia de los elementos más importantes de la Puebla Vieja, como son el Castillo y la Iglesia de Santa Maria. Recuerdo además especialmente la salida mirando de rodillas por la luneta trasera del coche escuchando las afanosas explicaciones de mi padre al mismo tiempo que observaba ensimismado la majestuosa silueta de la muralla y la Vieja Puebla sobre el promontorio, realzado todo ello por la fantástica marisma de Pombo.

Supongo que es la imagen prototípica de la Villa junto a la famosa imagen desde las zonas de Oyambre con los Picos de Europa al fondo, pero son precisamente estas imágenes prototípicas a las que luego me gustaría volver al final de la exposición y que espero pueda explicar desde el punto de vista del análisis perceptivo. Quisiera por tanto iniciar la charla teniendo estas imágenes de la Villa de San Vicente como referencia guardadas en nuestro subconsciente.

Para la exposición, utilizaré en primer lugar algunas de las herramientas clásicas como el análisis geográfico y territorial, la reflexión histórica y las herramientas más técnica correspondientes al urbanístico moderno, para finalizar con mi propio análisis perceptivo de la Villa, basándome en las teorías perceptivas de Kevin Lynch, que me parecen las más próximas a la forma de sentir la ciudad y por tanto de entenderla, aspectos fundamentales (que no suficientes) para poder actuar acertadamente sobre ella.

2 – GENERALIDADES y encuadre TERRITORIAL

No se puede hablar de San Vicente sin referirse al entorno natural en el que se asienta cualificado por el Parque Natural de Oyambre, por lo que es obligado hacer una breve encuadre territorial.

Oyambre es un pequeño espacio natural de apenas 5.000 Has. que se extiende por los municipios de Valdaliga, San Vicente, Comillas y parte de Ruiloba y Val de San Vicente. Dentro de este espacio natural se encuentran el conjunto de las rías de San Vicente y La Rabia, así como las playas, dunas acantilados y praderías de costa. El área litoral es una estrecha plataforma de baja altitud, en general inferior a los 100 m que se conoce como La Marina.

San Vicente de La Barquera puede definirse desde el punto de vista geomorfológico casi en su totalidad como unidades ambientales de litoral y campiña, con dominio de relieves suaves de lomas y contralomas de no más de 300 m de altitud. y pendientes poco pronunciadas, correspondiendo las más pronunciadas a los acantilados costeros.

 

La línea de costa, recortada con numerosas ensenadas como consecuencia de la acción del mar sobre el relieve kárstico, presenta dos tipos de morfologías claramente diferenciadas: Los acantilados y las acumulaciones arenosas en las desembocaduras fluviales, siendo precisamente la ría de San Vicente de La Barquera y los sistemas de playa y dunas asociados, el principal valor geomorfológico del municipio.

Dentro de la Cuenca Hidrográfica del Norte, el ámbito de estudio ocupa las subcuencas del Río Nansa, en su parte occidental, y del Río Saja, en su zona oriental. Los cursos de agua en esta parte de península son cortos pero rápidos, debido al considerable desnivel que deben salvar en una corta distancia desde su cabecera. Se trata de ríos de carácter estacional y régimen torrencial, originando niveles considerables de erosión.

San Vicente de La Barquera presenta clima atlántico, es decir, templado y lluvioso, por los que la formación característica de la zona son diferentes variedades de bosque caducifolio. No obstante, la acción antrópica ha ido transformando profundamente toda la zona desde tiempos prehistóricos, si bien los efectos de tal acción han sido más acusados durante los últimos 100 años. Así, la mayoría de las zonas con poca pendiente y las más cercanas a los asentamientos humanos han sido aprovechadas para pastos, cultivos y árboles frutales, mientras que las zonas algo más elevadas o abruptas están ocupadas en buena medida por repoblaciones de especies de crecimiento rápido, como el Eucalipto, aún así, todavía se encuentran a lo largo del municipio diversos bosquetes de especies autóctonas, como encinares y robledales. Desde el punto de vista de la topografía, los puntos más altos son el de la Fuente Fría y el Alto del Escajal con 576 m de altitud.

