REHABILITACIÓN DEL HOSPITAL DE SAN RAFAEL PARA SEDE DE LA ASAMBLEA REGIONAL, SANTANDER

Arquitectos:
Jose Manuel Sanz Sanz, Juan López Riobóo-Latorre arquitectos.
Luis de la Fuente Salvador, arquitecto colaborador en la dirección de obra.

Colaboradores:

Mª Dolores Rebanal, Eduardo Maldonado, Fernando García, Alfonso Lastra, aparejadores

Año de proyecto: Concurso nacional 1.983

Finalización de la obra:  1.987

Empresas participantes:  Dragados y Construcciones

Coordenadas: 43.4613812,-3.8458069

El edificio civil más antiguo de la ciudad (1.789) habría de convertirse en la sede del nuevo Parlamento Regional. Tan solo quedaban en aceptable estado parte de sus fachadas y el patio del antiguo Hospital de San Rafael.

Se utilizaron los restos existentes, se recompuso la estructura original una vez confirmada la voluntad de simetría de su artífice José Alday, y se analizó la coherencia entre los espacios y los usos. El edificio se adaptó al programa con incorporaciones mínimas, pero tratando de reinterpretar y sacar partido a todas sus posibilidades espaciales. En donde la estructura estaba perdida se incluyó el espacio parlamentario y los nuevos núcleos de comunicación, ambos despegados de los núcleos originales para mayor distinción entre lo original y lo añadido . Se rescataron el antiguo aljibe y los espacios de semisótano (para café y encuentro) y cubierta ( biblioteca y grupos parlamentarios) y se cubrió el patio con una estructura acristalada transparente que permite su uso, al abrigo de la lluvia, como vestíbulo distribuidor- sin comprometer circulaciones interiores- y lugar de actos institucionales y culturales (exposiciones, conciertos etc.)

Siempre nos preguntamos qué significa conservar un edificio, no digamos rehabilitarlo. La respuesta parece más clara cuando se mantiene el uso. Cuando éste cambia, en este caso de Hospital a Sede parlamentaria, nos parece que hemos de guiarnos por las posibilidades que ofrece su estructura arquitectónica. En este caso lo construido, crujías dobles o simples, “girando” alrededor de un patio. Crujías para la dimensión de las camas y los pasos, como ya ocurría en el Hospital de Asclepio en Epidauro. Crujías eficaces imitadas en todos los hospitales medievales y renacentistas. En realidad San Rafael era la cuarta parte de uno de estos hospitales. Un patio en lugar de los cuatro de Santa Cruz en Toledo o de los hospitales milaneses.

Y en las posibilidades espaciales, el lugar para los espacios grandes y significativos y los de escala menor. Con sus cualidades. En realidad el marco para imaginar y modelar los nuevos necesarios.

No quisimos alterar la relativa simetría del esquema tras buscar y descubrir, entre la masa de hormigón del bunker fabricado como cárcel en el sótano de la crujía sur, la dovela del arco carpanel, simétrico del existente en el lado contrario. Esa masa de hormigón se llevaba el Hospital hacia el antiguo acantilado y hubimos de consolidar la cimentación pilotando a 14 metros en la roca. Liberamos al edificio de su peso y al carpanel de su prisión.

Después fue mirar atentamente y tratar de escuchar al edificio, rincón por rincón.

La decisión de cubrir el patio fue la más arriesgada y después también la más polémica pues se dijo que cambiaba su naturaleza. No es así, pues un patio de estas características es inseparable de su deambulatorio. Aislarlo del mismo es un error muy común. En su origen se aceptaba como espacio exterior, naturalmente sin calefactar. Hoy climatizamos los edificios. Climatizado, la única forma de mantener su unión con el deambulatorio y la manera de ser usado y recorrido es cubriéndolo. Siempre he dicho que los patios que se realizaban en donde es frecuente la lluvia y el viento como en Santander no se cubrieron en origen porque no se disponía de las técnicas adecuadas. Es distinto el patio en los lugares de donde es original, climas calurosos y secos, donde funcionan como almacén de aire fresco provocador de brisas de través. Pocos lo entendieron entonces y sin embargo, pasado el tiempo, sigo pensando lo mismo. Creo que cumple bien su función.