Las conexiones principales se realizan a través de las carreteras: A-8, N-634, CA-843.

Su patrimonio natural es cuantioso como lo demuestra que el borde litoral está incluido dentro de la RED NATURA 2000 como LIC (Lugar de Interés Comunitario, Rías Occidentales y Duna de Oyambre) que basa su interés en tratarse de un sistema litoral variado compuesto por estuarios, marismas, dunas, playas, acantilados verticales y vegetación de matorrales tanto atlántico como mediterráneo. Su vulnerabilidad reside en que como espacio costero que es, está sometido a una fuerte presión turística y urbanística.

3 – CONTEXTUALIZACIÓN HISTÓRICA

Revisando de manera global la historia de la Villa, podemos detectar 4 etapas fundamentales:

Los Orígenes correspondiente con la Edad Antigua y que abarca el periodo temporal hasta el siglo XII. Esta etapa podemos establecerla desde la época romana en la que Plinio El Viejo, ya en el siglo I nombra el Portus Vereasuecae en algún lugar entre la situación del Portus Blendium (Suances) y Noega lo que hoy conocemos como Gijón, precisamente en la zona ocupada por la tribu de los organomescos que ocupaban la zona desde Pechon hasta Udias, La Rabía y Ruiseñada. Si bien muchos historiadores han considerado durante mucho tiempo la coincidencia entre el Puerto Vereasuecae y San Vicente, precisamente reforzado por la recuperación de algunos restos (platos, vasijas) de la época romana en la dársena de San Vicente, actualmente esta relación no parece tan directa. Es en esta época donde la población vive en general dispersa, dedicada fundamentalmente a las actividades de pastoreo y pequeñas explotaciones agropecuarias en torno al promontorio. De esta época son los iniciales asentamientos normalmente conformados en torno a unidades familiares. Es importante destacar que la economía en esta época estaba basada fundamentalmente en las labores agropecuarias más que en la pesca al contrarío de como ocurriría más tarde con la entrada en la Edad Media.

Poco a poco la población va agrupándose y asentándose en el promontorio. Según la tradición las 4 villas se fundaron a partir de las correspondiente castas ó fueros fundacionales otorgados por Alfonso VIII. En San Vicente, aunque los historiadores han datado el castillo del Rey entorno al S.XIII, lo que concuerda con la fecha de otorgamiento del fuero de la Villa el 3 de abril de 1210, no se descarta, aunque no existen evidencias arqueológicas, que su fundación se realizase sobre alguna fortificación anterior.

La progresiva ocupación del promontorio en lo que hoy ocupa la Puebla Vieja, por los habitantes de la zona, no supuso en principio una unidad administrativa y tampoco hay evidencias de que supusiese un centro de referencia para las poblaciones vecinas. No obstante las ventajas de colonizar esa privilegiada situación, llevaron a esos primeros habitantes del cerro, a construir las primeras defensas del núcleo preurbano. Hablamos por tanto más de un asentamiento que de un núcleo urbano pleno y la prueba de la existencia de esos asentamientos, surgen con la aparición en las inmediaciones de tumbas de lajas, signo de la existencia de una necrópolis en la zona y de la que aún hay restos como las dos estelas custodiadas en la Iglesia de Santa Maria de los Angeles.

Estas estelas confirman la existencia de población estable desde el S.IX al S.XI, momento en que aún no existía la Iglesia actual.

La Fundación y Explendor correspondiente con la Edad Media y podemos situar su inicio en el año 1210, precisamente con la concesión del Fuero de la Villa por parte de Fernando VIII (vencedor de la batalla de las Navas de Tolosa en 1212) mediante remisión integra al Fuero de San Sebastian con todos sus contenidos, privilegios y libertades y a perpetuidad. Este periodo se extiende desde el inicio del siglo XIII hasta el siglo XV. y corresponde con el periodo de mayor esplendor.

La influencia del matrimonio de Fernando VIII con Leonor Plantagenet que por su origen disponía de una visión más abierta al mundo fundamentalmente europeo, supuso el otorgamiento de los fueros a las 4 villas del Corregimiento, Castro Urdiales (1163), Santander (1187), Laredo (1200) y San Vicente (1210) para potenciar el comercio del Reino con el exterior. San Vicente tardó un tiempo en alcanzar el vigor económico de las otras villas aunque su actividad pesquera era muy importante. En el siglo XIV, se constituye la Cofradia de Mareantes de importancia decisiva para el devenir económico de la Villa y con el paso del tiempo la Villa se constituirá, por su privilegiada situación geográfica, en un punto estratégico para la defensa del Reino de entre todos los puertos cantábricos. El Fuero de San Vicente esta directamente influenciado por el de San Sebastián, muy caracterizado por otra parte por su espíritu marítimo y comercial. Es el Fuero el que delimita el ámbito marítimo de influencia que abarcaba 10 leguas hacia mar adentro y desde Tina Mayor hasta Punta Ballota en Santander. Es un momento de una gran desarrollo de la actividad pesquera fundamentalmente la pesca del bacalao. A partir del siglo XIV, se empiezan a apreciar signos de crisis, fundamentalmente debido a tres factores:

– Las guerras con los corsarios.
– La afección de epidemias.
– Los devastadores incendios en la Villa.

La Decadencia correspondiente con la Edad Moderna que abarca desde el siglo XV hasta aproximadamente el siglo XIX. Históricamente es un periodo que podemos identificar tras el reinado de los Reyes Católicos, con la visita que Carlos V (1517), realiza a la Villa y que describe perfectamente Lauren Vital en su crónica de la época, y un poco después el abate Pellegrino Zuyer (1660). Es el momento en el que se desarrolla la técnica de los navíos de gran tonelaje, que sirven para dotar a los numerosos conflictos en los que se ve inmerso el Reino. Dicha prometedora actividad se ve no obstante lastrada por la gran carga impositiva a la actividad marítima que impone el Reino para poder obtener recursos que financien sus interminables y sangrantes conflictos.

Es un momento donde el 20% de la población reside en el interior de Puebla amurallada y un 80% en los arrabales exteriores que se han ido creando gracias al esplendor de los siglos anteriores, pero a partir de 1591, se inicia un periodo de regresión poblacional, que al igual que anteriormente tiene mucho que ver con circunstancias recurrentes como son:

– Las mortíferas epidemias.
– Los recurrentes incendios.
– La crisis económica generalizada.

En el siglo XVII se produce la gran derrota de la Invencible y otro pavoroso incendio en 1636, que postrará la Villa durante los siglos venideros.
La decadencia se puede situar en el siglo XVI, alargándose durante el siglo XVII y casi todo el siglo XVIII, momento en el que se inicia una cierta recuperación económica para las otras 3 Villas del Corregimiento, pero no a San Vicente, que hasta los albores del XIX no iniciará su periodo de recuperación.

Tras las guerras que mantiene Felipe II, la actividad pesquera y marítima queda reducida a su mínima expresión, pasando a ser el “marinero” el nivel más bajo del estamento social, en contraposición a lo que fué en siglos anteriores durante el periodo de esplendor de la Cofradía de Mareantes.

La Reactivación coincide con la Contemporánea y el periodo Actual y se inicia con la derrota del Capitan Valdes en San Vicente (1808), coincidiendo con los albores de la Guerra de Indepencia Española. De este periodo existe una imagen muy representativa del San Vicente de esos años gracias a la crónica que Benito Perez Galdos realiza en 1876 en uno de sus escritos para una revista de la época. La recuperación en este periodo llegará de la mano de 3 factores fundamentales:

– Planificación económica e inversión estatal.
– Menor peso del sector primario en la economía.
– Elevación del grado de alfabetización.

Es el periodo de las infraestructuras, donde se conecta la Villa con la Meseta gracias a los Caminos Reales a través de Reinosa. En 1850 se accedía a la Villa por medio de un camino de carro, pero en 1905 se construye el ferrocarril del Cantabrico que supone el inicio de la industria del turística, que junto con la implantación de una incipiente industria conservera (1904) supondrá finalmente la consolidación de la recuperación de la Villa.