Sin embargo es importante destacar cómo se hizo esta cubrición. No sobre la cornisa – otro error común- pues agrede física y conceptualmente a esta y, sobre todo, cambia la escala del patio, que se empequeñece. Lo hicimos apoyando sobre la sólida estructura del muro siguiente. La sección gana coherencia. El aire-espacio sobre la cornisa conserva la escala y crea un nuevo espacio deambulatorio arriba que se asoma al patio y da acceso a los espacios nacidos bajo el abrigo de la cubierta.

PREMIOS:

Primer premio en la categoria «Conservación del Patrimonio» de los Premios para la Conservación de la Naturaleza y del Patrimonio Histórico-Artistico 1987, organizado por The Conservation Foundation.

Premio «Europa Nostra 1987» para la protección del Patrimonio Arquitectónico y Natural Europeo. «Diploma de Mérito».

Premio  «Colegio Oficial de Arquitectos de Cantabria, Homenaje a los Arquitectos Antonio Ortega Ferrandez y Julio González Alloza.

 

22-ASAMBLEA REGIONAL CANTABRIA

REHABILITACIÓN DEL PALACIO DE LA MAGDALENA, SANTANDER

Arquitecto(s): LUIS DE LA FUENTE SALVADOR, JUAN MANUEL ECHEVARRÍA MARÍNEZ

Colaboradores: JOSÉ MANUEL GARCÍA MONCÓ, ingeniero estructura

Dirección: PENINSULA DE LA MAGDALENA

Municipio: SANTANDER/39005

Año de Proyecto: 1990

Año de final de obra: 1995

Promotor: AYUNTAMIENTO DE SANTANDER

Empresas participantes: DRAGADOS Y CONSTRUCCIONES

Coordenadas: 43.469183, -3.766094

Reseña:

El Palacio de la Magdalena fue proyectado por Javier González Riancho y Manuel Bringas en 1908 y se inauguró como residencia real de verano en 1913. Dese 1931 a la actualidad ha sido sede veraniega de la UIMP, con algunas interrupciones y otros usos.

El edificio llegó a la década de 1990, cuando se empezó el proyecto de rehabilitación, en estado de semiruina. Había perdido dignidad y ofrecía una imagen oscura, triste y destartalada en lo puramente formal y síntomas preocupantes de inestabilidad en lo estructural.

Se restauró en las dependencias históricas: Vestíbulo, Comedor, Salón de la Reina, Salón de Música, Biblioteca y, en general, el aspecto exterior de la envoltura del edificio.

Se rehabilitó, incorporando pequeñas modificaciones e instalaciones requeridas por los usos: dormitorios, salones para aulas,…

Se reestructuró en los casos en los que el edificio no aportaba ningún valor específico como es el caso de la Planta Sótano.

Se amplió, con una nueva planta sótano externa, para alojar las instalaciones, servicios y locales de riesgo.

Cuatro usos desordenado y entremezclados se repartían el edificio: oficinas de la UIMP (1.000 m2), aulas (412 m2), residencia (75 habitaciones) y prensa, además de las instalaciones y otros servicios que significaban una importante superficie del Palacio.

Se proyectó un nuevo sótano externo de 1.000 metros cuadrados que actúa de acceso de servicio y que aloja instalaciones preexistentes en el Palacio: centro de trasformación y sala de calderas, y las nuevas de producción de frío, grupo electrógeno, aljibes de incendio y agua potable, cuartos de bombas, lavandería, almacenes, vestuario de personal y centro general de control y seguridad. El frente al acantilado de esta nueva planta se ha cuidado especialmente. El cierre se ha retranqueado para provocar una zona de sombra que oculte las puertas y accesos exteriores.

Se proyectó un nuevo acceso al interior del Palacio. Una leve reforma en el porche, ha permitido realizar un acceso directo al vestíbulo, con la consiguiente claridad circulatoria y jerárquica y permitir que la luz natural llegue al vestíbulo.

Se proyectó una nueva escalera central y que comunica los distribuidores de la planta baja, principal y primera. Esto permite liberar de tránsito la escalera histórica de madera. La nueva escalera se ilumina por un gran lucernario, situado en el mismo lugar en el que Riancho y Bringas dibujaron el que hubiera iluminado la capilla que proyectaron y que nunca llego a construirse. Este foco de luz se sitúa en la zona más oscura del palacio, de modo que los distribuidores reciben ahora luz natural.

La planta sótano es un elemento extraño que eleva el edificio sobre el terreno y lo aleja de él. Albergaba unas enormes y destartaladas cocinas, y varios almacenes. Se reestructuró y habilitó para nuevos usos: oficinas, centro de prensa, cafetería, cocina y comedor.