 

«Pequeña y hermosa, situada en la falda de una montaña, en la que las casas llegan por un lado hasta el agua, y donde la mayoría de los habitantes son pescadores que todos los años van a la mar del Norte a pescar los peces que llamamos bacalaos. Cuando los de la villa de San Vicente oyeron que el Rey estaba en los campos para ir a su villa, la mayoría de las gentes acomodadas fueron a su encuentro hasta muy lejos; y cuando lo encontraron, echaron todos pie a tierra, fueron hacerle la reverencia y luego volvieron a montar a caballo acompañándole hasta su alojamiento. Entonces al entrar en esta villa, las mozas le acompañaron gozosamente, cantando alegremente hasta su palacio, que estaba junto a la villa, en un monasterio de franciscanos, en cuyo convento se alojó también doña Leonor, hermana del emperador, y todas las damas y doncellas y algunos señores y grandes dignatarios….Unos días después de haber llegado nuestro señor el Rey a dicho San Vicente, los de la villa hicieron cerrar un ruedo en medio de una tierra llana, donde dos veces al día la mar llegaba, para correr allí toros ante el Rey. Se celebró este entretenimiento una hora después de haberse retirado el mar….» CITA DE LAUREN VITAL – CON CARLOS V – 1517]

“San Vicente de la Barquera es una villa muy aparente, sobre todo desde lejos, por estar situada casi toda ella en alto. Se entra sobre un bello y largo puente de treinta y dos arcos, todos de piedra, que proporcionan una vista muy hermosa del brazo de mar que se atraviesa sobre dicho puente. Todavía hay otro puente a la otra parte de la villa…

En este puerto pueden entrar barcos muy grandes… Y aunque tiene apariencia de haber sido más grande en el pasado, de todos modos no tiene más que 300 fuegos en total, buena parte de gente civil y dos caballeros de hábito…

Lo restante del lugar es muy pobre y, aparte de los sábados, en que hay mercado y concurre la gente de la Montaña, muchas veces no se encuentra carne ni pescado….”CITA de PELLEGRINO ZUYER – 1660 – ENVIADO POR EL PAPA ALEJANDRO VII

“…verdaderamente da pena ver que, a continuación de la perspectiva de San Vicente, venga San Vicente mismo, cuando lo mejor sería que después de ofrecerse en imagen lejana y fascinadora a los ojos del atónito pasajero, desapareciese y se ocultara allá entre hierbas de la mar o que se desvaneciera como las figuras del humo en los aires.

No se comprende que aquella gran ribera haya sido creada por Dios para sustentar al pobre San Vicente, y que las inmensas marismas que quedan atrás no sustenten miles de calles y plazas donde hierva gentío afanoso; no se comprende que esté tan cerca un mar sin barcos y un abra sin puerto y un río sin fondo ni muelles, y que toda aquella singular belleza y amplitud sean tan solo un gran charco de lodo salobre donde mojan sus cimientos algunas casas añosas, tristes y negras, como los pensamientos del desesperado.

Por un lado y por otro se ven enormes muros, rotos arcos y restos de edificios que fueron vivienda de hidalgas familias y que son esqueletos coronados de yedra, cuya espantosa fisonomía pone miedo en el corazón”. CITA de BENITO PÉREZ GALDÓS en 1876 para LA REVISTA DE ESPAÑA

 

4 – Evolución URBANÍSTICA

– Primeros asentamientos
– Consolidación
– Arrabales
– Planeamiento Moderno

Se pueden definir las villas medievales aquellas que se realizan mediante un acto fundacional y se diferencian de otros asentamientos en que se tienen características propias, como la disposición de una población compacta dentro de un perímetro amurallado, la existencia de clases sociales y la disposición de un orden jurídico. Es el caso de la Villa de San Vicente de la Barquera que se ajusta exactamente a esos parámetros definitorios.