La ocupación de parte de la fachada para dar iluminación y ventilación a los baños de las habitaciones, creó un desorden en planta y agravamiento estructural en los forjados. La nueva distribución, que recupera el orden inicial, responde al esquema de pasillo, vestíbulo-baño-vestidor y dormitorio. Ahora las habitaciones son congruentes con los huecos de fachada y las instalaciones de baños quedan ordenadas.

En la integración con el entorno se planteó suavizar el tránsito edificio-parque con un espacio intermedio ajardinado.

El entorno inmediato del Palacio estaba completamente asfaltado y los pequeños arriates al edificio abandonados. Suprimimos la circulación al sur del edificio con pavimentos terrizos y facilitando la conexión con el parque y con el paisaje medio y lejano. El espacio al norte del edificio se conserva como pavimento duro que permite la circulación, con un tratamiento de fajas de piedra y adoquín.

El proyecto incluyó la rehabilitación de los edificios de Caballerizas, como residencia y aulas, y el paraninfo que mantuvo su uso tras una profunda reconstrucción.

Publicaciones:

REHABILITACIÓN PALACIO DE LA MAGDALENA. SANTANDER.
Dragados y Construcciones. Ayuntamiento de Santander. UIMP
Varios autores.
Madrid 1995
ISBN 84-695-3250-X

ARQUITECTURA URBANA DE SANTANDER
Grupo Publicitario Cruzial S.L.M
Ignacio González Riancho Colongues
Santander. 2002
ISBN 84_607-2761-O

GUIA DE ARQUITECTURA DE SANTANDER
Colegio Oficial de Arquitectos de Cantabria
Aurora Herrera y Paloma Barreiro
Santander 1996

20-REHABILITACIÓN MAGDALENA

REHABILITACIÓN DE EDIFICIOS DE VIVIENDA EN LA PUEBLA VIEJA DE LAREDO

Arquitecto(s):

Eduardo Fdez.-Abascal Teira

Floren Muruzábal Sitges

Eduardo Ruiz de la Riva

Colaboradores:

Antonio Petisco, aparejador,

José Manuel García-Moncó, ingeniero de caminos, cálculo de estructura

Direccion: Calle San Marcial, números 20, s/n y 22

Municipio: Laredo 39777

Año de Proyecto: 1985

Año de final de obra:1989

Promotor: S.G.V.

Empresas participantes: Construcciones Hose S.L.

Coordenadas: 43.4129196,-3.4107204,19

 

Rehabilitación de tres edificios en la calle San Marcial y urbanización de la Plaza de Santa María en la Puebla Vieja de Laredo

Se trataba de construir unas viviendas sociales a partir de las ruinas de tres edificios, situados en la calle San Marcial, en la deteriorada Puebla Vieja, que prácticamente sólo mantenían en pie los muros divisorios y la fachada de la calle San Marcial, permitiendo entrever las soluciones tipológicas habituales en las construcciones de la Puebla.

A la dificultad que toda intervención en un casco viejo conlleva, se sumaba aquí la imponente presencia de la Iglesia de Santa María, con la que el nuevo edificio debía definir una pequeña plaza que sustituyera a un desafortunado aparcamiento realizado años antes.

La propuesta plantea la lectura del nuevo edificio como un elemento unitario, tanto funcionalmente con un núcleo de comunicaciones único, como formalmente a través de un lenguaje común subrayado por la continuidad del alero y la cubierta con tres faldones.

La ordenación propuesta juega entre el mantenimiento de los muros medianeros de las anti¬guas propiedades, utilizados como muros de carga, y la introducción de una estructura de soportes metálicos, que rompiendo los muros anteriores, permite alojar la ligera y luminosa caja de escaleras, donde se vuelcan los mayores esfuerzos de diseño, con peldaños de madera sin tabicas, pequeños patios y un lucernario lineal que ilumina cenitalmente el espacio.

Las viviendas que se obtienen a partir de esta organización, se resuelven con soluciones tipológicas habituales, con variados programas, ciñéndose a la antigua estructura parcelaria, con viviendas pequeñas en la parcela extrema, que tiene tres fachadas, apartamentos/dúplex en la parcela intermedia, subdividida por la nueva escalera, y viviendas de mayores dimensiones en la otra parcela.

La elementalidad de la cubierta y la estricta composición de los huecos balconeros resuelven unas fachadas que se suman con naturalidad a las del resto de la Puebla. En la calle San Marcial el proyecto se limita a completar lo edificado manteniendo los restos de las situaciones anteriores, mientras que frente a Santa María el nuevo edificio se comporta con mayor libertad, dejando al diseño del espacio intermedio la resolución de los posibles conflictos.

 

La construcción se resuelve con estructura mixta, tillos de eucalipto, maderas pintadas en puertas y revestimientos, aplacados de piedra de Brañosera, revocos y pinturas, carpinterías exteriores de iroco esmaltado y cerrajerías pintadas, y teja árabe.

La urbanización de la Plaza de Santa María completa la intervención con nuevos muros y escaleras que definen la plaza y el zócalo de la Iglesia, matizando su presencia.

En el momento actual, cuando intentamos encontrar caminos para salir de esta profunda crisis, esta pequeña intervención sigue teniendo cierta vigencia, recordando las posibilidades que tiene la rehabilitación de nuestro patrimonio para resolver el problema del déficit de viviendas económicas y reactivar así las pueblas de nuestras villas marineras y otros núcleos de pueblos, villas y ciudades de nuestra región.

 

Publicaciones

AA VV. Premios Ortega Ferrández/González Alloza 1990/92/94. Santander 1.996

PueblaViejaLA

 

 

EDIFICIO DE VIVIENDAS EN LA PEREDA, SANTANDER

Arquitectos:

Clemente Lomba Gutierrez
Eduardo Manzanares Campo

Colaboradores:

Victor Sanchez Alonso, aparejador

Enrique Fernandez-Roel, estructura

Dirección: calle del Ingenio 1

Municipio:  Santander, 39012

Año de proyecto: 1995

Año de finalización de la obra: 1996

Promotor: Miguel Mirones – PROMISIETE

Empresas participantes:  TECONSA

Coordenadas: 43.480109, -3.793467

Se trata de un típico bloque de viviendas de cuatro plantas con cuatro viviendas por planta. Cada vivienda consta de dos dormitorios, salón cocina y baño salvo las de la planta cuarta que incorporarán los áticos bajo la cubierta.

El emplazamiento
El solar tiene una suave pendiente al sur y se encuentra en un entramado de bloques, en el que se abre un eje que permite una vista hacia el horizonte, el sur y las playas.
Este eje, que lo será también del edificio, es el que ordena la disposición del conjunto.
La distribución en planta propone que todas las viviendas apunten, en la medida de lo posible, al sur y a las vistas y así resulta una planta triangular, por la descomposición y giro de la trama cuadrada a sus diagonales.
La distribución de las viviendas
Las viviendas entonces obedecen, dentro del entramado rectangular, a un orden diagonal. Una secuencia desde la estancia a las terrazas y ventanas, una tensión diagonal que va a buscar las esquinas liberadas, el exterior y la luz.
De esta forma, la ventana en esquina es la clave sobre la que se apoya la disposición. No hay otra ventana que abra con mayor decisión, que ilumine con tanta energía como la ventana en esquina. El maestro José Antonio Coderch lo dejó en proyectos ejemplares.

Volumen y expresión
La composición del volumen se basa en la expresión de la escala doméstica. Las habitaciones marcan la dimensión de los volúmenes, como cuantos/elementos que conforman el conjunto total de la construcción. La escala de la fachada la da la medida de los recintos habitables y su correspondencia con las terrazas abiertas en las esquinas.
El juego en la esquina lo dan las terrazas y también las jardineras, de forma que se alude – en su modesta escala – al viejo ideal del jardín en vertical: sol y luz.
A partir de este volumen de perfiles muy marcados la cubierta se traza a dos aguas con hastiales planos y se retira del perímetro dejando libres las terrazas para las viviendas superiores. De esta forma la cubierta en su tamaño contenido tiene una escala menor que el bloque y no entra al juego fragmentario de la fachada.

La construcción
El material – unitario – se utiliza como soporte formal y figurativo. Se escogió un ladrillo de la Tejera Palentina, de gran tersura y con el mortero de las juntas teñido con polvo del mismo ladrillo para entonar el volumen y difuminar las llagas.
Es de reseñar el intento de aligerar la masa de los vuelos, convirtiéndolos en planos paramentos de ladrillo que además, descolgándose, dan sombra al techo del vuelo lo que lo aligera aún más y hace de parasol para las estancias.
La esquina, para abrirse con decisión, tiene que contar con hacer desaparecer el pilar y la solución es embeber la estructura – metálica en ese punto – en las carpinterías de las ventanas de la esquina de manera que los dos marcos de ambas ventanas recogen en el interior de su encuentro el pilar metálico.