De las 4 villas del Cantábrico (Castro, Laredo, Santander y San Vicente), es la más pequeña con una superficie de 2,7 Ha. pero es quizá la que mejor representa las razones fundamentales para la existencia de una fundación:

– Motivos defensivos – San Vicente estaba en la frontera con el Reino de León.
– Potenciación del comercio.
– La política.

Con el Fuero de 1210 queda patente la voluntad de control sobre dos elementos básicos del momento, el comercio y la costa. Para ello se asienta en lo alto de un escarpado promontorio, que separa las 3 bahías, cerrándose el caserío con una muralla en forma de huso perfectamente adaptado a la topografía.

Es una situación envidiable ya que además de dominar la bahía principal, se asegura la protección frente a ataques directos, controlando además el paso marítimo de Asturias a Santander.

La estructura de la Villa es lineal en torno a una única calle de 300 m de longitud y 6 m de anchura con los elementos más importantes en los extremos como son la Iglesia de Sta. Maria y el Castillo. La estructura es pues muy primitiva y primaria, destacando la racionalidad, característica fundamental en las fundaciones de las villas medievales.

Como he dicho la charla se centrará sobre la imagen, por lo tanto comentaré que la imagen de la Villa, se percibe como una “macroconstrucción”, el conjunto parece una fortaleza. Esta estructura se mantiene casi intacta hasta prácticamente el siglo XV, momento en donde podemos situar los primeros procesos de expansión de la Villa hacia el sur. Son incipientes crecimientos urbanos muy vinculados a las dos actividades principales como son los artesanos y los marineros. Los arrabales del Mar y de las Tenerías son crecimientos surgidos en principio más por carácter espontáneo que propiamente por procesos de planificación, pero que posteriormente se articulan de una manera más controlada. Son desarrollos situados en la ladera sur del promontorio, donde tanto la orientación como la topografía son más favorables, implantándose mediante el trazado de una clásica trama ortogonal de 3 calles paralelas de este a oeste y 2 cantones (ó ejes) perpendiculares.

La disposición de la Villa ya nos indica, como comentaba al principio, la estratificación social ya que en el interior de la muralla residían los señores, clérigos y guerreros, mientras que en las Tenerías residían los artesanos y comerciantes y en la ribera ó arrabal del Mar.

Actualmente mucho del caserío de la Puebla Vieja de San Vicente ha desaparecido, en parte por los desgraciados incendios que se produjeron a lo largo de su historia, pero también la falta de interés ha hecho que hoy uno de los pocos ejemplos de organización urbana medieval haya quedado muy minimizado. Actualmente la complejidad de la normativa urbanística hace que la voluntariedad, imprescindible por otra parte, de planificación y protección se conviertan en tortuosos procesos que podríamos denominar casi atemporales, ya que se conoce su inicio, pero es difícil predecir su finalización. Ese es el trance que ha pasado el municipio de San Vicente hasta su actual aprobación definitiva de su Plan General que se ha producido recientemente, tras prácticamente 14 años desde el inicio de su redacción.

Adjunto un breve esquema cronológico de los documentos que afectan al municipio de San Vicente de la Barquera.

– 1956 PRIMERA LEY DEL SUELO

– 1972 P.G.O.U. LEY DEL 56

– 1975 LEY DEL 75

– 1983 N.N.S.S.

– 1984 INFORME PROPUESTA ESPACIO NATURAL PROTEGIDO – OYAMBRE

– 1987 R.D. B.I.C. PUEBLA VIEJA DE SAN VICENTE DE LA BARQUERA

– 1987 PLAN DE ALINEACIONES

– 1988 PARQUE NATURAL DE OYAMBRE

– 1989 P.E.P.R.I.

– 1993 Revisión N.N.S.S.

– 1999 ANULACIÓN N.N.S.S.

– 2001 LOTRUSCAN

– 2004 POL

– 2010 PORN OYAMBRE

– 2012 APROBA. INICIAL P.G.O.U.

– Costas + NUR + Carreteras + Confederacion + Patrimonio

– 2015 (Febrero) P.G.O.U. San Vicente de la Barquera – Aprobación Definitiva.