En definitiva un bloque con una clara intencion doméstica tanto por el tratamiento de sus escalas como por el contraste entre la densidad de la fábrica de ladrillo y el tratamiento de sus huecos y los espacios exteriores de vivienda.

18-VIVIENDAS LA PEREDA

CASA Y JARDIN EN VERNEJO, CABEZÓN DE LA SAL

Arquitecto y Promotor: Eduardo Ruiz de la Riva

Colaboradores:

Situación: Vernejo

Municipio: Cabezón de la Sal

Año de proyecto: 1992

Año de finalización de la obra: 1995

Empresas participantes:  José Fernández Noriega, constructor

Coordenadas:

 

 

La casa se construye en un terreno llano de 80 x 44 m. y se sitúa en su esquina noroeste liberando la mayor parte al sureste donde se desarrolla el jardín. La ordenación de los volúmenes tiene relación directa con la calle y el acceso, resguardando los espacios vivideros situados al sur de los vientos dominantes del noroeste y de los ruidos del vial, mejorando su privacidad y la de los propios huecos en fachada de las habitaciones.

El edificio se diseña a partir de un largo muro de piedra que siguiendo la alineación de la calle conforma la fachada norte. Al llegar a la puerta principal el muro de fachada se desplaza en paralelo hacia el sur para facilitar mayor dimensión del fondo que permita el acceso y maniobra de los vehículos, formando el patio de entrada. En el hueco creado entre los dos muros y en un eje a 45º se encuentran las dos puertas de entrada al edificio, la peatonal al sureste y la del garaje al suroeste. Este eje establece la directriz que articula el giro entre la alineación de la calle y la orientación del cuerpo principal del edificio, continuando a su vez como eje del jardín hacia el paisaje del valle con los horizontes de las montañas de Mozagro al fondo.

La ordenación de la planta proyecta el interior de la casa y diseña los espacios exteriores con una concepción espacial unitaria, integrada, entre interior y exterior, con el objetivo de conseguir la máxima continuidad entre la casa y el jardín. Se presta especial atención a la luz y al diseño de los huecos para captar el máximo sol en invierno y protegerse del calor en verano, con el fin de obtener unas buenas condiciones de calentamiento pasivo y ahorro de energía. En la ordenación de la parcela, como antes se ha señalado, tienen especial interés cada uno de los recintos exteriores para que no resulten espacios residuales del volumen construido sino espacios diseñados con la misma atención que el interior de la casa y para ello, los diversos volúmenes del edificio se han ordenado para diseñar una serie de espacios que estaban prefijados en el programa inicial entre sus muros y el resto de las paredes perimetrales del cierre del terreno: El patio de entrada, el huerto de hortalizas y  frutales, el bosque, la pradera y el jardín cerrado al suroeste articulado con el edificio por el mirador, la terraza con el parral y el invernadero. En todo ello juega un papel clave el volumen de servicios, contrapunto espacial a los volúmenes principales, utilizado en el diseño de los espacios exteriores y del propio jardín.

Se ha procurado construir con calidad y solidez de manera que la casa resista bien el paso del tiempo, usando materiales tradicionales con buena relación calidad-precio en la zona, como la piedra y la madera, que facilitan integrarse en un entorno tradicional sin renunciar por ello al uso del lenguaje contemporáneo.

 

 

Bibliografia:

– La casa en Cantabria 1920-1995. Santander: Colegio Oficial de Arquitectos de Cantabria, 1997, pp. 151.

– Rev. Arquitectos: Información del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España, vol. 05-2, nº 174, monográfico Guía de Arquitectura de Cantabria, p. 93.

– Catálogo de los Premios de Arquitectura “Antonio Ortega-Julio González Alloza” del – Colegio de Arquitectos de Cantabria 1996. Santander 2001. pp. 32-33.

El Diario Montañés, suplemento Sotileza sobre Arquitectura, 2 de marzo de 2001.