 

5 – Apuntes PERCEPTIVOS sobre la imagen de la VILLA

Tras las conversaciones inciales en la que se me proponía contar la ciudad (en este caso la Villa de San Vicente) y tras reflexiona en como contar una ciudad (como ya he comentado anteriormente), llegué a la conclusión de que la forma idónea de contarla podría asemejarse a la forma de percibirla y tomando como base esa intuición me pareció que lo más adecuado era aproximarse a la teoría de Kevin Lynch para intentar entender y contar la Villa.

Kevin Lynch fué un arquitecto y urbanista profesor del MIT, que en 1960 publicó su famoso libro “La imagen de la Ciudad”, en el que pretende dar respuesta fundamentada a como los ciudadanos organizan en su mente, la imagen de la ciudad en la que desarrollan su vida cotidiana. El libro es uno de los pilares fundamentales en los que se basa la actual forma de entender el Paisaje Urbano y aunque han pasado muchos años, sus teorías no han sido refutadas y siguen siendo plenamente vigentes para entender la ciudad.

Para Lynch deberían de figurar como atributos esenciales de la imagen en la ciudad: la orientación, el descubrimiento de rutas (localización) y la facilidad de movimiento (desplazamientos). Estos son elementos determinantes en la legibilidad del paisaje urbano y su finalidad es, básicamente, facilitar el reconocimiento de las diferentes partes de la ciudad para organizarlas siguiendo un patrón coherente.

En las representaciones mentales de la ciudad Lynch distingue tres componentes: estructura, identidad y significado. Y como elementos estructurales: sendas, bordes, nodos ó nudos, mojones y barrios. Basándose en estas ideas, propone una forma de abordar el análisis visual de la ciudad.

1. Sendero– los canales a través de las cuales el observador se mueve.
2. Bordes – fronteras entre dos lugares.
3. Barrios – secciones de la ciudad que tienen aspectos bidimensionales y con un carácter común.
4. Nodos – puntos en la ciudad que son el foco del tránsito.
5. Hitos – objetos que se pueden ver desde varios ángulos y distancias.

Esta forma teórica me parece muy interesante, porque contar la ciudad desde parámetros exclusivamente técnicos no es suficiente para formalizar una idea concreta y especifica de la ciudad. Esas herramientas no proporcionan esa idea que todos tenemos de nuestra ciudad tras la experiencia vivida. Es verdad que esa imagen se enriquece a posteriori con el conocimiento y con la complementariedad de esos conocimientos a las experiencias vividas, pero antes de todo eso y a pesar de eso, existe una experiencia perceptiva que prevalece sobre cualquier otra cosa. Es como la base que el paisaje urbano produce sobre los observadores.

Nuestras imágenes mentales de las ciudades están basadas, en una gran parte, en la sistematización de estos elementos obtenidos por medio de la percepción.

El análisis del paisaje se basa en el concepto de área perceptiva que puede ayudar a dividir las áreas perceptivas como segmentos socioespaciales de la trama urbana que llegan a formar una unidad de análisis (no necesariamente homogénea), localizada y asentada sobre un territorio definido y que ayuda a descomponer la complejidad y diversidad del conjunto del espacio urbano

Se ha discutido mucho últimamente sobre el paisaje en general, pero existe una gran diferencia entre el Paisaje de la Naturaleza y el Paisaje Urbano. El análisis paisajístico se basa en las áreas perceptivas, que no es otra cosa que la identificación de las unidades de paisaje, aspecto no resuelto ni el medio natural ni en el urbano.

Tras estas aclaraciones, me propuse aplicar dichos parámetros a la Villa de San Vicente, con el siguiente resultado que expondré a continuación.

Nota sobre Kevin Lynch

Como sendas características tenemos fundamentalmente los puentes de la Maza y la Barquera, las calles avenida de Miramar, del Generalísimo, el paseo de la Barquera, calle Alta y Acuerdo y la calle Mata Linares.

Los bordes coinciden con la muralla en la parte oeste de la Puebla y la zona de relleno y la calle Antonio Garelly y la zona del nuevo puerto pesquero junto al paseo de la Barquera hasta el Fuerte.

Los barrios coinciden con el de Borio al norte, la Puebla Vieja, Tenerías y del Mar y los nuevos desarrollos al sur.

Los nodos son números y coinciden generalmente con las intersecciones de las sendas.

Lo mismo podemos decir de los mojones, los fundamentales son el Castillo, la Iglesia de Santa María, la Torre del Preboste y el Ayuntamiento, entre muchos otros.

De la fusión de todos los elementos perceptivos surgen planimetrías esquemáticas de organización perceptiva diferentes a las que estamos acostumbrados habitualmente a analizar, pero pueden herramientas previas a la planificación muy útiles que nos pueden permitir saber realmente como los ciudadanos perciben y entienden sus ciudades, todo en beneficio de la búsqueda de una planificación más racional y humana, mucho más adaptada a las necesidades vitales reales de los ciudadanos.

6 – Conclusiones y REFLEXIONES SOBRE EL FUTURO

Algunas reflexiones relativas a la imagen de la Villa que se pueden obtener a tenor de la exposición son las siguientes:

– Una de los mayores valores de la Villa es su singular soporte geográfico.

– La integración y la particular disposición de los elementos en la Villa conforman potenciándola su particular imagen icónica.

– Dos características especialmente significativas y que se producen muy pocos otros lugares es la fácil percepción por el observador de la sucesión de planos de fondo así como que la traza de sus sendas principales coinciden con la potencia de su borde principal.

– La especial situación de sus mojones, situados en lugares estratégicos, permiten que sean percibidos desde prácticamente todos los lugares de la Villa. (Visión conectada de sus monumentos).

– Al mismo tiempo el recorrido por la senda principal permite percibir de manera constante la imagen completa de la Villa. (Percepción constante de la Villa)

– En cuanto a los futuros, crecimientos, parece que una de las partes más sensibles se encuentra en la ladera de Borio en la Barquera, que desde muchas zonas se erige en telón de fondo de la Puebla Vieja desde el Sur de la Villa.

– La eliminación de la presión de futuros crecimientos, sobre la zona de playas, parece una decisión adecuada que recoge el nuevo planeamiento general.

7 – FUENTES + WEBS + BLOGS

SAN VICENTE DE LA BARQUERA. 800 AÑOS DE HISTORIA de Jesús Ángel Solórzano Telechea. Ediciones de la Universidad de Cantabria

CASA Y ALDEA EN CANTABRIA , estudio sobre la arquitectura del territorio en los Valles del Saja-Nansa de Eduardo Ruiz de la Riva, arquitecto-

OYAMBRE ESPACIO NATURAL de J. Garzon, M. Losada, R. Martinez, J. Ortega, E. Ruiz y C.A.E.A.P. D. Belmonte (colectivo para la ampliación de estudios de arqueología y prehistoria)

INFORME “PROPUESTA PARA LA DECLARACIÓN DE ESPACIO NATURAL PROTEGIDO OYAMBRE – 1984.
Varios autores.

PEPRI – PLAN ESPECIAL DE PROTECCIÓN Y REFORMA INTERIOR – 1989
Alberto Castaño Paltre y Victoriano Gorostegui Ceballos

N.N.S.S. DE PLANEAMIENTO – 1983 – Revision – 1993
Alberto Castaño Paltre y Victoriano Gorostegui Ceballos

APROBACIÓN INICIAL DEL PGOU DE SAN VICENTE DE LA BARQUERA 2012
PROES – José María Chozas Pedrero, Rafael Córdoba Hernández, Raquel Rodríguez Alonso – Arquitectos.

Numerosas webs y blogs me han ayudado como soporte para obtener referencias y conocimientos y de ellas se han obtenido como “fondo” magnificas imágenes, muchas de ellas utilizadas en la exposición.

EL BLOG DE JOSE FARIÑA

ARQUITECTURA Y URBANISMO DE LAS CUATRO VILLAS DE LA COSTA EN LA EDAD MODERNA.
María Eugenia Escudero Sánchez_ Santander, 2005.