16-CASA-JARDÍN EN VERNEJO

 

 

 

 

CASA ORTIZ MELÓN EN RUBAYO, MARINA DE CUDEYO

Arquitectos: Pedro Arbea y Eduardo Ruiz de la Riva

Situación: Rubayo

Año proyecto:

El proyecto de la casa parte de un principio fácil de enunciar, el compromiso con el lugar, asumido en el marco dialéctico de un proceso-método creativo que reconoce que “no hay ninguna tradición viva disponible para el hombre moderno, excepto los sutiles procedimientos de la contradicción sintética”. El lugar y la herencia cultural han constituido referencias básicas en este proyecto, al tiempo que se mantiene una actitud de rechazo al pintoresquismo y al <pastiche>, como parte de una concepción arquitectónica racional y progresiva. Este es “uno de los puentes a través del cual estaba pasando la modernidad” en los años en que se redactó el proyecto hace tres décadas, definido como regionalismo crítico frente a la modernidad uniformadora del estilo internacional (Kenneth Frampton, 1984-85).

En la ordenación de la parcela se diseñan dos espacios diferenciados por los propios volúmenes del edificio articulados entre sí por la zona de servicios. Al norte estos volúmenes forman una L configurando el patio de acceso donde se sitúan la puerta de entrada desde el camino público exterior, las entradas al cuerpo principal de la vivienda y al edificio anexo de garaje-servicios que define el lado noroeste de este recinto protegiéndolo de los vientos dominantes. En el lado este se ubica un aparcamiento exterior y una pequeña zona de jardín delimitada por un muro de ladrillo de dos metros de altura que cierra el recinto. El patio constituye el umbral entre el camino público y la casa con sus espacios privados exteriores, como terrazas, jardín, piscina y el resto del terreno, todos ellos al sur de la casa, resguardados del viento y al sol, con un panorama excelente sobre los paisajes de praderas y las montañas pasiegas de telón de fondo.

El edificio principal se sitúa frente a la entrada y se gira respecto de la alineación del camino de acceso que delimita el lado norte del terreno para mejorar su orientación al sur y al paisaje. Tiene dos alturas y planta rectangular modulada por los muros de carga que se expresan con rotundidad en las fachadas laterales. La fachada norte cerrada y la sur abierta al exterior con una galería acristalada de doble altura que permite disfrutar de las mejores condiciones de soleamiento, vistas y privacidad.

El sistema constructivo empleado es el tradicional, muros de carga y forjados de madera, con una cubierta a dos aguas de teja árabe, conscientes de que los materiales no son en si mismos antiguos ni modernos, sino que es la forma como se diseñan y utilizan la que define su carácter y con ello, el lenguaje plenamente contemporáneo del edificio.

Bibliografía:
Revista Arquitectos. Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España,
vol.90-3, nº 117, p. 50-54 y vol. 05-2, nº 174, p. 96.
I Muestra de 10 años de arquitectura española 1980-1990. Madrid: Ministerio de Obras Públicas y Transportes, Centro de Publicaciones, 1991, p. 58.
Casa y aldea en Cantabria. Santander: Librería Estudio – Universidad de Cantabria, 1991. p. 381 y 512.
La casa en Cantabria 1920-1995. Santander: Colegio Oficial de Arquitectos de Cantabria, 1997, p. 143.
Catálogo de los Premios de Arquitectura “Antonio Ortega-Julio González Alloza” del Colegio de Arquitectos de Cantabria. Santander 1996, pp. 10-11.

CASA EN SOMO, RIBAMONTÁN AL MAR

Una solución ética y estética.

Perez Pita y Junquera realizan en esta casa de Santander un trabajo verdaderamente logrado de actualizar los invariantes tipológicos de la arquitectura montañesa referidos a nuestro tiempo y espacio – cultural y tecnológico.

La primera referencia inexcusable debe hacerse al carácter emblemático con el que el edificio opera en el entorno. Por un lado y respecto al paisaje como un patrón de medida que por su sola presencia hiciera el suelo más suave y verde, el cielo más brillante y azul o el mar más profundo y oscuro. Por otro lado y referido a su dimensión antropológica, denotando en su escala, la tradición de vivienda patriarcal vinculada a la explotación intensiva del suelo de origen, sobre todo, septentrional. Tipología que, por otra parte, responde a medios ambientes de paisajes blandos, ricos en planos intermedios y muy cromáticos en los que no sólo es preciso acotar un perímetro espacial más próximo (propio de tipologías de secano y mediterráneas), sino que optan por respuesta formales muy voluntariosas, volumen y formas simples como un otero hacia el medio natural ante el cual no son precisos elementos intermedios.

La secuencia de acceso responde también a un sencillo ceremonial de percepción. Desde la visión lejana del horizonte y este cubo operando en él como un eje de giro, hasta el paso de la entrada en la casa, se produce una gradual ocultación de la escena total para volver a descubrirla, esta vez domesticada y amable desde el interior de la casa.

El resto es un complejo sistema arquitectónico que se percibe superpuesto al espacio dentro del espacio o de la casa dentro de la casa. El tiempo, como dimensión añadida, enriquece la experiencia de esta arquitectura en todas las secuencias de percepción fuera-dentro, dentro o dentro-fuera.

La tectónica con que se trata, por otra parte, estas mismas relaciones producen un vigoroso efecto de haz y envés. El exterior en proceso de meteorización y envejecimiento iniciado en el propio proyecto a través de la textura del hormigón y revocos se plantea como un contraste decidido y sorprendente con la tectónica interna exquisita y brillante, tanto en acabados como en su propio concepto. El resultado responde con naturalidad a la dialéctica entre la arquitectura como resultado de un problema ético y la arquitectura como un problema estético.

Los componentes conceptuales y existenciales de la expresión cultural se recogen con liberalidad en el proyecto. El clasicismo estructurante emerge en el ángulo de doble altura abierta al paisaje y se cubre con temas sectoriales, incluso efímeros culturalmente (placado de azulejos, cornisa y junta de hormigonado de trazado quebrado, etc.), lenguajes que expresan la aceptación de un modelo de verdad arquitectónico en continua búsqueda, a la vez que afirman los valores de una fruición existencial en la proyectación. Aquellos para vitalizar la tradición y atemporizar el resultado. Los otros para anclarlo en el espacio y tiempo físico y cultural que nos toca vivir.

Finalmente y como sustantivo del trabajo de Junquera y Pérez Pita debo destacar un vigoroso lenguaje formal expresado en todos los elementos, desde las proporciones y situación en planos inmuebles (estructura, cerramientos), hasta gruesos, dimensiones, etc., de los elementos muebles y la unión o el paso de unos a otros ejercida con magistral naturalidad.

Andrés Perea Ortega.
Revista El Croquis nº13 1983

 

 

 

CASA DE LA LLUVIA, LIÉRGANES

13- CASA DE LA LLUVIA

ARQUITECTO: Juan Navarro Baldeweg.
COLABORADORES: José María Mercé.
MUNICIPIO: Liérganes.
AÑO DE PROYECTO: 1979.
AÑO DE FINAL DE OBRA: 1982.
PROMOTOR: Octavio Navarro Baldeweg.

La vivienda se sitúa en la zona más elevada de la parcela, en posición dominante sobre el paisaje. Se orienta hacia el oeste, siguiendo la pendiente del terreno y la vista al valle. El conjunto se caracteriza por su forma de U, con dos brazos unidos por un cuerpo en forma de arco. En el perfil de la casa se distingue la pérgola que delimita el jardín y el patio interior. El tratamiento de los canalones se destaca como figura especialmente diseñada. Su marcado dibujo convierte esta ligera estructura metálica en una figura independiente superpuesta al volumen de la casa. Esta estructura secundaria alude a las condiciones ambientales locales. En una región lluviosa, la forma señala la incorporación de la vivienda en el flujo del agua, en el proceso de un fenómeno natural habitual.

PUBLICACIONES: (entre otras) Artículos.DE SOLÁ MORALES, Ignasi. “La casa della Pioggia. Un progetto di Juan Navarro Baldeweg”. Lotus Internacional 44. 1984. Págs. 100-108. NAVARRO BALDEWEG, Juan. “Juan Navarro Baldeweg. Rain House”. a+u. Architecture and Urbanism.Mayo, 2016. Págs. 48-51.Aparece en las siguientes monografías.LAHUERTA, Juan José y GONZÁLEZ GARCÍA, Ángel. Juan Navarro Baldeweg. Opere e progetti. 1990. Milán: Electa.VV.AA. Juan Navarro Baldeweg. 1982/1992. 1992. Madrid: El Croquis.NAVARRO BALDEWEG, Juan. Navarro Baldeweg. 2001. Sevilla: Tanais.DAL CO, Francesco; LAHUERTA, Juan José y GONZÁLEZ GARCÍA, Ángel. Juan Navarro Baldeweg. Le opere, gli scritti, la critica. 2012. Milán: Electa.NAVARRO BALDEWEG, Juan. Un Zodíaco. Juan Navarro Baldeweg. 2014. Madrid: Fundación ICO/Arquitectura Viva.

 

HOTEL CASTELAR, SANTANDER

Arquitectos:

Clemente Lomba Gutierrez
Eduardo Manzanares Campo

Colaboradores:
Victor Sanchez Alonso, aparejador

J. Ignacio Álvaro ICCP – AGATEIN S.L., Estructura

Situación: c) Castelar 25

Municipio: Santander

Año Proyecto: 1997

Año Finalización Obra:

Promotor: Miguel Mirones Diez PROMISIETE S.L.

Empresas Participantes: CONSTRUCTOR SOCUEVA S.A.

Coordenadas: 43.4631068,-3.7954477

El emplazamiento/el solar
En el Puerto Chico de Santander y con una pequeña planta de 236 m2 ( 23,30 X 10.20 ml ) es un edificio entre medianeras con dos fachadas, altas y estrechas de 26.90 ml y 21.20 ml de altura a Castelar y Juan de la Cosa respectivamente.
Está afectado por el PLAN ESPECIAL DE REFORMA INTERIOR, PROTECCIÓN REHABLITACION DEL AREA DEL PASEO PEREDA Y CASTELAR.

Coexistencia pacífica.
Por un lado es una cuestión de alineaciones y alturas – poner en relación el edificio con la masa edificada del frente de Castelar -, y por otro resolver la organización del complejo programa.
Entendemos que insertar un edificio en un conjunto como el paseo de Castelar ha de contemplar el necesario nivel de “urbanidad”, entendida como el lógico respeto a los referentes básicos del conjunto. Pero que al ser una obra de arquitectura, como tal no puede sustraerse a su tiempo y las técnicas que le son propias.

CRITERIOS COMPOSITIVOS
Los criterios generales para componer el proyecto se basan en : el conjunto en el que se enmarca – las ordenanzas del Plan Especial de Protección – , el detallado programa y el rigor en el empleo de soluciones tecnológicamente vigentes.
Los elementos de composición escogidos son los del conjunto arquitectónico del frente del Paseo: muros en vertical sobre zócalo, el hueco de suelo a techo, las galerías y sus caligrafías, etc… . La fachada como expresión intenta así una aproximación, una moderna interpretación de los elementos históricos y tradicionales; su actualización y enriquecimiento interpretando la tradición pero trascendiendo de lo figurativo.

El programa
En estas rigurosas condiciones del solar hay que resolver un programa completo de hotel que además incluya un balneario en su planta segunda y tercera, y un restaurante panorámico sobre la bahía en la planta superior.
La clave de la distribución en planta es el patio, que se concibe de planta circular, con la intención de dar la mayor fluidez a las plantas. Patio que jugará un papel fundamental en planta y sección colaborando activamente a la distribución. Su labor y su orden se extienden desde lo alto reflejando la luz en su chapado blanco, y así hacerla llegar de manera difusa hasta las plantas más bajas.
Vale el también el gran cilindro hueco del patio para perfilar la piscina bajo el lucernario, que es su fondo. Piscina que se apoyará sobre un potente pilar central, como una copa circular, para transmitir su gran carga directamente a tierra.
En la última planta se dispone el restaurante, que se abre sobre una pequeña terraza central. Para facilitar el uso la cocina está también en la última planta, conectada directamente con el restaurante, lo que facilita la ventilación e iluminación.

La construcción
Dos han sido elementos claves para construir el edificio. Por un lado la estructura, que había de tener el mínimo espesor dada las limitaciones de altura y aportar suficiente masa para el aislamiento acústico al ruido aéreo ( losa maciza de hormigón ), y unos soportes capaces de permitir la máxima libertad en planta y poca sección ( metálicos ) para buscar la máxima diafanidad.
Por el otro lado del cerramiento de fachadas : asumiendo la piedra como acabado de fachada, el asunto es el hueco. Un hueco diáfano pero con carácter, que permita añadir a su condición de transparente la de «espacio ventana»; un espesor en el que asomarse a la ventana recoja la intensa sabiduría de las galerías características del Paseo de Pereda ofreciendo un cómodo lugar para ver y apoyarse. Utilizar los materiales con esa actitud ( madera y metalicos los practicables ) , bien ajustados y buscando la belleza a través de la materialidad. No es una arquitectura de apariencias: lo bello y lo razonable de una ventana y evitar la apariencia inoperante de un mal balcón.

En definitiva y ante una planta funcional la fachada como elemento expresivo del programa y de su sintonía con el frente del paseo de Castelar, relacionando el edificio con las arquitecturas existentes de una manera armónica.

12-HOTEL CASTELAR